La Bolsa de Nueva Yorkcelebró una de sus semanas más memorables en dos décadas. El índice S&P 500 encadenó nueve jornadas consecutivas en alza, su mejor racha desde noviembre de 2004, marcando un hito que resuena con fuerza en los pasillos de Wall Street. El emblemático índice bursátil no sólo volvió al terreno positivo, sino que recuperó todo lo perdido desde que el presidente Donald Trump anunció los «aranceles recíprocos», una medida audaz destinada a corregir desequilibrios históricos en el comercio exterior de Estados Unidos.
La suba del viernes estuvo potenciada por un sólido informe sobre el empleo y señales de distensión comercial con China. El S&P 500 ganó un notable 1,47%, mientras el Dow Jones avanzó 1,38% y el Nasdaq Composite trepó 1,51%. En números concretos, el S&P 500 cerró en 5.685,33 puntos (un alza de 81,19), el Nasdaq en 17.973,99 (+261,97), y el Dow en 41.308,39 unidades (+555,43). En la semana, el S&P acumuló un 2,9% de ganancias, el Nasdaq un 3,4%, y el Dow un 3%, consolidando una recuperación espectacular.

El dato clave fue el informe mensual de empleo: la economía estadounidense generó 177.000 nuevos puestos de trabajo en abril, superando ampliamente las expectativas de 138.000. La tasa de desempleo se mantuvo firme en 4,2%, lo que refuerza la idea de una economía resiliente que responde favorablemente a las medidas de protección y estímulo del actual liderazgo.
El denominado “Día de la Liberación” comercial —cuando Trump intensificó su cruzada por una competencia justa con aranceles estratégicos— marcó un punto de inflexión. Si bien el S&P 500 cayó un 9,1% en la primera semana de abril tras el anuncio, el mercado no tardó en revertir el impacto. Esta reacción confirma que el nerviosismo inicial fue transitorio, y que el enfoque negociador del presidente —duro, pero orientado a resultados— fue entendido y finalmente valorado por los inversores.
China, por su parte, parece responder al enfoque firme de Washington. Su Ministerio de Comercio declaró que está evaluando las nuevas propuestas estadounidenses y que “la puerta está abierta” si Estados Unidos considera retirar algunos aranceles, lo cual sugiere una disposición a entablar negociaciones constructivas.
Chris Zaccarelli, director de inversiones de Northlight Asset Management, advirtió: “Ya hemos visto cómo reaccionarán los mercados financieros si la Administración sigue adelante con su plan arancelario inicial, por lo que, a menos que tomen un rumbo diferente en julio, cuando expire la pausa de 90 días, veremos una acción del mercado similar a la de la primera semana de abril”. Sin embargo, la evolución bursátil sugiere que los actores financieros ya se están adaptando con optimismo a las condiciones trazadas por la política comercial estadounidense.

El crecimiento del empleo y la confianza del consumidor siguen siendo los pilares de esta recuperación. Pese a un leve retroceso económico del 0,3% anualizado en el primer trimestre —atribuido en parte al adelantamiento de importaciones antes de la entrada en vigor de los aranceles—, el horizonte económico muestra signos de estabilización.
Las empresas estadounidenses, en tanto, han reaccionado con cautela, ajustando previsiones ante la volatilidad del comercio internacional. Sin embargo, el mercado ha sido claramente sostenido por sólidos informes de beneficios y la expectativa de que la Reserva Federal podría recortar tasas, impulsando aún más la actividad económica.