Volvemos a estar frente a un 8 de Marzo. Fecha de reivindicación y lucha por la igualdad de las mujeres, igualdad de oportunidades. Este año, las Naciones Unidas hablan de Derechos. Igualdad. Empoderamiento. Derechos son por los que las mujeres llevan luchando hace cientos de años. Sí, es verdad que se han conseguido avances, pero estamos lejos de llegar a esa igualdad real y efectiva. Empoderamiento, esa palabra mal interpretada en muchas ocasiones por algunos grupos. Me atrevería a decir que mal interpretada, de una manera consciente. El empoderamiento solo busca que las niñas y las mujeres sean personas autónomas y que ocupen el espacio que les corresponde en la sociedad.
Tenemos que reconocer que aún sigue existiendo la brecha de género en el empleo. Las mujeres siguen siendo las que tienen peores condiciones laborales. Aunque de acuerdo que se ha ido caminando de una manera positiva, queda mucho recorrido. Mujeres que solicitan permisos por cuidados, mujeres con reducciones de jornadas para dedicarle más tiempo a su familia. Algo que los hombres no hacen habitualmente. En el trabajo, hombres y mujeres deberían ser iguales. La maternidad en vez de ser algo normalizado en el mundo laboral, hace que sea una cuesta arriba para las mujeres a la hora de mezclar carrera laboral con maternidad.
Cuando a una mujer le ofrecen un puesto de responsabilidad, se piensa mucho si eso podrá ser compatible con su vida familiar. Esto es algo que hace que ellas no lleguen a ocupar esos puestos de la misma manera que los hombres. La conciliación y, sobre todo, la corresponsabilidad, son muy importantes para que tanto mujeres como hombres tengan las mismas oportunidades. Seguramente las mujeres vayan superando algo que han cargado siempre como es la culpa. Culpa por no estar en casa, culpa por perderse los primeros pasos de un hijo o hija. Esto se puede superar si la educación en las casas, la coeducación en los centros educativos es prioritaria y avanza en igualdad.
Promover la igualdad hace que las mujeres puedan ocupar espacios que les pertenecen. Espacios que, hasta no hace mucho, solo eran ocupados por hombres. Por eso el empoderamiento hará que las mujeres crean en ellas mismas. Sean conscientes de que también ellas pueden elegir, puedan vivir y hacer lo que han soñado siempre. Y no solo ser lo que se espera de ellas. Empoderamiento no significa ser más, aunque haya quien quiera hacerlo creer.
Por esto y por mucho más, la agenda feminista tiene que seguir estando en la vida política, tiene que ser una prioridad. El feminismo es andar de la mano hombres y mujeres. Es poder hacer de nuestra sociedad, una sociedad mejor. El talento tiene que estar representado por el cien por cien de la humanidad. La igualdad es justicia social, nadie puede ejercer poder sobre nadie.
¡Nos vemos todas y todos en las calles!
Sonsoles Rico
Secretaria de Igualdad de la Ejecutiva Regional del PSOE de Castilla-La Mancha