‘Vamos al tajo’, ‘tiene un filón’ o ‘es una ganga’: la Universidad de León rastrea las huellas de la minería en la lengua popular

  • El investigador de la ULE Javier Fernández, organizador de las jornadas ‘Narrativas mineras’, junto con Enrique Ferrari, investigador de la UNIR, rastrean y ponen en valor las expresiones lingüísticas que nacieron al calor de los tajos mineros y que hoy perviven en el vocabulario común

León, 9 de junio de 2025. El carbón ha forjado identidades, ha creado comunidades, modelado paisajes y sostenido formas de vida durante generaciones. Pero también ha dejado una huella menos visible y, sin embargo, profundamente arraigada: la forma en que hablamos. La minería no solo configuró el territorio de León, también moldeó su memoria, su imaginario colectivo y su lenguaje cotidiano.

Un legado intangible, hecho de expresiones, giros y metáforas que forman parte de nuestro vocabulario diario y que ha centrado un artículo de investigación de Javier Fernández Lozano, profesor de la Escuela de Minas de la Universidad de León con el que ha querido dar a conocer cómo las palabras y frases nacidas al calor de los tajos mineros perviven hoy en el vocabulario común, actuando como hilos que conectan a las generaciones pasadas con las futuras.

Realizado en colaboración con Enrique Ferrari, vicedecano de Investigación de la Facultad de Artes y Ciencias Sociales de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), el trabajo muestra cómo expresiones “vamos al tajo”, “es una ganga”, “tiene un filón” o “escarbar información”, tienen su origen en la experiencia diaria de la mina.

Expresiones que, según recuerda Lozano, no son simples curiosidades lingüísticas, sino rastros culturales que nos recuerdan una forma de vida que marcó el alma de las cuencas mineras leonesa y del resto de territorios mineros del país. “Estas figuras retóricas y tropos constituyen verdaderos puentes entre generaciones, que permiten que la historia de quienes bajaban cada día a la mina siga resonando en la superficie”.

Javier Fernández Lozano y Enrique Ferrari, en las jornadas ‘Narrativas mineras’. 

Sustantivos, continúa el investigador de la ULE, como “filón”, “veta”, “tajo”, “mina”, “cantera” o “ganga”, o verbos como “picar”, “cavar”, “cribar” o “minar” se utilizan en numerosos contextos de la vida cotidiana, con significados diversos, que contribuyen a enriquecer la lengua castellana y que forman parte del patrimonio minero.

De esta forma, la Universidad de León, a través de iniciativas como esta, reafirma su papel como motor de conocimiento, pero también como guardiana de una identidad que no quiere ser olvidada. Un ejercicio de recuperación simbólica que permite demostrar que, aunque la minería del carbón haya cesado su actividad, su presencia persiste de forma profunda en el lenguaje, en la literatura, en el imaginario colectivo.

“León fue una tierra minera. Y lo sigue siendo, porque la minería sigue latiendo en su forma de expresarse. Nuestro objetivo es poner en valor estas figuras y potenciar su uso, y, sobre todo, dar a conocer su origen minero”, destacó Lozano.

Una iniciativa que se enmarca en las jornadas ‘Narrativas Mineras’ que, organizadas por la ULE en colaboración con la UNIR y la Diputación de León a través del Instituto Leonés de Cultural (ILC), volverá a celebrar una nueva edición el próximo mes de diciembre con el objetivo de ofrecer una mirada multidisciplinar sobre el impacto de la minería desde perspectivas literarias, periodísticas, sociales, paisajísticas y culturales.