Una nueva herramienta define con más precisión qué áreas priorizar en los planes de conservación ambiental

Mantener una buena calidad de hábitat es fundamental para que las especies que viven en ellos puedan seguir haciéndolo y para que el ecosistema pueda seguir ofreciendo a la sociedad todos sus servicios. Proteger de forma adecuada la biodiversidad supone también identificar de forma adecuada qué áreas son las más importantes para conservar.

La definición de los espacios naturales protegidos en Andalucía (casi 3 millones de hectáreas o en torno al 30% de toda la región) se ha realizado teniendo en cuenta consideraciones puntuales de un momento dado. Ahora, una investigación realizada en la Universidad de Córdoba propone una nueva herramienta, basada en datos satelitales y modelos de distribución de especies a lo largo del tiempo, para establecer las áreas que deberían conservarse de forma prioritaria. Según esa herramienta, ensayada con seis especies clave del ecosistema andaluz (lince, águila imperial, pinsapo, quejigo andaluz, sapo partero bético y lagartija de Carbonell), la mayoría de las áreas protegidas andaluzas (80%) y de las especies estudiadas experimentaron una disminución en la calidad del hábitat durante las dos primeras décadas del siglo XXI.

Este nuevo método para identificar qué áreas deben priorizarse para la conservación y que forma parte de la tesis doctoral del investigador de la UCO Antonio Velasco Rodríguez tiene dos pilares fundamentales: las imágenes satelitales, que informan sobre el funcionamiento de los ecosistemas andaluces, y el Índice de Disponibilidad de Hábitat, un valor que indica la probabilidad que hay de que una especie viva en esa zona y que se obtiene tras cruzar los datos de teledetección con las observaciones de campo.

Además de esos dos pilares, el método cuenta con un cimiento que es el que asegura su mayor efectividad: el haber obtenido los datos durante 20 años. Conseguir datos durante un largo periodo de tiempo y no en momentos puntuales como se ha trabajado anteriormente es lo que ha posibilitado tener una herramienta más dinámica e integradora de las posibles áreas que deben priorizar su conservación a largo plazo.

Así, la inclusión del Índice de Disponibilidad de Hábitat de cada uno de los 20 años y de cada una de las seis especies en un software específico (MARXAN) es lo que ha permitido ver qué áreas son prioritarias para la conservación y que esas áreas no solo son las que actualmente están dentro de formatos legales de protección (como Parques Nacionales o Naturales), sino también zonas de su alrededor. De esta forma, el estudio propone un enfoque dinámico para la planificación de la conservación que tenga en cuenta los cambios anuales en la calidad del hábitat.

“Se trata de una herramienta más integradora porque no tenemos puntos fijos, sino que vemos la evolución y los cambios que se están produciendo en sistemas naturales complejos”, explica Salvador Arenas Castro, profesor del Área de Ecología de la UCO y director de la tesis en la que se basa la investigación.

Aunque la herramienta se ha ensayado con seis especies emblemáticas de Andalucía, el equipo investigador sostiene que el método publicado en la revista Conservation Biology puede servir para otras zonas y especies, y esperan que pueda ser utilizado por gestores políticos para tomar decisiones informadas sobre la protección de la biodiversidad.

Referencia
Velasco-Rodríguez, A., Regos, A., González, I. C., Sillero, N., & Arenas-Castro, S. (2025). Habitat dynamics of flagship species for conservation prioritization in southern Europe. Conservation Biology, e70067. https://doi.org/10.1111/cobi.70067 

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