Una investigación analiza los efectos políticos de Internet 

“Las moradas construidas a partir de las formas digitales de interacción mediática se caracterizan por generar simulacros de transparencia discursiva, por la negación de las formas de relato en cuanto conformadoras de la realidad y por la apología de una supuesta factualidad más allá del relato”, indica Pilar Carrera, catedrática del Dpto. de Comunicación de la UC3M, autora de “La comunicación en el diván. Efectos políticos del imaginario digital” (Cátedra, 2025). “Del ‘Big Brother’ al ‘Big Data’, este ensayo podría definirse como un análisis del inconsciente mediático y sus efectos políticos en una sociedad articulada cada vez más en torno a la lógica del ‘entertainment’”, añade. 

Combinando elementos del psicoanálisis, la filosofía y la teoría crítica de los medios para explorar el impacto del ecosistema digital en la subjetividad y en la construcción del poder, Carrera argumenta que Internet, en su dimensión de medio de comunicación de masas, produce un entorno donde las estructuras simbólicas generadas por la coexistencia de discursos y sistemas de mediación en concurrencia (condiciones necesarias para la democracia) quedan erosionadas, dando paso a nuevas formas de control camufladas de transparencia y empoderamiento.

Dado el manifiesto reciclaje entre la lógica del capital, el poder y los mass media, las implicaciones de esta investigación son evidentes. Carrera insiste en que no hay que confundir la tecnología con la lógica mediática, confusión muy habitual y distorsionadora. Lo que está en cuestión aquí no es la tecnología ni se trata de entonar ninguna cantinela “ludita”, nostálgica y regresiva. La “falacia de la tabula rasa y los mitos de la desintermediación se han revelado bastante útiles para desviar la atención de las estructuras de poder que administran y orquestan el presunto “ruido” de Internet, medio en el que, en realidad, como en cualquier mass media, todo está previsto y controlado”. 

Apunta también a que el repliegue sobre una privacidad totalmente mediatizada y desconectada por completo de la polis, tal y como se ha ido confirmando durante las últimas décadas y afianzándose definitivamente durante la pandemia del COVID-19, supone un retroceso, en términos de imaginario, a regímenes pre-democráticos.

Para llevar a cabo este análisis, la autora emplea una metodología interdisciplinar que combina el estudio de casos mediáticos con un enfoque filosófico. A través del examen de fenómenos como la hiperconectividad, la cultura del clickbait y la manipulación algorítmica del discurso público, pone de relieve cómo el entorno digital ha generado una narrativa imperialista y determinista capaz de obliterar la pluralidad del mundo y la posibilidad del cambio: “Es un acto de enunciación fraudulenta identificar la arquitectura de Internet con la arquitectura de la sociedad en su conjunto y, más aún, con la realidad”.

La investigación apunta también a aspectos relacionados con el discurso mediático dominante sobre la IA, en el que intencionalmente se difumina, aún más, la ya maltrecha noción de responsabilidad (imputada primero a los “usuarios” y ahora a algún algoritmo “desbocado” y no a los propietarios de las diferentes plataformas): “El discurso mainstream sobre la IA es, al mismo tiempo, milagrero, apocalíptico, omnipotente, ocultista…, un verdadero mix and match testamentario-astrológico. Hemos entrado en la fase tarótica del medio”. Todo esto, se apunta, responde a razones, por lo demás, de orden estrictamente prosaico, a cuestiones económicas y de poder. “El relato digital es solamente reflejo de sí mismo, de su propia lógica, camuflada bajo una aparente babélica polifonía de usuarios globales”, concluye Carrera. 

Más información: 

https://www.catedra.com/libro/signo-e-imagen/la-comunicacion-en-el-divan-pilar-carrera-9788437648538/