La plataforma de activos digitales Bullish, respaldada por el multimillonario Peter Thiel, ha presentado documentación ante la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. para realizar una Oferta Pública Inicial (OPI), es decir, para cotizar en la bolsa de valores por primera vez.
Según información de Financial Times, el banco de inversión estadounidense Jefferies ha sido designado como el principal subscriptor de la oferta.
Bullish se sitúa así entre las empresas cripto que pretenden sacar provecho del entusiasmo de los inversores a la sombra de carácter regulatorio más benevolente de la presidencia de Donald Trump.
Nuevo intento tras los éxitos en el sector
La compañía había intentado salir a bolsa con anterioridad. La primera vez fue en 2021, cuando hizo la tentativa a través de una sociedad de adquisición con fines especiales, aunque obstáculos regulatorios dieron al traste con el propósito. Mientras que en los últimos tiempos las subidas de los tipos de interés habían acabado con sus expectativas.
Los éxitos de otras empresas de criptomonedas parece que ahora le han dado el espaldarazo que necesitaba. El más reciente fue el de Circle, compañía que emite ‘stablecoins’, que salió a bolsa la semana pasada recaudando 1.100 millones de dólares en su debut, marcando el récord de ganancia del 168 % en su primer día.
Además de Circle, la plataforma de activos digitales Gemini, fundada por los hermanos Cameron y Tyler Winklevoss, y la plataforma de comercio social eToro, también han lanzado sus aspiraciones para cotizar en bolsa en las últimas semanas.
Desde que llegó al cargo, Donald Trump ha dado aliento a estos negocios. Partidario de las criptomonedas, la postura de su Administración es mucho más abierta y ha contribuido a que el precio del Bitcóin alcance niveles récord, por encima de los 100.000 dólares.
Ahora los ojos se vuelven a las ‘stablecoins‘, monedas estables, un tipo de criptomoneda cuyo valor está vinculado a un activo estable, generalmente el dólar estadounidense. Sin embargo, por el momento quedan cuestiones sin resolver para su integración en el sistema financiero convencional.