Un jurado popular enjuiciará a partir del próximo día 9 de junio en la Audiencia Provincial de Sevilla a cuatro varones acusados de asesinar y robar a un hombre y ocultar luego su cadáver en un pozo del término municipal de Pilas.
De este modo, el juicio comenzará el día 9 de junio con la constitución del jurado popular y la presentación de las alegaciones previas por las partes personadas, tras lo que los días 10, 11 y 12 comparecerán los testigos, el día 13 los harán los peritos y el día 16 comparecerán los cuatro acusados.
En su escrito de acusación, la Fiscalía considera a tres de los acusados -José S.C., su hijo José S.G. y Matheus R.S.- coautores de los hechos y reclama para cada uno de ellos 25 años de cárcel por un delito de asesinato; cinco años de prisión por un delito de robo con violencia, y un año y seis meses de cárcel por un delito de tenencia ilícita de armas, mientras que para el cuarto acusado -Francisco S.C., hermano de José S.C.- pide diez años de prisión como cómplice de un delito de asesinato y un año y nueve meses de cárcel como cómplice del delito de robo con violencia.
Asimismo, solicita que los tres principales acusados, que se encuentran actualmente en prisión provisional por estos hechos, indemnicen conjunta y solidariamente a la familia de la víctima con un total de 488.586,18 euros, importe del que interesa que el cuarto acusado, actualmente en libertad provisional, responda solidariamente hasta un máximo del diez por ciento de la suma de las indemnizaciones.
El Ministerio Público relata en su escrito de acusación que el acusado José S.C. “mantenía rencillas por asuntos relativos al tráfico de drogas” con el fallecido, de forma que “empezó a trazar un plan con el fin de quitar la vida” a éste, “decidiendo finalmente junto” con los otros encausados ponerlo en marcha la mañana del día 21 de junio de 2022.
Según indica la Fiscalía, dicho plan “consistía en llevar” a la víctima hasta una parcela rústica “bajo el pretexto de darle participación en la venta de varios kilos de cocaína que se encontrarían en la misma y, una vez en el lugar, le darían muerte disparándole por sorpresa con arma de fuego y se desharían de su cadáver, ocultándolo dentro de un pozo situado en otra finca rústica de las inmediaciones”.
Así, el Ministerio Público precisa que, la mañana del día 21 de junio de 2022, el acusado Francisco S.C. se desplazó desde su domicilio en Coria del Río hasta una finca ubicada en Pilas y propiedad del cuñado de José S.C., donde estuvo entre las 7,05 y las 7,27 horas, tras lo que emprendió el regreso a Coria del Río, donde, según la Fiscalía, llegó sobre las 8,05 horas e “inició un intercambio de llamadas telefónicas” con el resto de investigados “con el fin de confirmar entre ellos la señal de que el plan se ponía definitivamente en marcha”.
Le dispararon con una escopeta
La Fiscalía añade que, sobre las 9,00 horas de ese mismo día, el acusado José S.C. se dirigió a la víctima cuando ésta se disponía a desayunar en una peña de Coria del Río y le “ofreció como señuelo para que accediera a marcharse con él y darle muerte ser intermediario en la venta de varios kilos de cocaína que su hijo poseía supuestamente, quedándose con un porcentaje de los beneficios”, a lo que el fallecido accedió, montándose con el acusado en un vehículo con el que se trasladaron hasta la finca de Pilas anteriormente referida.
En este lugar “le esperaban José S.G. y Matheus R.S. con al menos una escopeta, y aprovechando las circunstancias de soledad del emplazamiento, de manera sorpresiva e inesperada y con objeto de acabar con su vida, le dispararon de frente y de costado, a corta distancia, sin que” el varón agredido, “persona de gran corpulencia y forma física, pudiera ejercer defensa eficaz alguna frente al ataque mortal del que fue objeto, alcanzándole tres disparos en tórax y abdomen, que le causaron la muerte casi instantáneamente al provocar graves lesiones en el corazón así como afectar a ambos pulmones”.
“Todos ellos llevaron a cabo su acción y actuaron con el común ánimo o intención, o conociendo y asumiendo las altas probabilidades que existían, de acabar con la vida” del fallecido “si actuaban en la forma en que lo hicieron”, relata el Ministerio Público, que precisa que, “para deshacerse del cadáver y evitar que fuera descubierto, lo desplazaron en el vehículo hasta un pozo sito en un olivar a unos 350 metros de la citada finca y que no se encontraba en uso, lo introdujeron, junto con cuatro ladrillos a modo de lastre, dentro de una bolsa de grandes dimensiones que amarraron por ambos extremos con bridas y lo tiraron al pozo, tapando su brocal con losas y ladrillos a fin de eliminar cualquier vestigio biológico que pudiera asociarlos a lo acontecido”.
La Fiscalía pone de manifiesto que, de manera previa, “conjuntamente, o al menos uno de ellos con la anuencia y colaboración activa de los otros, con ánimo de ilícito beneficio, despojaron a la víctima de un anillo de oro que portaba en su mano –tasado en 249 euros-“, llevándose además el teléfono móvil del fallecido “para de ese modo aparentar que seguía desenvolviendo su vida con normalidad, desplazando el referido teléfono móvil con el terminal en funcionamiento para que delatara su distinto posicionamiento geográfico a partir de ese momento”.
El Ministerio Público señala que, sobre las 10,49 horas, los acusados se marcharon del lugar y se dirigieron a Coria del Río, vendiendo por el camino el anillo de oro de la víctima en un establecimiento de compra-venta de oro y obteniendo 170 euros que se repartieron, tras lo que circularon por varias localidades con el terminal telefónico de la víctima en funcionamiento hasta que lo abandonaron a las 19,02 horas en algún lugar de Bollullos de la Mitación, donde dejó de tener señal a las 23,22 horas y se perdió su rastro. El cadáver fue localizado por la Policía Nacional el día 29 de septiembre de 2022.