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Jack McFawn cumplió el sueño de su vida: ver en persona a su adorado París Saint-Germain
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El joven de 14 años viajó casi 1.340 kilómetros desde Salt Lake City, su ciudad natal, hasta el Lumen Park de Seattle
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El Mundial de Clubes FIFA ha brindado a miles de aficionados estadounidenses la oportunidad de disfrutar de sus héroes
La edición inaugural del Mundial de Clubes FIFA 2025™ es un torneo en el que los sueños se hacen realidad. A Jack McFawn, portero de 14 años y natural de Salt Lake City, el torneo le ha dado la oportunidad de cumplir el sueño de su vida: poder ver en persona al París Saint-Germain.
Cuando Achraf Hakimi marcó el segundo gol del PSG contra el Seattle Sounders y selló la clasificación del equipo francés para octavos de final, Jack estaba en las gradas celebrando un momento que llevaba nueve años gestándose.
Nuestro protagonista se enamoró del fútbol desde muy pequeño. Empezó a jugar a los tres años y se convirtió en un guardameta que en la actualidad defiende la portería de su equipo en las ligas juveniles de Utah. Jack no tardó en declarar su lealtad por el PSG, del que se convirtió en un hincha incondicional con sólo cinco años.
Incluso puede precisar el momento en que se transformó en un converso del equipo parisino. Fue cuando se sentó con sus padres para ver un partido de la Ligue 1 en 2016 quedando hipnotizado por jugadores de la talla de Zlatan Ibrahimović, Edinson Cavani y Ángel Di María mientras el PSG derrotaba al Olympique de Marsella por 2-1.
Estar en las gradas del Lumen Field fue la culminación de nueve años de fanatismo, superando incluso una visita en 2022 al estadio Parque de los Príncipes de París, donde recorrió los vestuarios y vio la final de la Copa Mundial de la FIFA™ por televisión.
«Fue una experiencia muy divertida conocer el estadio, poder entrar al vestuario, ver dónde se sentaban Lionel Messi y Kylian Mbappé, y mirar las figuras recortadas de los jugadores en los vidrios», contó Jack.
«Sucedió durante la Copa Mundial de la FIFA 2022 en Catar, así que no pude asistir a ningún partido del PSG en el estadio, pero sí pude ver la final del Mundial en una pantalla junto a un grupo de personas».
Ya de regreso en Estados Unidos, Jack viajó casi 1.340 kilómetros desde Salt Lake City hasta Seattle para el partido del Mundial de Clubes FIFA, donde estuvo rodeado de hinchas rivales: la mayoría de los 50.628 espectadores alentaban al club local, Seattle.
Sin embargo, Jack se marchó feliz, porque el PSG, con la victoria por 2-0, se aseguró el primer lugar del Grupo B, y le regaló a Jack un recuerdo que llevará consigo para siempre.
«Recibí las entradas como regalo de Navidad: mis padres las pusieron en una caja enorme, y dentro había otra y otra, como una muñeca rusa, y me puse eufórico cuando supe que iba a ver al PSG jugar en Estados Unidos», rememora con una amplia sonrisa.
«Fue muy divertido ver a todos los jugadores, darte cuenta de lo altos que son y verlos jugar. Es algo completamente distinto a mirarlos por televisión. Los dos goles que hicimos van a ser el momento que más recuerde por un buen tiempo», avisa.
Para hacer aún más especial la experiencia, el padre de Jack organizó un encuentro con otros fanáticos del PSG antes del partido, y juntos asistieron a un evento de aficionados del club en Seattle.
«Fue muy entretenido sentirme parte de la familia del PSG por un rato, estar rodeado de otros hinchas del club y verlos jugar en persona. Es una experiencia con la que soñaba desde que era muy chico».
Aunque la historia de Jack es individual, representa la de miles de personas y encapsula perfectamente de qué se trata el Mundial de Clubes FIFA: hacer realidad los sueños de jugadores, entrenadores, clubes y, lo más importante, de los hinchas.
Reunir a los 32 mejores clubes del mundo también significa reunir a 32 grupos de los hinchas más apasionados del planeta, todos viendo a sus equipos competir por el título de campeón del mundo. Y para muchos de esos fanáticos, como en el caso de Jack, significa poder ver a sus ídolos en persona por primera vez.