El objetivo de este Programa BIP es experimentar cómo son en la práctica las atrocidades masivas y el genocidio, y reflexionar sobre las respuestas que el Derecho Internacional ha ofrecido después de 1945.
El curso se llevó a cabo en Cracovia (Polonia) y el programa se centraba en casos recientes de teoría y práctica del genocidio. En él, se proporcionaron materiales esenciales, así como una visita guiada al antiguo campo de exterminio de Auschwitz Birkenau. Todos los estudiantes participantes escribieron un ensayo sobre este Programa y hemos hablado con varios de estos estudiantes de Loyola que nos han contado su testimonio.
La profesora de la Universidad Loyola, Carmen García Ruíz, acompañó a los estudiantes de la Universidad Loyola participantes en el Programa y, a su vez, dio la ponencia «From Nuremberg and Tokio to the International Criminal Court (ICC)”.
Para la docente Carmen García, el Programa intensivo fue concebido como una formación en dos sentidos. Por un lado, consiste en impartir sesiones de alto nivel de especialización destinadas a ofrecer una visión sobre las dificultades de la persecución de graves crímenes como el de genocidio, analizando la evolución de la regulación jurídica los crímenes más graves y su realidad actual, incidiendo en sus carencias y necesidades de mejora.
Por otro, despertar en el alumnado sensibilidad hacia el sufrimiento ajeno, y hacerlos conscientes de su lugar en la sociedad y de la necesidad de esta de que aporten su valía en pro del bien común. Es por esto por lo que se visita el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau. “Personalmente, ha sido una experiencia devastadora. Fuimos guiados por un profesor de historia de la Jagelonian que impregnó sus explicaciones de un profundo sentimiento y respeto hacia las víctimas. Nos recordó cómo quienes idearon esta atrocidad eran personas con una fuerte formación intelectual que deshumanizaron a su prójimo. A medida que caminas por el campo, el sentimiento de angustia es apabullante. Comprendes la soledad en la que murieron tantas personas, a merced de la crueldad de otros, sin posibilidad alguna de salvación. Ves sus objetos personales, sus gafas, sus zapatos, sus maletas con sus nombres y paseas por los barracones en los que fueron hacinados día tras día sin ninguna esperanza de sobrevivir. Impacta ver cómo la via del tren termina en la entrada a Birkenau, sentir el frío en ese lodazal en el que se consumó el exterminio y cuyo fin no alcanzas a ver. Nos decía el guía que los supervivientes que regresan se sorprenden al ver que ha crecido la hierba y siempre recuerdan el hambre y el frío inconsolable. Nos habló del silencio de muchas de ellas tras ser liberados, de cómo solo encontraron comprensión en otras víctimas”.
“Sobrecoge atisbar la magnitud de la barbarie, intuir el sufrimiento de tantas personas, y es este un sentimiento que me acompañará siempre. A pesar de eso, volvería a hacer esta visita, como recuerdo y homenaje a quienes allí sufrieron y como lección de vida”
Experiencias en primera persona
Santiago Luceño López es estudiante de Derecho y Relaciones Internacionales en la Universidad Loyola, en su caso, su experiencia en Cracovia ha sido muy enriquecedora. “Las clases fueron mucho más que una lección académica; supusieron momentos de reflexión sobre el sufrimiento humano y la justicia internacional, así como sobre los errores cometidos en el pasado. Los profesores, apasionados por la materia, no solo nos explicaron los aspectos legales, sino que nos desafiaron a pensar en cómo las leyes pueden ser una herramienta para sanar, para evitar que se repitan los horrores del pasado. Además, el curso fue la manera perfecta de compaginar ambas carreras, por la parte legal e internacional”.
Para Santiago, uno de los momentos que más le marcó fue la visita a Auschwitz. “El campo de concentración, al que asistimos como parte del curso, me impactó profundamente. Estar allí, donde tantos sufrieron y perdieron la vida, fue un recordatorio de la brutalidad de los genocidios y las atrocidades masivas que hemos estudiado. Ver de cerca los restos de ese sufrimiento humano me hizo reflexionar sobre la importancia de conocer la historia y el papel del derecho penal internacional para la prevención de estos crímenes. Fue una experiencia emocionalmente abrumadora, pero esencial para comprender la magnitud de lo que se estudia en este campo del derecho”.
“El curso me hizo sentir más consciente de la necesidad de comprender las injusticias y de querer aportar mi grano de arena para que estos acontecimientos que han marcado la historia no se repitan”
En ese sentido, Mº José Sierra Monterrubio, otra de las estudiantes participantes, cursa el doble grado de Psicología y Criminología, nos cuenta que el BIP fue una experiencia increíble que permitió su crecimiento profesional pero también personal, porque le dio la oportunidad de reflexionar sobre aspectos que en el día a día no hacía y que, sin embargo, han tenido una repercusión en la humanidad. “A pesar de que estaba nerviosa en un principio, fue una experiencia que superó mis expectativas y recomendaría a cualquier persona que lo viviera. Aunque la experiencia fue increíble es importante decir que tuvo una gran carga emocional para mí, y removió muchas emociones y sentimientos».
Para ella, su mayor choque fue el pensar que los genocidios o atrocidades, fueron cometidos por personas, con sesgos y creencias, similares a las que todos tenemos y que, por tanto, fue para ella muy interesante reflexionar sobre aquellas cuestiones que llevaron a estas personas a cometerlas y a la sociedad en general, que no lo cuestionó. “Las clases fueron realmente interesantes y que permitían el debate con los compañeros; esto fue realmente enriquecedor ya que eran personas con otra cultura y puntos de vista sobre los temas tratados, lo que hizo que me cuestionara algunos aspectos o que fortaleciera mis ideas y creencias. Un aspecto que puedo resaltar y que tuvo un mayor impacto para mí fue la visita a Auschwitz– Birkenau ya que fue algo que me dejó sin palabras. Las emociones y sensaciones que se tienen al estar ahí parado son indescriptibles, no existen palabras claras para decir lo que se siente y lo que pasa por tu mente, para entenderlo debes estar ahí. Fue algo muy duro porque puedes ver la intención e ingenio que tenían las personas para construirlo y permitir que funcionara a través de los años. El guía fue maravilloso porque iba explicando con sentimiento y detalle aspectos que nunca te planteas o que no habías oído”.
Ver las cosas en primera persona es impactante, Mº José explica que a pesar de que sepamos la historia, lo vemos como algo lejano, pasado y que nunca estarías en esa situación o incluso en el lugar físico, pero al estar ahí, piensas todo lo que vivieron las personas y que tristemente cualquiera de nosotros pudo haber sido. “El estar en el programa y el analizar después de cada clase, permite cuestionar sobre cómo las cosas son realizadas en el mundo y permite que te sientas con una responsabilidad y esperanza a que en un futuro puedas poner tu grano de arena y contribuir a que este mundo sea mejor y semejantes atrocidades no sean repetidas”.
Para ella, el programa es una experiencia única pero que, sin los implicados, no sería posible, “quiero agradecer que esta experiencia ha sido memorable para mí. Es una oportunidad recomendable en todos los aspectos».
“Creo que, profesionalmente hablando, todavía me queda mucho que aprender y descubrir para poder elegir lo que quiero hacer, pero creo que voy en buen camino porque durante estos años he aprendido y creciendo como persona y, por tanto, tengo un área en la que en un futuro me gustaría ejercer mi profesión y alcanzar mis metas y desarrollo personal”
Luciana Milagros Olórtegui Torres es estudiante del doble grado en Derecho y Relaciones Internacionales. Para ella, ser parte del “BIP on Genocide and Mass Atrocities under International Law” ha sido una experiencia inolvidable, afirma que lo guardará por siempre, «ha supuesto para mí no solo un crecimiento profesional, sino también personal. Un verdadero ejercicio de memoria y consciencia”.
Durante esa semana intensiva de formación, tuvo la oportunidad de explorar en profundidad el marco jurídico internacional que regula los crímenes de genocidio y otras atrocidades masivas, comprendiendo los retos que enfrenta la comunidad internacional en su prevención y enjuiciamiento. “El curso se estructuró en interesantes sesiones impartidas por expertos en derecho penal internacional y derechos humanos, que nos guiaron durante nuestra estancia en Cracovia. Una pintoresca ciudad donde, a pesar de su triste pasado, se percibe el noble corazón de su gente. Uno de los aspectos más enriquecedores del curso fue la combinación de teoría con la realidad práctica. La experiencia más conmovedora y trascendental fue la visita al campo de concentración y exterminio Auschwitz-Birkenau, un lugar que simboliza el horror al que puede llegar el ser humano cuando se permite el odio, la discriminación y la deshumanización del otro”.
Luciana insiste en que recorrer Auschwitz es enfrentarse con la más absoluta negación de la dignidad humana, un sufrimiento imposible de dimensionar. “Caminar por los barracones, ver las pertenencias de las víctimas y conocer en detalle las atrocidades allí cometidas nos confrontó con la necesidad imperativa de recordar para evitar que tales crímenes vuelvan a repetirse. Estar allí no es solo un acto de aprendizaje histórico, sino un compromiso moral: recordar, comprender y trabajar para que el mundo nunca más tolere el silencio y la indiferencia frente al exterminio de inocentes. Debatimos sobre la importancia de la memoria, la verdad y la responsabilidad colectiva en la prevención del genocidio”.
El intercambio con profesores y compañeros provenientes de distintos países y disciplinas fue otro valor agregado del curso. “Tuvimos la suerte de contar con un guía que no se ciñó al aspecto turístico, me quedo con una frase que nos dijo: “la grandeza de una persona no se mide en sus conocimientos, sino en su código básico de moralidad y ética”. La diversidad de perspectivas en las discusiones permitió un análisis multidimensional de los temas tratados, fomentando un diálogo crítico sobre las respuestas internacionales ante crímenes atroces, los desafíos en la reparación a las víctimas y las estrategias para fortalecer los mecanismos de prevención. Tener la oportunidad de estar en un entorno con tanta carga histórica hicieron de esta experiencia un hito en mi formación académica y profesional”.
Para ella, este curso no solo le ha dejado herramientas jurídicas y teóricas, sino que ha reforzado en ella la certeza de que la lucha contra la impunidad y la defensa de los derechos humanos no es una opción, sino un deber ineludible de nuestra generación.
“El genocidio no es un fenómeno del pasado; sigue acechando en distintas partes del mundo, adoptando nuevas formas y desafiando constantemente la conciencia de la humanidad”
UNIC HEI Award
Esta experiencia de la Universidad de Deusto en colaboración con la Universidad Loyola, Uniwersytet im. Adama Mickiewicza w Poznaniu y la Facultad de Derecho de la Universidad de Zagreb, ha hecho que sea galardonada por el UNIC HEI Award, que tiene como objetivo reconocer las mejores prácticas docentes e investigadoras en superdiversidad e inclusión, reforzando estos valores en las universidades que forman parte de la alianza. A través de esta iniciativa, se otorgan insignias digitales a los cursos y estudios que demuestran excelencia en estos ámbitos, fomentando la enseñanza, la investigación y la difusión de la inclusión en la educación superior.
El curso premiado, que analiza desde un enfoque jurídico e interdisciplinar el fenómeno del genocidio y las atrocidades masivas, destaca por su impacto académico y social, así como por su capacidad para involucrar a estudiantes de diferentes países y contextos. Este logro representa un hito en la colaboración entre instituciones académicas europeas y la promoción de los valores inclusivos.
El premio UNIC HEI invita a las universidades socias de la alianza UNIC a postular cursos que promuevan la superdiversidad y la inclusión, estableciendo estándares de calidad educativa y compartiendo las mejores prácticas con la comunidad académica internacional.