23.06.25
En los últimos años, el desarrollo de terapias basadas en la manipulación de células del sistema inmunitario con objeto de aumentar su capacidad de destruir células tumorales ha despertado un enorme interés. Dentro de este tipo de terapias, una de las más prometedoras es la que utiliza linfocitos T (un tipo de glóbulo blanco especializado en la inmunidad celular) modificados genéticamente y conocidos como CAR T (por sus siglas en inglés, Chimeric Antigen Receptor T cells). Este tipo de terapia ha dado muy buenos resultados en ciertos cánceres de la sangre, como leucemias y linfomas. Sin embargo, no ha sido igual de eficaz en tumores sólidos, como los que afectan a órganos y tejidos. Aquí es donde entran en juego unas diminutas partículas inteligentes desarrolladas por un equipo de científicos de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), del Hospital Niño Jesús de Madrid y del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Estas nanopartículas (llamadas protocélulas, ya que presentan una composición similar a la de las células) se comportan como un sistema de guiado para los CAR T ya que marcan con precisión a las células malignas y les muestran el camino a seguir, dejando a salvo a las células sanas. En el trabajo realizado se ha comprobado que el uso de estas nanopartículas mejora de forma significativa la capacidad de los CAR T para encontrar y eliminar las células del neuroblastoma, un tipo de cáncer infantil muy agresivo que afecta al sistema nervioso y que actualmente no cuenta con tratamientos eficaces.
Los CAR T se producen a partir de células precursoras de linfocitos extraídas del propio paciente en las que se introducen modificaciones genéticas para dotarlas de la capacidad de detección de determinados patrones moleculares presentes únicamente en las células tumorales (antígenos tumorales). De esta forma, cuando estos CAR T se inyectan en el paciente, son capaces de buscar y destruir las células cancerosas de una forma extremadamente precisa y han demostrado una enorme eficacia para tratar tumores líquidos. Desafortunadamente, su eficacia en el tratamiento de tumores sólidos ha sido hasta el momento muy escasa. Una de las principales razones que explican esta baja eficacia es la incapacidad de los CAR T de reconocer a la célula tumoral dentro de un tejido tan complejo como suele ser un tumor sólido, donde habitan no sólo las células tumorales, sino múltiples poblaciones celulares. Además, las células tumorales aprenden con el tiempo a ocultar sus antígenos superficiales dificultando aún más su reconocimiento por los CAR T.
En un trabajo desarrollado por el Dr. Alejandro Baeza, de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio (ETSIAE) de la UPM, en colaboración con los grupos de investigación del Dr. Manuel Ramírez Orellana del Hospital Universitario Niño Jesús de Madrid, y del Dr. Javier García Castro del Instituto de Salud Carlos III, se han desarrollado nanopartículas inteligentes capaces de navegar por el torrente sanguíneo, acumularse preferentemente en la zona tumoral y, una vez allí, marcar selectivamente a las células tumorales con una determinada molécula −la fluoresceína− que es reconocida por CAR T, ya que las células T han sido específicamente diseñados para detectar este patrón molecular.
Izquierda: Esquema de unión de neuroblastoma marcado con fluoresceína con los CAR T. Centro: Imagen de microscopía electrónica de las protocélulas. Derecha: Imagen de microscopía confocal de fluorescencia de las células de neuroblastoma marcadas con fluoresceína (flechas blancas). Imágenes seleccionadas de ACS Appl. Mater. Interfaces 2025, 17, 8, 11937–11945.
La eficacia de estos sistemas se ha ensayado en modelos tumorales que afectan en los primeros cinco años de la vida (neuroblastomas). Se ha comprobado que la administración de estos nanosistemas mejora significativamente la capacidad de los CAR T de reconocer y destruir de forma selectiva las células de neuroblastoma. En palabras del Dr. Alejandro Baeza, investigador de la UPM que lidera estos estudios “nuestras protocélulas actúan como un sistema de guiado que señala el camino que tiene que seguir los CAR T para erradicar el tumor, sin afectar al resto de células sanas del organismo”. Actualmente, los investigadores están trabajando en la evaluación de la eficacia de estos sistemas en modelo de neuroblastoma en ratón, que imita de forma más precisa el tejido tumoral. Se espera que la información que se obtenga con estos ensayos permita estudiar su aplicación en humanos en un plazo de 2-5 años.
El proyecto ha sido financiado a través del proyecto del Ministerio de Ciencia e Innovación (PID2022-141917OB-I00) y la Asociación Pablo Ugarte.
Jorge Parra-Nieto, Laura Hidalgo, Marta Márquez-Cantudo, Javier García-Castro, Diego Megias, Manuel Ramírez, Alejandro Baeza. Liposomal-Based Nanoarchitectonics as Bispecific T Cell Engagers in Neuroblastoma Therapy. ACS Applied Materials & InterfacesVol 17/Issue 8, 11937–11945.