Alicante. Martes, 10 de junio de 2025
Un estudio en el yacimiento de El Collado, en Oliva (Valencia), revela el conjunto más importante de restos de tortugas acuáticas —galápagos— documentado hasta la fecha para el periodo Mesolítico en la península Ibérica. El trabajo, publicado en Journal of Archaeological Science: Reports, identifica restos de dos especies de tortuga –Emys orbicularis (galápago europeo) y Mauremys leprosa (galápago leproso)– que fueron consumidas como recurso alimenticio en un contexto de grandes transformaciones ambientales ligadas al ascenso del nivel del mar tras la última glaciación.
Liderado por la Universidad de Alicante (UA), el artículo aporta una relevante información sobre las estrategias de adaptación de los grupos mesolíticos a estos cambios ambientales y a la explotación diversificada de los recursos litorales.
“El hallazgo revela las prácticas de subsistencia y explotación de recursos acuáticos en el litoral mediterráneo hace entre 9.500 y 8.200 años”, señala la investigadora de la UA y autora principal del estudio, Raquel Moya. “El análisis ha permitido identificar dos especies —Emys orbicularis y Mauremys leprosa— que presentan claras evidencias de procesamiento antrópico. Durante el análisis tafonómico, es decir, el estudio de los procesos que actúan sobre los restos de organismos desde su muerte hasta su fosilización, “se han documentado modificaciones, como marcas de combustión, que ponen de manifiesto el procesamiento y consumo de estas especies por los grupos humanos que frecuentaron el yacimiento de El Collado”, añade Moya.
Este descubrimiento abre una nueva perspectiva sobre la explotación de los ecosistemas acuáticos en este periodo. En este sentido, el aprovechamiento de tortugas, junto con la caza de mamíferos y de otras especies acuáticas, refleja un conocimiento detallado del entorno y de los ecosistemas acuáticos del litoral, como las marismas y lagunas costeras presentes en la zona durante el Holoceno antiguo.