El hallazgo es de gran ayuda para reducir las complicaciones y la duración de los ingresos en las unidades de cuidados intensivos | El trabajo está liderado por Juan Mayordomo Colunga, intensivista pediátrico del HUCA y profesor de la Universidad de Oviedo, y forma parte de la tesis de la doctoranda Pilar de Castro | El ‘American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine’ publica el resultado de la investigación basado en el estudio de 500 niños graves ingresados en 25 UCI, entre ellas la del hospital asturiano
Un estudio multicéntrico coliderado por un investigador del Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (Ispa), la Fundación para la Investigación y la Innovación Biosanitaria del Principado de Asturias (Finba) y la Universidad de Oviedo, ha demostrado una relación evidente entre la necesidad de ventilación mecánica prolongada y la pérdida de capacidad de aireación de los pulmones de los pacientes pediátricos gravemente enfermos.
El hallazgo del estudio que se conoce como LUS PICO, acrónimo del inglés Lung ultrasound score-pediatric intensive care outcomes, sirve ahora para detectar aquellos casos más graves que pueden requerir de un tratamiento más intensivo para evitar una ventilación mecánica prolongada y distintas complicaciones asociadas a una mayor duración de los ingresos en las unidades de cuidados intensivos pediátricas.
Estas conclusiones se han obtenido mediante la inclusión en el estudio de más de 500 niños graves ingresados en cuidados intensivos, a los cuales se les realizaba una ecografía a pie de cama a las 12 horas del ingreso, y una segunda ecografía a las 48-72 horas, valorando el grado de aireación de sus pulmones.
El grupo de investigación que ha alcanzado estas conclusiones pertenece al Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) de Enfermedades Respiratorias que lidera el doctor Guillermo Muñiz Albaiceta, director científico del Ispa.
El artículo Lung Ultrasound Score, Severity of Acute Lung Disease and Prolonged Mechanical Ventilation in Children contiene una parte de los resultados del estudio multicétrico LUS-PICO ha sido publicado en la American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine, una de las revistas más prestigiosas del mundo en el ámbito de los cuidados intensivos que, de forma excepcional, difunde artículos pediátricos.
En el estudio participado un total de 24 unidades de cuidados intensivos pediátricas españolas y una portuguesa, y ha sido coliderado por los doctores Juan Mayordomo Colunga, investigador del ISPA, intensivista pediátrico en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y profesor asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo; e Ignacio Oulego Erroz, pediatra especializado en cardiología pediátrica y cuidados intensivos pediátricos en el Centro Asistencial Universitario de León.
El estudio forma parte de la tesis doctoral de la doctoranda Pilar de Castro Vecino, en el que se han incluido un total de 538 niños ingresados en cuidados intensivos.
La ecografía pulmonar clínica o a pie de cama es capaz de estimar de una manera no invasiva, fiable y sin irradiación (como sí produce la radiografía convencional y la tomografía computadorizada o scanner), la cantidad de “líquido” que hay en los pulmones.
Según explica el doctor Mayordomo, “un pulmón sano no tiene prácticamente líquido, sino que está lleno de aire casi al completo. Sin embargo, cuando hay una inflamación, una neumonía grave, por ejemplo, se acumula líquido en los pulmones”. De la misma forma, cuando el corazón o los riñones no funcionan bien, los pulmones también acumulan líquido y pierden aireación. Por tanto, “el líquido en los pulmones es un buen reflejo del daño grave que se produce en otras partes del organismo en niños graves”.
Este tipo de ecografía ha experimentado una enorme expansión a raíz de la pandemia por la COVID-19, pues servía de ayuda para estimar la afectación pulmonar de los pacientes, generalmente adultos de edad avanzada.
También ha demostrado ser útil para conocer la causa y la gravedad de la dificultad respiratoria que aparece en los recién nacidos, fundamentalmente en los prematuros, de forma que es indicador del tipo de tratamiento que precisan. Hasta ahora, el beneficio del uso de la ecografía pulmonar en niños graves mayores de un mes se había estudiado escasamente.