Un 70% de los ciudadanos de España y Portugal confiesa sentir preocupación por la desinformación digital

Esta investigación forma parte del proyecto SmartVote, que aglutina a más de una veintena de investigadores españoles y portugueses de seis organizaciones diferentes, en el que están diseñando una herramienta para identificar noticias falsas (mediante el reconocimiento de manipulación de imágenes y vídeos), la difusión de encuestas engañosas, la descontextualización y los bulos. “La narrativa más utilizada para desinformar es la del fraude electoral”, explica una de las autoras del estudio, Carolina Fernández Castrillo, del Departamento de Comunicación de la UC3M. “Y la amplificación de la desinformación por parte de los partidos políticos es un factor clave en su propagación y en la credibilidad percibida”.

Según el informe, los partidos de extrema derecha, como Vox en España o Chega en Portugal, destacan como principales focos de difusión de contenidos falsos en redes sociales. “Existe cierta homogeneidad ibérica en términos de desinformación, con estos partidos políticos adoptando estructuras y narrativas de desinformación similares”, señala el coordinador del informe, Miguel Paisana, investigador del Observatório da Comunicação (OberCom) de Portugal. 

Este informe es el primero publicado por el proyecto SmartVote, en el que además de la UC3M y OberCom, también participan el Centro Protocolar de Formação Profissional para Jornalistas (CENJOR), el Club Abierto de Editores (CLABE) y la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). Este consorcio ibérico es liderado por la Fundación Cibervoluntarios. 

La dimensión ibérica del proyecto implica un nivel adicional de complejidad en términos de participación e intervención, según los autores del informe. “Mientras que España enfrenta una mayor polarización política y una respuesta institucional más fuerte ante la desinformación, Portugal sigue siendo menos polarizado pero cada vez más expuesto a la inestabilidad política y la desinformación digital, con enfoques regulatorios más suaves. En los últimos años, las elecciones anticipadas se han vuelto más comunes en los dos países, lo que conduce a ciclos gubernamentales más cortos y mayor inestabilidad política”, indica el coordinador del informe, Miguel Paisana, investigador de OberCom.

La prensa, en segundo plano

Los datos del estudio, a su vez, reflejan que los españoles utilizan más las redes sociales a la hora de informarse sobre cuestiones electorales y que la televisión se queda en un segundo plano. En Portugal, sin embargo, se invierte este orden y la prensa, en los dos casos, se queda alejada de esta realidad. La confianza en las noticias, a su vez, es significativamente más alta en el país luso (un 56%) que en España (33%). Sin embargo, ese dato de confianza decrece todavía más entre los jóvenes españoles (19%). Además, existe una diferencia de género, ya que las mujeres jóvenes muestran una mayor reticencia a informarse sobre cuestiones electorales a través de noticias generadas mediante IA.

Para hacer frente a la desinformación, el informe insiste en la necesidad de impulsar la alfabetización mediática, no solo entre la juventud sino de forma intergeneracional. “La desinformación afecta directamente a la calidad democrática y condiciona la intención de voto. Ya lo hemos visto en procesos como el Brexit. Si queremos combatir este problema debemos contemplar estrategias pedagógicas dirigidas a estudiantes, periodistas y ciudadanía, porque no se trata solo de identificar bulos, sino de entender cómo funcionan las elecciones y por qué es esencial informarse de forma crítica y responsable”, comenta otro de los autores del informe, Raúl Magallón Rosa, del Departamento de Comunicación de la UC3M.

El informe recoge el análisis de 125 iniciativas contra la desinformación, de las cuales 52 ya emplean IA o aprendizaje automático. Proyectos europeos como AI4Trust o AI-CODE destacan por combinar estas tecnologías con procesos de verificación humana, con el objetivo de mejorar la calidad de la información y apoyar a los profesionales de los medios en su trabajo. “Aunque la IA muestra su potencial para automatizar la detección de contenido, su uso plantea preocupaciones éticas sobre la transparencia, la libertad de expresión y la privacidad”, señala el informe.

El proyecto SmartVote pretende combatir la desinformación mediante tres vías: en primer lugar, mediante la alfabetización mediática; en segundo lugar, a través de diversas acciones pedagógicas destinadas a periodistas, estudiantes de periodismo y público joven interesado en la desinformación y los procesos electorales; y en tercer lugar, con el diseño de una herramienta de identificación de la desinformación en Internet. 

Referencia bibliográfica: Paisana, M., et al. (2025). Report on Social Media Disinformation in Spanish, Portuguese and EU elections and detection tools. SmartVote. https://doi.org/10.5281/zenodo.15305356