El 55% de las personas trans han sido rechazadas, directa o indirectamente, en entrevistas de trabajo por motivos relacionados con su aspecto físico, con su documentación o con su expresión de género. Son datos extraídos de los estudios realizados desde el área LGTBI confederal de UGT sobre la situación del colectivo LGTBI en los centros de trabajo.
La tasa de desempleo ronda un 80% en las personas trans de más de 45 años, por lo que un 75% de las personas encuestadas encuentran un inconveniente ser trans para encontrar empleo. Casi un 20% de las personas trans encuestadas aseveran haber sufrido algún tipo de violencia sexual. Y entre ellas, un 14% son insinuaciones de carácter sexual y un 7,7% abuso sexual. El 56% de las personas trans han sufrido estas agresiones con más de tres veces de frecuencia. Un 61% no fueron defendidas por sus compañeros y compañeras de trabajo en este tipo de agresiones y el 90% refiere haber sufrido diferentes tipos de discriminación y violencia verbal, un 40% concretándose en violencia física.
En ese sentido, desde UGT exigimos que se cumpla lo publicado en el RD 1026/2024 y que se abran todas las mesas de negociación de los convenios sectoriales y de empresa para implementar sin demora las medidas recogidas en dicha norma, haciendo así cumplimiento del artículo 15.1 de la ley 4/2024. Creemos que la puesta en marcha de estas medidas es urgente y necesaria para garantizar la igualdad de trato y oportunidades de todas las personas trabajadoras, independientemente de su orientación sexual, identidad y/o expresión de género o pertenencia a grupo familiar.
También, desde UGT, apostamos firmemente por la puesta en marcha del protocolo de acompañamiento a personas trans en el trabajo, ya que, a día de hoy, nos encontramos con que un 62% de las personas trans no cuentan con apoyo laboral en su transición. Hay que acabar con esta situación y ofrecerles a las personas trans garantías de que su transición no va a suponer una situación de desamparo laboral. Desde el sindicato, también instamos al cumplimiento de la ley 3/2024 de empleo para facilitar la incorporación de las personas trans al mercado laboral y para conseguir lo que se acordó en el V AENC, es decir, que los centros de trabajo sean inclusivos y las plantillas diversas, algo que beneficia, no solo a las personas trabajadoras, sino también a las empresas, ya que supone una mejora del ambiente laboral y una retención del talento.
