El 24 de febrero de 2025 se cumplen tres años desde la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia. Casi nueve millones de personas mayores ucranianas, un cuarto de la población, han soportado la guerra, el desplazamiento y la pérdida. Sin embargo, sus voces hablan de perseverancia, ingenio y acción.
Son maestros, cuidadores, voluntarios y trabajadores que mantienen en marcha Ucrania. Sus necesidades son claras: dignidad, transporte accesible, atención médica y la oportunidad de seguir contribuyendo.
El futuro de Ucrania se está escribiendo ahora. Nueve millones de voces deben ayudar a guiarlo.
Personas mayores en Ucrania
Sentirse humano (2025): un homenaje a la resiliencia de las personas mayores ucranianas
En tiempos de crisis, las personas comunes se levantan para hacer cosas extraordinarias. «Sentirse humano» sigue a Anhelina, una trabajadora social de 67 años en Ucrania, que dedica su vida a apoyar a los demás.
Detrás de las cámaras
La cineasta detrás de las películas de HelpAge sobre los mayores ucranianos, Adelina Borets, nos cuenta por qué estas historias son importantes y cómo reflejan la fortaleza de las personas mayores de Ucrania.
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Para la cineasta ucraniana de 27 años, Adelina Borets, hacer documentales no se trata solo de contar historias: se trata de supervivencia, fortaleza y el espíritu humano en su forma más vulnerable pero poderosa.
En los últimos tres años, Adelina ha producido tres películas para HelpAge que dan a conocer las experiencias de las personas mayores en Ucrania en medio de la guerra: The Light in the Darkness (2023), We Are Still Here (2024), y To Feel Human (2025). Mientras Ucrania marca otro año de guerra, Adelina reflexiona sobre el proceso de creación de estas películas, lo que ha aprendido y el mensaje que espera que el mundo reciba de ellas.
Enfrentando el miedo, encontrando fortaleza
A pesar de sus años de experiencia en la realización de documentales, Adelina admite que trabajar en esta trilogía fue algo muy diferente a todo lo que había hecho antes. «Miramos cara a cara el miedo y la muerte», recuerda, describiendo la primera película, filmada durante el primer año de guerra. Cortes de energía, sirenas de ataques aéreos y pesadillas logísticas se convirtieron en parte del proceso de filmación, pero el equipo persistió. «Teníamos tanta energía, tantas ganas de hacer esto», dice. «Destruimos ese miedo dentro de nosotros».
Para la segunda película, el proceso ya no se trataba solo de documentar la guerra; era sobre conexión. Filmando en territorios que anteriormente habían estado ocupados, ella y su equipo fueron recibidos con calidez. «Cada familia nos acogió como si fuéramos propios. Después de filmar, nos sentábamos juntos, comíamos, compartíamos historias. Habían experimentado tantas tragedias, pero aún tenían amor y hospitalidad para ofrecer».
El poder de la bondad en tiempos oscuros
La tercera y última película sigue a Anhelina, una trabajadora social dedicada a ayudar a los demás, a pesar de vivir también la guerra. Adelina se sorprendió de cómo personas como Anhelina no son reconocidas. «Los trabajadores sociales son los héroes silenciosos. Brindan calidez y cuidado cuando todo lo demás se desmorona», dice. «Ella no es solo un ángel por su trabajo, realmente lo es».
Una historia de Ucrania, una historia para el mundo
Al ser preguntada sobre el mensaje que espera transmitir la trilogía, Adelina no duda. «Somos resilientes. Nos quedaremos. Creemos en el futuro.» Pero más allá de la resiliencia, espera que los espectadores vean la humanidad en las personas que filmó; el amor, la risa, la determinación de reconstruir.
Las personas mayores, que constituyen el 25% de la población de Ucrania, a menudo son pasadas por alto en las conversaciones sobre la guerra. A través de estas películas, Adelina quiere cambiar eso.
Resumiendo la trilogía en pocas palabras, ofrece una reflexión poderosa: «La primera película pregunta, ‘¿Quiénes son los ucranianos?’ La segunda responde, ‘¿Cómo defendemos a nuestro país y por qué?’ Y la tercera nos recuerda, ‘¿Cómo seguimos siendo humanos en tiempos de desastre?’»
A medida que sus películas llegan a una audiencia más amplia, Adelina espera que no solo aumenten la conciencia sobre las dificultades que enfrentan los mayores ucranianos, sino que también sirvan como un testimonio de su perseverancia. «Quiero que el mundo se sienta orgulloso de ellos,» dice. «Yo sé que lo estoy».
Las vidas detrás de los números
Descubre las historias de mayores ucranianos que no solo sobreviven, sino que se adaptan y prosperan frente a la crisis.
Hablan de los desafíos que enfrentan y las soluciones en las que creen, abogando por el acceso a servicios, seguridad financiera y la oportunidad de mantenerse activos y comprometidos.
Explora las historias que cuentan
Apoyando a los mayores ucranianos en Ucrania y más allá
Conoce el impacto de nuestra respuesta humanitaria en una infografía:
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