Tres hitos para el Día Internacional de la Mujer 2025: Avances, desafíos y el papel esencial de las mujeres mayores

En el marco del Día Internacional de la Mujer, es importante destacar que este año sobresalen tres hitos fundamentales en la lucha contra la violencia de género en España y en el mundo: la celebración del 30 aniversario del Pacto de Beijing, el 20 aniversario de la Ley de Violencia de Género y la aprobación del nuevo Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Estos no solo son momentos dignos de celebración, sino que también nos invitan a reflexionar sobre los desafíos que aún se encuentran presentes y mostrar la necesidad de una mirada abierta.

El Pacto de Beijing: Un compromiso global para la igualdad

Hace tres décadas, en septiembre de 1995, se celebró la histórica Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing, donde se adoptó el Pacto de Beijing. Este acuerdo revolucionario redefinió la lucha por la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres a nivel global, estableciendo una agenda integral para avanzar en políticas públicas en favor de la igualdad, la salud, la educación y la erradicación de la violencia contra las mujeres. Sin embargo, a pesar de los avances alcanzados, las mujeres mayores siguen siendo una de las poblaciones más invisibilizadas en la agenda global de igualdad. El pacto debe seguir siendo un referente, pero con una atención especial a las necesidades de las mujeres mayores, un grupo que muchas veces queda excluido de las políticas y servicios disponibles.

El Pacto de Beijing reconoce a las mujeres mayores en varios de sus artículos (apartados 60, 101, 175, etc.) y deja atrás visiones reduccionistas que las encasillaban como viudas o ancianas. Hoy, se celebra a la mujer mayor como una protagonista vital que quiere seguir contribuyendo activamente al cambio social y a la erradicación de la violencia de género en todas las etapas de la vida.

El Nuevo Pacto de Estado contra la Violencia de Género

El recientemente aprobado Nuevo Pacto de Estado contra la Violencia de Género supone un avance importante al aumentar el número de medidas que se recogen (de 240 medidas a 462), y duplicar la dotación económica. Sin embargo, las mujeres mayores siguen siendo un colectivo en situación de vulnerabilidad, no solo por la violencia física, emocional y psicológica, sino también por la violencia económica. Es importante destacar que el nuevo pacto incorpora una perspectiva centrada en la violencia económica, reconociendo la imperiosa necesidad de proteger a las mujeres en relación contra este tipo de violencia.

La inclusión de una nueva mirada

Las mujeres mayores enfrentan desafíos específicos en relación con la violencia de género. Muchas de ellas no denuncian porque, durante años, han vivido en un entorno donde la violencia se ha naturalizado. La dependencia económica, la normalización de la violencia emocional y psicológica, el aislamiento social y la falta de recursos pueden generar en estas mujeres una sensación de impotencia, haciéndolas creer que no tienen alternativas para romper el ciclo de abuso. Por ello, es necesario que se consideren sus derechos y sus necesidades con una perspectiva que incluya la situación de vulnerabilidad que puede llegar a darse.

Por ello son necesarios:

  1. Servicios especializados: es urgente que los servicios de apoyo a las víctimas de violencia de género estén adaptados a las necesidades de las mujeres mayores, ofreciendo atención personalizada, espacios seguros y asistencia jurídica, social y psicológica especializada.
  2. Sensibilización y formación: deben implementarse campañas de sensibilización para la sociedad en general y para los profesionales que interactúan con mujeres mayores (médicos, trabajadores sociales, fuerzas de seguridad, etc), con el fin de identificar y abordar la violencia de género en este grupo etario de manera eficaz.
  3. Promoción de la autonomía económica: es fundamental ofrecer políticas que les permitan alcanzar su independencia económica y reducir su situación vulnerabilidad frente a la violencia. En este sentido, las medidas del nuevo Pacto de Estado contra la Violencia de Género, que abordan este desafío, resultan especialmente relevantes y esperamos que se materialicen de forma eficaz.

A pesar de los notables avances en la lucha contra la violencia de género y en el camino hacia la igualdad, aún persisten desafíos que requieren una perspectiva integral que abarque el ciclo vital y las diferentes etapas de la vida. Este aniversario debe recordarnos que, si bien los avances legislativos y las políticas públicas son fundamentales, todavía queda mucho por hacer para garantizar una vida libre de violencia para todas las mujeres, independientemente de su edad.

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