Tras la salida del cepo, los almaceneros detectaron una notable baja de precios

En un nuevo indicio de que el rumbo económico trazado por el gobierno de Javier Milei comienza a rendir frutos, el vicepresidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires,Fernando Savore, confirmó en una entrevista que se han registrado bajas sustanciales en los precios de los alimentos tras la salida del cepo cambiario y la desaceleración de la inflación.

Savore destacó que, a partir de marzo, mayoristas y fabricantes comenzaron a aplicar descuentos significativos en productos esenciales del consumo cotidiano. Según explicó, estas rebajas no surgieron por generosidad empresarial, sino por la imperiosa necesidad de mantener la rotación de productos en las góndolas frente a un consumidor cada vez más estratégico.

Hombre de mediana edad con gafas y barba sentado en un estudio de televisión con fondo de paneles metálicos perforados, una copa morada y papeles sobre la mesa
El representante de almaceneros bonaerenses. | La Derecha Diario

“Una leche chocolatada de primera marca la teníamos que vender a 4.500 pesos. Invendible un litro de leche a ese precio. Nos hicieron un descuento del 50% de bonificación y pasó de 4.500 a 3.000”, ejemplificó Savore, marcando un hito en la sensibilidad del sector a la nueva lógica del mercado post-cepo.

Estas medidas comerciales se suman a una coyuntura macroeconómica que empieza a mostrar signos alentadores: el Banco Central, en una reciente exposición encabezada por su vicepresidente Vladimir Werning, proyectó una inflación para mayo inferior al 2,8% registrado en abril. En la misma línea, operadores del mercado privado ya estiman un IPC cercano al 2%, lo que implicaría el nivel más bajo de los últimos años en términos de traslado a precios.

Savore fue categórico al señalar que la baja de precios fue una reacción directa a la contracción inicial del consumo: “Las bajas dieron tantos golpazos en lo que fue el comienzo de año y en marzo con la salida del cepo. Como no venden, tienen que recapacitar no con el corazón sino con el bolsillo”. Sus palabras reflejan cómo las reglas del libre mercado comienzan a operar con mayor claridad tras el retiro de restricciones artificiales y distorsiones de precios acumuladas durante años.

Supermercado lleno de personas haciendo compras con carritos entre estantes repletos de productos y señalización de diferentes secciones
Supermercados en la Argentina. | La Derecha Diario

Sin embargo, también advirtió que hacia fin de mes se están observando aumentos en productos como leche, café y galletitas, con subas del 2,5%, 5% y 3% respectivamente. Aun así, aclaró que estas alzas responden a ajustes evaluados por las propias fábricas según el impacto en la demanda, lo que genera una dinámica de competencia beneficiosa para el consumidor.

“La fábrica ve que el resultado de ese aumento, la gente no lo puede comprar o pasa a la marca Pyme, que también crea competencia dentro de la góndola”, explicó Savore, evidenciando un ecosistema comercial donde las decisiones de compra y la búsqueda de alternativas más accesibles se multiplican.

El representante de los almaceneros bonaerenses también expresó su expectativa de que esta nueva etapa económica, más previsible y menos intervenida, permita un mejor alineamiento entre la oferta y la demanda, y brinde alivio a las familias que comienzan a adaptar sus hábitos de consumo a un entorno más estable.

Los indicadores y testimonios del sector minorista continúan consolidando una narrativa positiva en torno al plan económico libertario: sin controles forzados ni recetas fallidas, el mercado se acomoda, los precios bajan y los consumidores recuperan su poder de decisión. El camino no está exento de tensiones, pero los primeros signos de reactivación ya son palpables en la góndola.

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