Trabajo más allá del salario: un estudio con participación de la UB revela la cara oculta del capitalismo contemporáneo

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Investigación
En un contexto marcado por la precarización de las condiciones laborales y la proliferación de formas de empleo intermitentes, invisibles y no asalariadas, una nueva investigación con participación de la Universidad de Barcelona pone en cuestión los fundamentos con los que tradicionalmente se ha entendido el trabajo dentro del capitalismo. El artículo, titulado «Simultaneous disruptions: forms of livelihood, fragmentation of classes, and social labor in the twenty-first century» y publicado en la revista científica Dialectical Anthropology, lo firman las investigadoras Susana Narotzky, catedrática de Antropología Social en la UB, y Sharryn Kasmir, profesora en la Universidad Hofstra (Estados Unidos).

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En un contexto marcado por la precarización de las condiciones laborales y la proliferación de formas de empleo intermitentes, invisibles y no asalariadas, una nueva investigación con participación de la Universidad de Barcelona pone en cuestión los fundamentos con los que tradicionalmente se ha entendido el trabajo dentro del capitalismo. El artículo, titulado «Simultaneous disruptions: forms of livelihood, fragmentation of classes, and social labor in the twenty-first century» y publicado en la revista científica Dialectical Anthropology, lo firman las investigadoras Susana Narotzky, catedrática de Antropología Social en la UB, y Sharryn Kasmir, profesora en la Universidad Hofstra (Estados Unidos).
Las autoras defienden una redefinición del concepto de «trabajo social», entendido no solo como el que se remunera mediante un salario, sino como el esfuerzo humano colectivo —a menudo no reconocido— que permite la reproducción de la vida y la acumulación de capital. Esta perspectiva permite visibilizar formas de trabajo que a menudo han sido relegadas a la marginalidad estadística y legal, pero que sustentan buena parte de las economías modernas, tanto en el norte como en el sur global. Así, se plantea una profunda crítica a los marcos interpretativos heredados de la economía política clásica, y se propone una nueva gramática para comprender el trabajo en la era del capitalismo fragmentado.
El artículo se estructura a partir de varios casos etnográficos que permiten ejemplificar esta realidad. En México, familias indígenas recogen cantos rodados de la playa para exportarlos a Estados Unidos, una actividad informal y ambientalmente destructiva que combina trabajo familiar, explotación infantil y ausencia total de protección laboral. En la región española de Doñana, personas migrantes contratadas para la recogida de fresas trabajan en condiciones precarias, sometidas a permisos laborales restrictivos que impiden cualquier movilidad o posibilidad de organización colectiva. Mientras, en los Estados Unidos, muchos jóvenes optan por combinar múltiples trabajos a tiempo parcial ante la desconfianza en el trabajo estable tradicional, una estrategia que refleja décadas de flexibilización del mercado laboral y de debilitamiento de los derechos laborales.
Lejos de considerar estos casos como excepcionales o propios de contextos periféricos, las investigadoras sostienen que son representativos del propio corazón del capitalismo actual. En palabras de las autoras, «el trabajo asalariado nunca ha sido la única relación social del capitalismo, y hoy es más evidente que nunca». Este fenómeno, señalan, no es nuevo, pero se ha vuelto estructural y globalizado. El artículo también analiza el papel del Estado en la consolidación de estas formas de trabajo precario, así como la forma en que la naturaleza —los recursos ambientales— se convierte en otro elemento explotado en nombre del desarrollo económico.
Con este artículo, Susana Narotzky y Sharryn Kasmir contribuyen a un debate clave para entender las transformaciones del mundo del trabajo y las tensiones entre capital y vida en el siglo XXI. El texto forma parte de un número especial dedicado a repensar el trabajo y la clase desde una perspectiva crítica y global. Y lo hace, además, con una clara voluntad de situar la antropología como una disciplina capaz de desvelar los mecanismos de explotación invisibles, pero estructurales, de nuestro tiempo.
Susana Narotzky(Nueva York, 1958) es catedrática de Antropología Social en la Universidad de Barcelona y una de las principales especialistas en antropología económica a nivel internacional. Ha centrado su investigación en el trabajo informal, las economías domésticas, los estudios de género y la construcción de identidades políticas. Ha sido galardonada con el Premio Nacional de Investigación Ramón Menéndez Pidal, en el área de humanidades, del Ministerio de Ciencia e Innovación (2020), y con el Premio ICREA Academia en tres ocasiones. Ha publicado numerosos libros y artículos, y ha liderado proyectos internacionales sobre los efectos sociales de la crisis y la austeridad. Asimismo, es fundadora del Grupo de Estudios sobre Reciprocidad (GER) de la UB. Su investigación combina el rigor teórico con un fuerte compromiso social y político.