Teresa M. Sala: «Víctor Balaguer es un romántico seductor que domina la escena barcelonesa y crea un imaginario colectivo»

Teresa M. Sala: «Víctor Balaguer es un romántico seductor que domina la escena barcelonesa y crea un imaginario colectivo»

Entrevista
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Cultura
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Institucional
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Entrevistas
(02/05/2025)
La reciente clausura del ​​​​​​ bicentenario del nacimiento de Víctor Balaguer (1824-2024) ofrece la ocasión perfecta para conversar con su comisaria, la catedrática del Departamento de Historia del Arte Teresa M. Sala. Miembro del Instituto de Estudios Catalanes e historiadora del arte, Sala ha dedicado su carrera a investigar y explorar la cultura y el arte del siglo XIX, un periodo clave para entender la obra de Víctor Balaguer como poeta, historiador, político y mecenas. Su larga experiencia como investigadora, comisaria de exposiciones y divulgadora cultural la ha convertido en la persona idónea para reflexionar sobre el legado de esta figura primordial y los frutos de un año dedicado a revisitar su impacto.

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Entrevistas
02/05/2025
La reciente clausura del ​​​​​​ bicentenario del nacimiento de Víctor Balaguer (1824-2024) ofrece la ocasión perfecta para conversar con su comisaria, la catedrática del Departamento de Historia del Arte Teresa M. Sala. Miembro del Instituto de Estudios Catalanes e historiadora del arte, Sala ha dedicado su carrera a investigar y explorar la cultura y el arte del siglo XIX, un periodo clave para entender la obra de Víctor Balaguer como poeta, historiador, político y mecenas. Su larga experiencia como investigadora, comisaria de exposiciones y divulgadora cultural la ha convertido en la persona idónea para reflexionar sobre el legado de esta figura primordial y los frutos de un año dedicado a revisitar su impacto.

En esta entrevista, la profesora Sala repasa los momentos más destacados del Año Balaguer. Reflexiona sobre cómo la visión literaria, histórica y política de Balaguer —desde la creación de la Biblioteca Museo de Vilanova i la Geltrú hasta su compromiso con la lengua catalana— sigue inspirándonos. Sus palabras nos invitan a valorar la herencia de un hombre que supo tejer puentes entre la Cataluña del siglo XIX y el mundo.
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1. Víctor Balaguer fue una figura clave de la Renaixença, con un papel destacado como poeta, historiador y político. ¿Cómo definiría su legado en el contexto del bicentenario de su nacimiento? ¿Qué aspectos de su obra cree que resuenan más en la Cataluña actual?

La vigencia del valiosísimo legado que Víctor Balaguer nos dejó es una fuente inagotable e implica continuar estudiando los vestigios conservados, siempre en diálogo con los retos, los debates y la diversidad de sensibilidades del mundo actual. Del patrimonio cultural heredado resuenan todavía hoy día cuestiones relacionadas con la lengua catalana, que durante la Renaixença se recuperó como factor de identidad y de identificación. Su obra nos permite hacer aún múltiples interpretaciones desde diferentes disciplinas: la literatura, la historia, la política, la sociología, la antropología, las manifestaciones artísticas y el pensamiento; en definitiva, de forma amplia sobre la cultura. De hecho, el conocimiento crítico sobre el patrimonio puede permitirnos entender mejor el presente. Porque el siglo XIX fue la gran época de pensar en la identidad nacional.

2. Balaguer combinó el romanticismo con un compromiso político y cultural, como se ve en obras como Historia de Cataluña y de la Corona de Aragón o en su implicación en los Juegos Florales. ¿Cómo valora su papel en la construcción de una narrativa nacional catalana? ¿Y hasta qué punto esta narrativa sigue siendo relevante hoy?

El romanticismo balagueriano se convierte en una herramienta política. El papel de Balaguer en la construcción de una narrativa nacional catalana se relaciona con el espíritu de la Renaixença, de manera que recupera historias y leyendas, la memoria de las «glorias pasadas». Cuando escribe la Historia de Cataluña y de la Corona de Aragón es un liberal que, con conciencia histórica y un sentimiento patriótico, quiere tener argumentos para la reforma progresista del Estado español (que de ningún modo se identificaba única y exclusivamente con Castilla). Balaguer no quiere romper con España, reivindica un modelo político descentralizador y opta por un reconocimiento de la singularidad, con la demanda de un estado plurinacional.

3. La Biblioteca Museo Víctor Balaguer, fundada por él en Vilanova i la Geltrú, es un ejemplo de su compromiso con la democratización de la cultura.
¿Cómo puede esta institución inspirar hoy a las universidades y los centros culturales en su misión de hacer accesible el conocimiento?

La creación de una institución como la Biblioteca Museo Víctor Balaguer representa la culminación de un proyecto con vocación universalista que, como templo del saber y de aprendizaje, que él llamaba «instituto», se convierte en un centro inspirador y formativo para las generaciones futuras. La misión de la biblioteca museo coincide con la de las universidades y centros culturales que generan conocimiento y lo hacen accesible a la sociedad. De modo que el estudio, la investigación y la difusión del saber se encuentran en el ADN de este maridaje universidad-biblioteca-museo. En definitiva, el patrimonio balagueriano nos incita, como el lema «Surge et ambula» en la entrada de la biblioteca, a levantarnos, actuar y progresar. Porque, sin duda, la biblioteca museo es un monumento y una institución esencialmente filantrópica, filosófica y progresiva, como la francmasonería.
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Víctor Balaguer (1824-2024).

​​​​​​​4. Como político liberal y masón, Balaguer tuvo una trayectoria compleja, con vínculos con el Gobierno español y, a la vez, una defensa ferviente de la identidad catalana. ¿Cómo interpreta estas aparentes contradicciones? ¿Qué nos enseñan?

Intentaré contestar de forma breve. La complejidad de lo que representa el siglo XIX, con sus luces y sombras, se convierte en el marco en el que se movía Balaguer, quien, efectivamente, tiene una trayectoria prolífica, con determinados momentos de crisis y cambios.

De entrada, podríamos decir que para Balaguer todo es política, todo es poesía; él mismo se define como poeta-político. Es un romántico seductor que domina la escena barcelonesa y crea un imaginario colectivo. El poeta trovador de Montserrat se convirtió en uno de los impulsores de los Juegos Florales, fue nombrado primer cronista de la ciudad de Barcelona y, por encargo del Ayuntamiento, bautizó los nombres de las calles del Eixample.
En la formación del Estado liberal, Balaguer entra en política como diputado provincial. Sus filiaciones políticas las encontramos ubicadas en los círculos liberales, en la defensa de los intereses generales de los catalanes y del proteccionismo. Es durante el Sexenio cuando se vinculará a la masonería. El sector republicano y catalanista de la sociedad catalana se enfrenta a los liberales como Balaguer, que había dado el salto a la alta política (1871-1873) al ser nombrado ministro de Ultramar y de Fomento. Tras su exilio en Francia, con el fracaso de la monarquía constitucional de Amadeo I y el asesinato del general Prim, se inicia una etapa de reacción conservadora que dejaría huella en el pensamiento balagueriano. En el periodo de la Restauración es cuando llegaría a culminar su carrera política en Madrid, con una estrecha vinculación con personalidades de Vilanova que le permiten desarrollar su proyecto de biblioteca museo cuando en Cataluña solo existía el Museo Martorell.

La catedrática de la UB, comisaria del Año Balaguer, reflexiona sobre el legado del poeta, historiador y político romántico, destacando su vigencia cultural, política y patrimonial en la Cataluña contemporánea.
5. El Año Balaguer ha incluido exposiciones, conferencias y actividades para revalorizar su figura. Como comisaria, ¿qué retos ha encontrado a la hora de presentar a Balaguer a un público contemporáneo? ¿Cómo cree que se puede transmitir su relevancia a las nuevas generaciones de estudiantes?

Ha sido un año muy intenso y con gran multiplicidad de actividades que han servido para revalorizar y, sobre todo, expandir las facetas de la figura poliédrica de Balaguer.

La conmemoración no ha sido solo un acto de recuerdo, sino que nos ha permitido aprender muchas cosas y ha generado un impulso que nos motiva a seguir trabajando de forma colaborativa en muchas de las líneas de investigación y pensamiento que se han abierto a lo largo de estos meses. Pienso sinceramente que el reto de presentar a Balaguer a un público contemporáneo conlleva abrir, desplegar, extender su legado a un marco de posibilidades casi infinitas. Reconocer la pluralidad de historias y los intereses que expresan.

Algunos de los estudiantes universitarios que han participado han descubierto el universo Balaguer y, sobre todo, la biblioteca museo, como un espacio dedicado a las musas que, en clave contemplativa, les ha permitido disfrutar del espíritu preservado del lugar. Para la mayoría fue como un viaje en el tiempo.

6. Balaguer fue un puente entre la cultura catalana e influencias internacionales, como el felibrismo occitano o el romanticismo europeo. ¿Cómo situaría su obra en el contexto cultural global del siglo XIX? ¿Qué lección podemos extraer al respecto para el diálogo intercultural de hoy?

La obra balagueriana forma parte del movimiento romántico. Transita por los caminos de la poética del romanticismo, que conecta el espíritu de los pueblos a la vez que se arraiga en su territorio, en su paisaje. Por un lado, en el contexto cultural del siglo XIX su obra conforma un mosaico de imágenes que, recuperadas de la historia y la memoria, acaban creando una serie de referentes inspiradores. Por otra parte, no sé si podemos hablar de lección sobre el diálogo intercultural de hoy, porque Balaguer muere en 1901 y el convulso siglo XX vino marcado por dos guerras mundiales y otros conflictos, así como grandes transformaciones sociales.

Respecto a la situación de los occitanos, solo un apunte: ya vemos cómo el Estado francés trata esta cultura y su lengua. Por el contrario, con la democracia, el Parlamento de Cataluña reconoció el aranés como una de las lenguas de Cataluña.
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Y una cuestión final: nuestra sociedad se ha transformado ostensiblemente y el diálogo intercultural es hoy día una realidad muy distinta a la del siglo XIX, fruto en muchos casos del colonialismo europeo. Actualmente se están revisando los vestigios coloniales y se están pensando políticas de restitución o reparación, asuntos que también tienen que ver con el legado que Balaguer dejó en la biblioteca museo, donde las colecciones provenientes de Cuba o Filipinas nos interpelan. La valoración crítica sobre nosotros, sobre el pasado, se encuentra hoy en plena efervescencia y no podemos rehuirla.

​​​​​​​La historiadora del arte Teresa M. Sala (Barcelona, 1959) es una de las principales especialistas en cultura visual del siglo XIX y en los imaginarios estéticos de la modernidad en Cataluña. Con una trayectoria consolidada en el ámbito de la investigación, la docencia y la divulgación, ha comisariado, entre otros, la exposición Barcelona 1900 del Museo Van Gogh de Ámsterdam, considerada por el diario The Times como una de las diez mejores muestras de 2007. Autora de varios libros y numerosos artículos, destacan, entre otros, La casa Busquets. Una història del moble i la decoració del modernisme al déco a Barcelona (2006); Espais interiors: casa i art (segles XVIII-XXI) (2007), obra colectiva que Sala editó junto a Rosa M. Creixell y Esteve Castañer; L’art del vidre a Catalunya (2008); L’artista artesà. Oficis d’art a Catalunya (2010, con Joan Bracons); La cultura visual a la Barcelona del segle XIX (2010, como coordinadora); Pensar i interpretar l’oci. Passatemps, entreteniments, aficions i addiccions a la Barcelona del 1900 (2012), una investigación sobre la vida urbana y las costumbres de la burguesía barcelonesa; Poètiques de la natura (2018, con Irene Gras); Art efímer, memòria perdurable (2022, con Mireia Urgell), una reflexión coral sobre la fugacidad y la persistencia en las prácticas artísticas; Visions dels Pirineus. Entre la Renaixença i el Modernisme (2.ª ed., 2023), que analiza la representación simbólica y artística de los Pirineos en la época de Balaguer; Del llibre que Lluís Domènech i Montaner no va escriure (2023, con Lluís Domènech), e Història d’un Gaudí ocult. L’estendard de l’Orfeó Feliuà (2024, con Xavier Jové). Codirectora de la revista Compàs d’Amalgama, la profesora Sala combina el rigor académico con una clara voluntad de transferencia cultural. El conjunto de su obra contribuye de forma decisiva a renovar la mirada sobre el patrimonio, el arte y la sociedad catalana contemporánea.


Galería multimedia


Imagen de la inauguración de la exposición «Entre musas. Génesis de un legado universal», en la Biblioteca Museo Víctor Balaguer de Vilanova i la Geltrú.