Tecnología, talento y solidaridad UPV con Nepal

Tecnología, talento y solidaridad UPV con Nepal

La UPV, Expedición Solidaria y Chain for Change se vuelcan en un proyecto de impresión 3D para niños nepalíes con discapacidad visual

[ 19/02/2025 ]

Hablar de la Universitat Politècnica de València (UPV) no es sólo hacerlo de la mejor politécnica de España según el principal ranking de valoración universitaria del mundo -ARWU, popularmente conocido como Shanghái-.

Hablar de la UPV es también destacar el nivel humano y de compromiso social de las personas que la conforman.

Fanny Collado

Para todo aquel integrante de la UPV que la conoce, Fanny Collado es una profesional extraordinaria. Actual directora del Área de Generación Espontánea, la exitosa plataforma de lanzamiento y apoyo de grupos y actividades extracurriculares nacidas por iniciativa de los estudiantes UPV, su eficacia, responsabilidad y capacidad de trabajo están fuera de cualquier tipo de discusión.

Lo que gran parte de quienes han coincidido con ella durante sus 25 años de labor en la UPV desconocen es… su faceta solidaria.

“La mayoría de gente no lo sabe”, empieza contando con una sonrisa tímida, “pero en 2016 fundé una asociación llamada Expedición Solidaria”. ¿Por qué motivo? “Bueno, lo que me ha movido durante la mayor parte de mi vida han sido la curiosidad y las ganas de aprender, y hace años tuve la suerte de conocer a Nuria Moreno, que organizaba unos viajes muy inspiradores. Gracias a ella hice mi primer voluntariado en Nepal en 2010”.

“Me motivaba realizar un viaje en el que pudiera pasar más tiempo con las personas del lugar”, explica, “así que estuve un mes en una casa de acogida. Fue una experiencia bastante dura que no pensé que volvería a repetir… Sin embargo, al año siguiente me atreví con la India y Etiopía, con resultados desiguales. Entonces entendí que las experiencias serían buenas o malas dependiendo de las personas que encontrara y empecé a disfrutar tanto que no se me ocurría mejor forma de descubrir el mundo. Siguieron otros países y proyectos, Uganda (Kitega CC), Sudáfrica, Tanzania, India (Colonia Tibetana), Estados Unidos (Nueva York) y Sri Lanka, en los que aprendí muchas cosas, pero sobre todo, a ser más paciente y tolerante”.

Fruto de esa inquietud “por formar parte de proyectos en lugares donde ya había echado una mano como voluntaria” nació Expedición Solidaria, que ha llevado a Fanny a viajar recurrentemente a Uganda y Nepal. “Y fue así, trabajando con personas ciegas en Nepal, cuando desde la ONG nepalí Chain for Change (CFC) me pidieron ayuda para comprar una impresora 3D y crear recursos que sirvieran para las escuelas con niñas y niños con discapacidad visual”.

Begoña Saiz

“Por una de esas casualidades de la vida”, recuerda Fanny, “le comenté a Begoña Saiz”, profesora doctora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeroespacial y Diseño Industrial (ETSIADI-UPV), “si podíamos asociar de algún modo esa necesidad a las capacidades de la UPV. Le pareció una idea genial, por lo que nos pusimos a buscar la manera de poder incorporarlo a la universidad”.

“En la asignatura -Cooperación Universitaria para el Desarrollo (CUD)-”, explica Begoña, “trabajamos el aprendizaje basado en proyectos, en hacer ver al alumnado de la ETSIADI cómo con sus capacidades y habilidades, y los conocimientos que han ido adquiriendo a lo largo de su formación académica, pueden participar en proyectos reales en esta materia. Además, conozco a Fanny Collado y las iniciativas que está desarrollando, y esta vino de su mano y cuadraba muy bien con la naturaleza del diseño de producto”.

“En este proyecto”, añade, “como en todos los que hacemos, intentamos que los beneficiados entiendan que nosotros colaboramos durante una fase del mismo, y que luego son ellos los que tienen que aprender cómo hacerlo y ser independientes. No se acuerda una fecha concreta para ello, pero sí se les va recordando cada cierto tiempo que ese momento tiene que llegar. No podemos generar unos vínculos que les hagan depender de nosotros”.

En cuanto al punto de partida, “lo primero que hay que hacer es conocer lo que tienen allí, las tecnologías propias del país”, indica Begoña. “Actualmente, disponer de impresoras 3D no es muy complejo, y ellos tienen una allí idéntica a una de las que tenemos aquí. Lo que hacemos es reproducir en clase la dinámica de lo que tienen que llevar a cabo allí con el objetivo de que, luego, alguno de nuestros estudiantes se desplace hasta Nepal con una de las becas del Centro de Cooperación al Desarrollo (CCD-UPV) y pueda trabajar en las mismas condiciones. Si hay algún problema allí, al tener el mismo equipo aquí, podemos solucionarlo de la mano del alumnado, del profesorado o incluso de los técnicos de la ETSIADI, que se han involucrado mucho en el proyecto”.

Victoria Olcina

La primera estudiante en desplazarse directamente a Nepal -en concreto, a su capital, Katmandú- fue Victoria Olcina, hoy ya ingeniera en Diseño Industrial y Desarrollo de Productos por la UPV-, quien recuerda que, para ella, “fue un contraste muy grande. A nivel de lo que ves y sientes, es un ambiente totalmente diferente. Por esa parte, es una experiencia muy enriquecedora, porque al vivir con la familia un tiempo allí, pude sentir como es su cultura realmente”.

Victoria, que estuvo en Nepal del 16 de julio al 14 de noviembre de 2023, explica que, “como todo proyecto, empezó con una fase de investigación de mercado: conocer al usuario, sus necesidades específicas, las carencias que tiene en su día a día… En este caso, realizamos visitas a colegios con niñas y niños con discapacidad visual, entrevistamos a profesores, familiares… y una vez detectadas las necesidades, comenzamos con el bocetado, el desarrollo de los modelos de impresión y demás. Este proceso es muy importante, porque al final determina que los productos sean útiles para las personas que los van a usar”.

Gala Cervera

Tras Victoria, llegó la hora de Gala Cervera, que complementó el proyecto en primera línea con una estancia en Nepal entre el 29 de agosto y el 17 de diciembre de 2024: “Estaba muy interesada en realizar un trabajo de final de grado que tuviese impacto, en hacer algo fuera de lo común, y la estancia en Nepal me pareció una opción super guay para tener una experiencia mucho más enriquecedora”.

“Cuando llegué”, recuerda, “tuve la suerte de que, aparte de la impresora con la que contaba Victoria el año anterior, teníamos una impresora de filamento, por lo que tuve el reto de combinar estos dos procesos de manufactura y emplear los materiales obtenidos de la manera más eficiente. Además, también estuve intentando dar continuidad a la contraparte nepalí, CFC, para que los voluntarios tengan más independencia a la hora de utilizar las impresoras”.

Wings to dreams

De este modo, a partir del proyecto Wings to Dreams -a través del que CFC pretendía combatir las barreras de accesibilidad y gráficas que encuentran en Nepal las personas con discapacidad visual en su vida académica, mediante el uso de tecnología táctil y 3D- y gracias al compromiso directo e indirecto del personal UPV y de Expedición Solidaria, se ha comenzado a corregir la falta de materiales de enseñanza adecuados para los alrededor de 1.700 estudiantes con discapacidad visual que existen en las 80 escuelas inclusivas nepalíes.

Dos de estos colegios, Laboratory y Namuna School, ya se benefician de la investigación y la solidaridad que aúna un proyecto al que se han sumado St Xavier’s College, universidad de Katmandú que está proporcionando espacios físicos de trabajo, estudiantes voluntarios colaboradores, y un complejo de edificios cuya maqueta en 3D se ha utilizado como ejemplo de recursos para las personas con discapacidad; y técnicos de la delegación de Valencia de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), que pese a no formar parte directamente de la iniciativa, han estado ofreciendo asesoramiento en diversos momentos del proyecto.

Formación integral, sinergias y futuro

Pese al objetivo claro de autonomía de las escuelas nepalíes, y aunque hoy ya no forme parte del día a día del proyecto, Victoria tiene claro que “siempre que necesiten algo de mí, voy a estar ahí para ellos”. Y es que, en este tipo de proyectos, los beneficios son múltiples y multidireccionales.

“Ha sido un reto increíble”, afirma Gala. “A nivel profesional, me ha convertido en una persona más independiente y resolutiva. He aprendido muchísimo. Y a nivel personal, he descubierto y vivido de cerca una cultura tan interesante, tan rica y tan diferente a la mía, que realmente ha hecho que mi visión del mundo se expanda y me dé una nueva perspectiva hacia las cosas”.

¿Qué sabes hacer?

Hoy, decenas de niñas y niños nepalíes con discapacidad visual ya disponen de herramientas para aspirar a una formación mejor, estudiantes UPV han crecido profesional y personalmente y numerosas instituciones han encontrado simbiosis en las que seguir trabajando de cara al futuro.

Mientras, Begoña Saiz y Fanny Collado continúan colaborando para dar forma a proyectos que ayuden a construir un mundo mejor de la mano de la formación integral de las personas. ¿Cómo puede ayudar todo aquel que quiera echar una mano?, le preguntamos a Fanny: “Es muy sencillo. Todo aquel que tenga una idea, lo que tiene que hacer es venir a contármelo, y nos pondremos a ver si podemos implementarlo de alguna manera. Toda ayuda económica es bienvenida, por supuesto, pero esto no va sólo de eso. Lo primero que le pregunto a cualquiera que me dice que quiere ayudar es, ¿qué saber hacer?”.

Y tú, ¿quieres ayudar?, ¿qué sabes hacer?

Carlos Ayats Pérez / Área de Comunicación UPV

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