Tecnología GPS para analizar los movimientos de las aves marinas y ampliar la red de áreas marinas protegidas en el país
|
Investigación
Cada vez hay mayor preocupación por la conservación de las aves marinas. En todo el mundo, su estado de conservación empeora a un ritmo mucho más rápido que en ningún otro grupo de aves. Actualmente, cerca del 30 % de las aves marinas están amenazadas y en las últimas seis décadas ha desaparecido el 70 % de su población en todo el planeta. En el mar, las capturas accidentales por las artes de pesca, la sobreexplotación pesquera, la contaminación y las infraestructuras como los parques eólicos o las plataformas petroleras, así como el cambio climático, son amenazas que ponen en peligro la supervivencia de todas las poblaciones.
|
Investigación
Cada vez hay mayor preocupación por la conservación de las aves marinas. En todo el mundo, su estado de conservación empeora a un ritmo mucho más rápido que en ningún otro grupo de aves. Actualmente, cerca del 30 % de las aves marinas están amenazadas y en las últimas seis décadas ha desaparecido el 70 % de su población en todo el planeta. En el mar, las capturas accidentales por las artes de pesca, la sobreexplotación pesquera, la contaminación y las infraestructuras como los parques eólicos o las plataformas petroleras, así como el cambio climático, son amenazas que ponen en peligro la supervivencia de todas las poblaciones.
Ahora, el proyecto AMPLIAMAR tiene por objetivo elaborar una propuesta para ampliar la red de áreas marinas protegidas en todas las demarcaciones marinas del país. Esta iniciativa de protección de la biodiversidad y los ecosistemas marinos se basará en el seguimiento del movimiento por telemetría GPS de diferentes poblaciones de aves marinas, y contribuirá a delimitar las áreas clave para la biodiversidad (KBA, por sus siglas en inglés), zonas que son decisivas para la protección de especies y ecosistemas naturales.
Jacob González-Solís, catedrático de la Facultad de Biología y el Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la UB, dirige el proyecto AMPLIAMAR, que coordina el investigador Diego Vicente. También participan los investigadores predoctorales Guillem Izquierdo y Beñat García, la investigadora posdoctoral Sara Albuixech y el profesor Raül Ramos (UB-IRBio), además de los técnicos Adrián Pina y Celine van Weelden.
El proyecto cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través del Programa Pleamar, cofinanciado por el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (FEMPA). También colaboran las cofradías de pescadores de Ciudadela y San Pedro del Pinatar, la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores (FACOPE) y la Federación Provincial de Cofradías de Pescadores de Alicante.
Tecnología GPS para el seguimiento de las aves marinas más pequeñas
La telemetría por GPS es una técnica que ha revolucionado el estudio de la ecología del movimiento en el medio natural. AMPLIAMAR, que se desplegará de 2024 a 2026, recopilará todos los datos que se conozcan sobre el seguimiento de los movimientos de las aves marinas con tecnología GPS, e integrará la información espacial disponible sobre las actividades humanas —en particular, la pesca— en todas las demarcaciones marinas españolas. El catedrático Jacob González-Solís, jefe del Seabird Ecology Lab de la UB, distinguido por el programa ICREA Academia 2023, explica que «el seguimiento remoto del movimiento de las aves marinas mediante dispositivos GPS de elevada resolución espacial y temporal nos indica con mucha precisión cuáles son las principales zonas de alimentación y descanso de la mayoría de las especies de aves marinas. Gracias a la contribución de decenas de equipos de investigación y de ONG españolas e internacionales, podemos conocer los movimientos de las aves, tanto si son reproductoras como si están de paso o en periodo de invernada, contribuyendo, así, a la identificación de las áreas clave para la biodiversidad».
Asimismo, la tecnología de telemetría actual permite el seguimiento remoto de las especies más pequeñas. Por otra parte, Diego Vicente, coordinador del proyecto y miembro del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la UB, detalla que, «con la aplicación de la tecnología GPS conectada a los sistemas de telefonía móvil como el GSM, podremos realizar el seguimiento de especies que son difíciles de recapturar, como la pardela pufí (Puffinus puffinus) en Canarias, una especie que está en regresión en el archipiélago».
Mediante la aplicación de nuevas herramientas de análisis estandarizado, se podrán analizar las trayectorias GPS de las aves marinas estudiadas, con el fin de facilitar la delimitación de las áreas clave para la biodiversidad. En el marco del proyecto, el equipo analizará también el solapamiento entre las actividades humanas y la Red de Áreas Marinas Protegidas de España (RAMPE) para poder definir una nueva ampliación de la red y mejorar, así, la conservación y biodiversidad de los ecosistemas marinos.
Galería multimedia
Foto: Salvador García
Foto: Jacob González-Solís
Foto: Salvador García