“Estamos viendo probablemente la mayor odisea que el mundo ha vivido”, con estas palabras Emilio Forcén Tárrega nos presenta la exposición de la que es comisario. El brillo en los ojos delata su pasión. Nos cuenta que se enamoró de Juan Sebastián Elcano y “cuando llegó el 500 aniversario de la vuelta al mundo de Fernando Magallanes y Juan Sebastián Elcano monté esta exposición”. Así surgió “Tal vez la mayor odisea del mundo” una muestra que ha recorrido diferentes puntos de la Comunitat Valenciana y ahora concluye “en mi escuela, cerrando el ciclo”.

Emilio Forcén Tárrega es topógrafo por la Escuela Politécnica de Madrid e ingeniero en Geodesia por la Universitat Politècnica de València, donde ha dado clases durante 11 años. A sus 76 años no puede dejar de lado su pasión que ha contagiado a las numerosas personas que le han acompañado en la inauguración de la muestra, el 24 de febrero, en el vestíbulo de la ETSI Geodésica, Cartográfica y Topográfica de la UPV.

“La vuelta al mundo en el siglo XVI era negocio puro y duro”, asegura. Para ello hay que ponerse en contexto. En aquel entonces las especias eran muy apreciadas. “Un kilo de clavo vale lo mismo que un kilo de oro. Cuando Constantinopla cae ante los turcos, la ruta de la seda es imposible mantenerla así que los portugueses empiezan a navegar buscando una alternativa”.

Zarparon para tres semanas y la ruta duró 1250 días

Es entonces cuando Magallanes ofrece a Carlos I una ruta diferente hacia las especias de la que el rey de Portugal no quiere saber nada. Convence al rey español con el apoyo de obispo Fonseca y tardan un mes en salir, atracados en San Lucas de Barrameda. La armada portuguesa tiene orden de hundir los barcos en cuanto salieran. La paciencia de los navegantes gana y consiguen zarpar. Salen 250 personas en cinco barcos. 1250 días después sobrevivieron 18 que regresaron en un único barco.

Por confusión por el diámetro de la tierra, no sabían por dónde iban. “Tardaron tres meses, concretamente 98 días, para atracar donde pensaban llegar en tres semanas, al Moluco, las islas Molucas. Entonces Sebastián Elcano dijo que no volvía por el horrible camino por el que les había traído Magallanes. Así que se metió por el mar de los portugueses lo que les obligó a navegar 124 días sin tocar tierra y sin alimento alguno”, explica Forcén.

Mapas, maquetas y no podían faltar las especias. Para oler y tocar. Para esta exposición Emilio Forcén ha contado con la “enorme colaboración del Instituto Geográfico Nacional”. Puedes viajar al pasado y recorrer la ruta a través de los mapas hasta el 20 de marzo, en el vestíbulo de la ETSI Geodésica, Cartográfica y Topográfica.

Carmen Revillo Rubio/ Área de Comunicación de la UPV