En una carta fechada el 16 de marzo, el presidente de Somalia, Hassan SheikhMohamud, ofreció a Estados Unidos el control exclusivo de varias bases aéreas y puertos estratégicos en su país, incluyendo las bases aéreas de Balidogle y Berbera, así como los puertos de Berbera y Bosaso.
Este ofrecimiento, autentificado por un diplomático regional, fue dirigido al presidente Donald Trump y se presenta como una oportunidad para fortalecer la presencia militar de Estados Unidos en la región del Cuerno de África, con el objetivo de contrarrestar la amenaza de los militantes islamistas tanto en Somalia como en la región circundante.
El presidente Mohamud destacó que estos activos estratégicamente ubicados ofrecerían a Estados Unidos una oportunidad para aumentar su presencia militar y logística en una región crucial, garantizando un acceso militar y logístico ininterrumpido, al mismo tiempo que evitarían que competidores externos establecieran una presencia en este corredor de vital importancia.

Esta oferta resalta el valor estratégico de las bases y puertos, que podrían jugar un papel fundamental en la lucha contra las organizaciones extremistas que operan en la zona, como Al-Shabaab.
Sin embargo, la oferta también ha desatado tensiones internas, ya que Berbera, uno de los puertos y bases aéreas mencionados, se encuentra en Somalilandia, una región autónoma en el norte de Somalia que ha declarado su independencia de hecho, pero no está reconocida internacionalmente como un estado soberano.
Este hecho ha generado una fuerte oposición de las autoridades somalíes, quienes ven cualquier reconocimiento de Somalilandia como un desafío a la integridad territorial de Somalia. De hecho, el gobierno somalí rechaza cualquier intento de reconocimiento internacional de Somalilandia como una nación independiente.

Por su parte, Abdirahman Dahir Aden, el ministro de Exteriores de Somalilandia, criticó la oferta, sugiriendo que Estados Unidos ya no tiene interés en apoyar al gobierno de Somalia, al que calificó de corrupto.
En cambio, argumentó que Estados Unidos debería tratar directamente con Somalilandia, que se presenta a sí misma como una nación pacífica, estable y democrática, en contraposición con la situación en el resto de Somalia.
Según Aden, Estados Unidos no es «estúpido» y sabría a quién debería dirigirse en relación con el puerto de Berbera.

Balidogle, la otra base aérea incluida en la oferta, se encuentra a unos 90 km al noroeste de Mogadiscio, la capital de Somalia. Bosaso, el tercer activo mencionado en la carta, está ubicado en Puntlandia, una región semi-autónoma en el noreste del país.
Estas bases y puertos podrían ser cruciales para las operaciones militares de Estados Unidos en la región, especialmente en su lucha contra Al-Shabaab y otras facciones militantes que operan en la zona.
La propuesta refleja un cambio estratégico en las relaciones entre Somalia y Estados Unidos, ya que busca asegurar una mayor presencia militar estadounidense en el Cuerno de África, una región que ha sido clave en la lucha contra el terrorismo islamista.
Sin embargo, el enfoque en Berbera, ubicada en Somalilandia, genera incertidumbre y podría agravar las tensiones con la región autónoma, que ya ha mostrado una disposición a negociar directamente con otras naciones y actores internacionales, incluidos Estados Unidos.
