“Las llamas del conflicto a menudo se encienden y alimentan por la pobreza persistente y las crecientes desigualdades”, dijo este jueves el Secretario General de la ONU ante el Consejo de Seguridad.
António Guterres participó en un debate abierto del órgano de seguridad sobre pobreza, subdesarrollo y conflicto, en el que afirmó que la paz duradera requiere de un desarrollo sostenible e instó a la comunidad internacional a redoblar los esfuerzos con el fin de combatir la desigualdad y la pobreza en aras de la estabilidad internacional.
Los conflictos destruyen vidas, revierten los avances del desarrollo y obligan a millones de personas a huir de sus comunidades, dando como resultado más pobreza e injusticia.
La pobreza genera desesperación
“La pobreza genera desesperación; la desesperación alimenta el malestar. Y el malestar desgarra el tejido social, generando desconfianza, miedo y violencia”, explicó Guterres.
A estos factores se suman las violaciones de derechos humanos, la delincuencia y la corrupción que surgen en contextos de inestabilidad y emergencia, y los desastres climáticos provocados por las actividades humanos, dando lugar a un ambiente propicio para el terrorismo, abundó.
Guterres destacó que nueve de cada diez países con los indicadores de desarrollo humano más bajos están en conflicto y “esto no es una casualidad”, añadió.
De los 700 millones de personas que viven en extrema pobreza, el 40% está en zonas de conflicto o inestabilidad, y el número de desplazados internos en todo el mundo supera los 120 millones, detalló.

Desconfianza y desunión geopolítica
El Secretario General reconoció que las soluciones son cada vez más escasas debido a la desconfianza y la desunión geopolítica global. “La economía mundial se está desacelerando, las tensiones comerciales están aumentando y la ayuda se está reduciendo, mientras que el gasto militar se dispara”, señaló.
Advirtió que, de continuar las tendencias actuales, dos tercios de los pobres del mundo vivirán en países afectados por conflictos para 2030. “Cuanto más lejos esté un país del desarrollo sostenible e inclusivo, más cerca estará de la inestabilidad e incluso del conflicto”.
No hay mejor prevención que invertir en desarrollo
En este contexto, Guterres recordó la importancia del trabajo de la ONU, basado en tres pilares: la paz, el desarrollo y los derechos humanos.
“Nos guiamos por un principio simple: la prevención es la mejor cura para la inestabilidad y el conflicto. No hay mejor prevención que invertir en desarrollo”, aseveró.
Guterres argumentó que el desarrollo constituye la primera línea de defensa contra los conflictos. Sin embargo, lamentó, el avance hacia el desarrollo sostenible está perdiendo impulso.
Diez años después de la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, dos tercios de las metas están retrasadas, y los países en desarrollo carecen de más de cuatro billones de dólares anuales para alcanzarlas.
El motor del desarrollo se asfixia
“Los países en desarrollo sufren un espacio financiero limitado, una carga de deuda insostenible y un rápido aumento de los precios. El motor del desarrollo se está asfixiando”, subrayó.
En este sentido, se refirió a la Conferencia sobre Financiamiento al Desarrollo, que iniciará el 30 de junio próximo, como un “momento clave para reparar y fortalecer este motor vital”.
Guterres urgió una vez más a aliviar la deuda de los países que se hunden para pagar sus intereses, y conminó a reformar la arquitectura financiera global para que refleje la realidad y las necesidades de imperativas de los países en desarrollo.
Asimismo, pidió que se dé prioridad a garantizar la seguridad alimentaria, la educación, la salud, el trabajo decente y la protección social.
También llamó a la inversión en tecnologías verdes y resiliencia ante las crisis climáticas; por la construcción carreteras, sistemas de agua y alimentación; por proporcionar electricidad e internet a todos; por crear sistemas de justicia y gobernanza confiables; y por abrir las puertas a la participación de las mujeres y los jóvenes.
La paz se construye en las comunidades
La paz no se construye en salas de conferencias, apuntó. “La paz se construye en las escuelas, en las clínicas, en las comunidades. La paz se construye cuando las personas tienen esperanza y la oportunidad de participar en la construcción de su futuro”, aseguró.
“Invertir en desarrollo hoy significa invertir en un mañana más pacífico. Renovemos nuestro compromiso con la solidaridad y la multilateralidad”, concluyó el Secretario General.