El consejero de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía, Jorge Paradela, ha visitado los trabajos de recuperación ambiental de la antigua zona minera de Casa Grande de Vera, en el término municipal de Villaviciosa de Córdoba, en los que la Junta de Andalucía ha invertido casi siete millones de euros.
Acompañado del director general de Minas, Jesús Portillo, y del delegado territorial de la Consejería en la provincia de Córdoba, Agustín López, el consejero ha puesto de relieve que «históricamente, la actividad minera carecía de obligaciones legales estrictas para la preservación del medio ambiente, dejando tras de sí pasivos ambientales abandonados que persisten hasta nuestros días».
En este sentido, ha subrayado que la Estrategia para una Minería Sostenible en Andalucía 2030, la hoja de ruta del Gobierno andaluz para acompañar el desarrollo a la industria extractiva, contempla entre sus líneas de actuación «el impulso a programas de restauración e integración paisajística para devolver a los terrenos afectados por la actividad minera histórica, un uso distinto acorde con el fomento del desarrollo social y económico del entorno».
«La minería del siglo XXI no tiene nada que ver con la actividad que se realizaba en los siglos XIX y XX. La minería actual busca el equilibrio entre la protección ambiental y el desarrollo económico y social de los territorios donde opera, y lo hace de forma responsable y respetuosa con el entorno y la sociedad», ha abundado el consejero.

Jorge Paradela ha considerado que es «nuestra responsabilidad poner en valor el patrimonio geológico con el que cuenta Andalucía», reseñando que la minería es una actividad «esencial» para la transición ecológica y digital, y una oportunidad para el desarrollo industrial de Andalucía. «La comunidad cuenta con la presencia de 22 de los 34 minerales considerados fundamentales o críticos por la Unión Europea«.
En el caso concreto de la visita a Casa Grande de Vera, la inversión de 6,9 millones de euros, financiada con el Plan de Recuperación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), va a suponer la restauración de 26 hectáreas de terreno en las que se encontraba la antigua explotación de fluorita de «El Chaparral», abandonada en los años 80 del siglo pasado.
Los trabajos de recuperación ambiental, que está acometiendo Tragsa, comenzaron en enero del año pasado, se encuentran ejecutados en más de un 80% y su finalización está prevista para el próximo mes de octubre.
La actuación consiste en la clausura de varias balsas de lodos mediante barreras impermeables, control de escorrentías y restauración de la cubierta vegetal, actuaciones que han permitido eliminar cualquier riesgo de contaminación.

Restauración ambiental voluntaria
La Junta de Andalucía desarrolla, de forma complementaria y voluntaria, una serie de actuaciones tendentes a minimizar el impacto de la minería en el medio ambiente, como la restauración de espacios degradados abandonados en los que no es posible identificar al responsable de la actuación.
En los últimos cinco años, la Junta ha invertido 32,5 millones de euros en la ejecución de cerca de una veintena de actuaciones de restauración y mejora de la seguridad en explotaciones mineras en desuso de las provincias de Granada, Huelva, Jaén, Málaga, Almería y Córdoba.
El ejecutivo andaluz entiende que el desarrollo de una minería responsable, innovadora y especialmente respetuosa con el medio ambiente debe ser un elemento clave. Por ello, vela escrupulosamente por el cumplimiento de la normativa de prevención ambiental y de restauración minera como garantía para que los impactos transitorios del desarrollo del sector extractivo sean resarcidos en términos ambientales.
En este sentido, la aplicación de técnicas innovadoras de exploración (métodos y equipos no invasivos), explotación (minería de interior, utilización de estériles de tratamiento como relleno de mina. y minimización de incidencia superficial con minería de transferencia) y procesado de minerales (mejora de la eficiencia, tratamiento de los residuos como nuevos recursos en coherencia con los principios de la economía circular, entre otros), hacen que la incidencia ambiental de los proyectos mineros modernos sea cada vez menor.