La Universidad Loyola y el Colegio de Economistas de Sevilla, junto a Caja Rural del Sur, han presentado hoy el XXIII Barómetro Económico de Sevilla presentado en el Salón de Actos del Colegio Profesional de Economistas de Sevilla.
La economía Sevillana cerrará el 2024 con una moderada recuperación, motivada por el descenso de la inflación y el buen comportamiento del mercado laboral. La inflación se moderará en el 2,6% y se prevé un aumento del empleo del 3,2% este año. Otro indicador de crecimiento económico es el Producto Interior Bruto (PIB), que se situará en el 2,6%, dos decimas por encima de la previsión reflejada en el anterior número.
“Para 2025, los datos seguirán siendo positivos porque barajamos un crecimiento del PIB del 2,1%, una inflación moderada en el 1,9% y una caída de la tasa de paro hasta el 12,5%”, ha explicado María del Carmen Delgado, directora ejecutiva del Barómetro Económico de Sevilla y directora del Departamento de Economía de la Universidad Loyola.
La incertidumbre geopolítica, la baja confianza de los consumidores y el proteccionismo comercial se presentan como riesgos latentes. En Europa, la confianza empresarial sigue baja y el crecimiento económico es limitado, con excepción de España, que creció un 0,8% intertrimestral en el tercer trimestre de 2024.
El Barómetro Económico de Sevilla nace de la colaboración entre el Colegio Profesional de Economistas de Sevilla y la Universidad Loyola. Se trata del vigésimo tercer número de dicha colaboración, correspondiente a la coyuntura económica del cuarto trimestre del 2024. Junto a la directora ejecutiva del Barómetro, han estado presentes Francisco J. Tato Jiménez, decano del Colegio de Economistas; y José María Vera López, subdirector general y director comercial de Caja Rural del Sur.
Loyola, el Colegio de Economistas y Caja Rural del Sur presentan el último BES.
Los indicadores relevantes para medir la actividad económica de Andalucía y de Sevilla, a excepción de la matriculación de vehículos, que continua su tendencia negativa, reflejan datos positivos y estables.
“Los indicadores relevantes para medir la actividad económica de Andalucía y de Sevilla, a excepción de la matriculación de turismos, que continua su tendencia, y el Índice de Confianza que levemente se ha visto mermado, este tercer trimestre, reflejan datos positivos y estables. Las pernoctaciones siguen al alza y registran ya valores, a falta de tres meses aún para acabar el año, muy superiores a los registrados en el año 2019. Los afiliados a la Seguridad Social continúan mostrando una tendencia creciente, registrando en el mes de octubre máximos históricos tanto en la provincia como en la Comunidad Autónoma”, ha destacado María del Carmen Delgado durante la presentación.
El mercado laboral muestra una evolución positiva en los próximos años, con un crecimiento estimado del empleo del 3,2% en 2024 y del 3,0% en 2025, lo que refleja una continuidad en la generación de oportunidades laborales. Sevilla presenta por primera vez en la serie histórica, una tasa de paro por debajo del 14%. Por su parte, en Andalucía la tasa de paro es inferior a la presentada en el primer trimestre y en el segundo trimestre de 2024 y se sitúa ya por debajo del 17%. En ambos casos se observa una tendencia descendente de la tasa paro desde 2015, a excepción de los años 2020 y 2021 a causa de la COVID-19.
Los afiliados a la Seguridad Social continúan mostrando una tendencia creciente, registrando en el mes de octubre máximos históricos tanto en la provincia como en la Comunidad Autónoma.
El Índice de Confianza Empresarial, que levemente se ha visto mermado este tercer trimestre, se prevé que cierre el año con mejor registro que el presentado en el mismo periodo del año anterior, tanto en la Comunidad Autónoma como en Sevilla.
Las pernoctaciones siguen al alza tanto en la comunidad autónoma como en la provincia. En el mes de septiembre, se registraron ya casi 46 millones de pernoctaciones para el conjunto de Andalucía y la comunidad. De hecho, prevé cerrar el año como el “mejor año de la historia” con 35 millones de visitantes.
Desde diciembre de 2022, la inflación se explicaba por la subida del precio de los productos energéticos. En el año 2023 fue alimentos y bebidas no alcohólicas el componente que más contribuyó a la inflación. Sin embargo, en el año 2024 no hay contribución significativa de ningún componente. Los pasados meses de septiembre y octubre se registraron valores del 1,2% y 1,4% respectivamente frente a los valores del mismo período del año anterior (3,5% y 3,9% respectivamente).
Se prevé que, en Sevilla, el IPC alcance un promedio anual del 2,6% en 2024, nivel en línea con el 2,8% estimado para la Comunidad Autónoma y con el 2,9% nacional. En 2025, nuestros modelos indican que el IPC cerrará en la provincia de Sevilla en un 1,9%.
La creación de sociedades mercantiles ha presentado una tendencia muy similar a la de la provincia. En ambos casos, la evolución de este indicador en el año 2024 continúa siendo irregular.
Sin embargo, las importaciones y las exportaciones han disminuido, lo que se traduce en una importante disminución del saldo comercial, pasando de 314,3 millones en el segundo trimestre de 2024 a 154,7 millones en el tercer trimestre del mismo año.
El Índice BES, que mide la actividad económica de Sevilla, muestra un leve retroceso en el tercer trimestre de 2024, situándose en 106,8 puntos para Sevilla, pero se espera que alcance los 109,1 puntos al cierre del año. Sin embargo, en Andalucía se sitúa en 124 y anticipa un Índice BES de 118,8, levemente por debajo del registrado en el periodo anterior.
Según los modelos estimados, para 2025, la economía sevillana experimentaría un crecimiento del 2,1%, una décima por encima de la prevista el número anterior. Aunque, si estas previsiones son acertadas, la economía sevillana crecería menos que en 2024, que se prevé que cierre el PIB en el 2,6%.
En cuanto al mercado laboral, se anticipa un aumento del empleo del 3,0% en 2025. Asimismo, la tasa de paro continuará descendiendo, alejándose del umbral del 18% para situarse en el 12,5% en 2025, en línea con la tendencia nacional y regional.
Por último, las proyecciones apuntan a una inflación moderada, disminuyendo al 1,9% en 2025.