Un invernadero de agricultura urbana conectado al aula 3.07 y a un despacho de la ESEIAAT absorbe el CO₂ de estos espacios y, mediante fotosíntesis, lo transforma en oxígeno. Este aire limpio recircula nuevamente hacia el aula, en caso de que las condiciones sean adecuadas. Así funciona Air quality & Green Infraestructure Living Lab (Airgilab), el primer ‘living lab’ que regenera el aire de los edificios con cultivos agrícolas. Lo ha creado el Grupo de Investigación e Innovación de la Construcción (GRIC) de la UPC.
21/11/2024
El aula 3.07 del edificio TR5 de la Escuela Superior de Ingenierías Industrial, Aeroespacial y Audiovisual de Terrassa (ESEIAAT) de la Universitat Politècnica de Catalunya – BarcelonaTech (UPC) no es una aula cualquiera. En este espacio, los 80 estudiantes que asisten a clase respiran un aire de gran calidad gracias al Air quality & Green Infraestructure Living Lab (Airgilab). Esta innovadora infraestructura científica se ha construido en el marco de los proyectos MOVE4EDU y BINAFET, en que participan los grupos de investigación GRIC de la UPC y SOSTENIPRA de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).
Se considera el primer laboratorio vivo que integra la agricultura urbana en un edificio para mejorar la calidad del aire. Proporciona un excelente confort ambiental, reduciendo los costes de los sistemas de ventilación. La adopción de este sistema permitiría generar ahorros energéticos en los edificios y beneficios provenientes de la gestión del invernadero que ayudarían a hacer viable la implementación de sistemas de ventilación.
El consejero de Empresa y Trabajo de la Generalitat de Catalunya, Miquel Sàmper, ha visitado hoy las instalaciones del nuevo equipamiento, acompañado del director de la ESEIAAT, Xavier Roca.
Descarbonizar los edificios con la fotosíntesis
Airgilab utiliza la fotosíntesis de los cultivos hortícolas para capturar dióxido de carbono. El aula y el despacho de la ESEIAAT están conectados a un sistema de ventilación que extrae el CO₂ emitido en estos espacios. Este CO₂ se transporta a un invernadero tecnificado construido en la cubierta del edificio TR5 donde se cultivan plantas hortícolas (tomateras, lechugas, judías, etc.). Estas absorben el CO₂ y lo transforman en oxígeno mediante la fotosíntesis. Posteriormente, se evalúa si este aire puede ser inyectado de nuevo en los espacios interiores del edificio.
Así, Airgilab integra los flujos residuales generados en los edificios dentro de procesos agrícolas para sumar en la estrategia de descarbonización y transición ecológica. De hecho, se considera el primer living lab inteligente que integra un invernadero en el sistema de ventilación de un edificio, porque los flujos residuales de los subsistemas se gestionan mediante control predictivo y aprendizaje automático, que ha diseñado el equipo investigador del GRIC.
El profesor de la ESEIAAT e investigador del GRIC Marcel Macarulla, uno de los principales promotores del laboratorio, afirma: “hemos construido un living lab que integra un invernadero en un sistema de ventilación. Se trata de aprovechar los flujos energéticos y el CO₂ del edificio para mejorar la productividad de los cultivos. También queremos investigar como el invernadero podría reducir la demanda de ventilación del edificio, precalentando el aire o limpiando el aire sucio del edificio, entre otros aspectos”. El profesor Santiago Gassó, otro de los principales promotores del proyecto y también investigador del GRIC, afirma que “esta es una instalación que permitirá a nuestro grupo de investigación validar los modelos de control que desarrollamos, así como estudiar las sinergias entre edificios e invernaderos».
Por otro lado, este laboratorio es de los primeros invernaderos tecnificados integrados en las instalaciones de ventilación y climatización de un edificio. Por este motivo, existe un espacio demostrativo, tanto para la comunidad científica como para la ciudadanía. En el ámbito educativo, el laboratorio permitirá acercar la investigación a la docencia, haciendo posible que los estudiantes puedan ver cómo funciona un sistema de ventilación, así como testar los diferentes sistemas de monitorización y control. Además, los datos generados se recogerán en una base de datos que estará a disposición de la comunidad UPC para utilizar herramientas de inteligencia artificial.
Argilab surge de dos proyectos de investigación conjuntos en los cuales trabajan el grupo GRIC de la UPC y SOSTENIPRA de la UAB: MOVE4EDU y BINAFET. En el primero, los investigadores estudian las simbiosis entre invernaderos y edificios para aprovechar los flujos residuales del edificio y mejorar la productividad del cultivo. En el segundo, se plantean mejoras técnicas en el invernadero, como por ejemplo leds y vidrios fotovoltaicos, además de herramientas de inteligencia artificial para optimizar el funcionamiento del sistema. Estos proyectos han sido financiados con fondos de la Agencia Estatal de Investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación, los fondos Next Generation y fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, con un total de 600.000 euros repartidos entre los dos grupos de investigación.
Airgilab forma parte del Centro Específico de Investigación (CER) AgroTech de la UPC, que aglutina la actividad de investigación de la UPC en el ámbito agroalimentario. Además, forma parte de la red X_AgriTech para la transferencia de conocimiento en el sector.