La Dirección General de Salud Mental recuerda que la depresión no es una debilidad, sino una enfermedad tratable de la que todavía hoy es necesario romper prejuicios y estigmas. Hoy, 13 de enero, se conmemora el Día Mundial de Lucha contra la Depresión, una de las principales enfermedades mentales y causa de discapacidad global que afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los problemas de salud mental más frecuentes registrados en las historias clínicas de atención primaria, según el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud, son los trastornos de ansiedad (106,5 casos por cada 1.000 habitantes), seguidos de los trastornos del sueño (81,6) y los trastornos depresivos (47,8 por cada 1.000 habitantes, respectivamente), con una tendencia creciente.
Entre un 8% y un 15% de las personas sufrirá depresión a lo largo de su vida, según la Sociedad Española de Psiquiatría.
Este día es una oportunidad para reflexionar, visibilizar y ofrecer apoyo a todas aquellas personas afectadas por esta condición, además de promover el acceso a los recursos de salud mental a las que así lo requieran. Por eso, desde la Dirección General de Salud Mental se recuerda y se incide en la necesidad de pedir ayuda profesional, no subestimar la enfermedad y solicitar atención sanitaria ante los principales síntomas de la depresión como son la pérdida de energía, fatiga, cambios en el apetito, en el sueño, ansiedad, aislamiento, disminución de la concentración, irritabilidad, sentimiento de inutilidad, culpabilidad, desesperanza, pérdida de interés en actividades de las que antes se disfrutaba y pensamientos de autolesión y suicidio.
La depresión no distingue por edad, género, situación social o geográfica. En las Illes Balears, al igual que en otras muchas regiones, la enfermedad mental está en ascenso y su impacto no solo se ve reflejado en el bienestar del individuo, sino también en su calidad y proyecto de vida.
Es conocido que, en los últimos años, en las Illes Balears ha habido un aumento de los casos de depresión, especialmente entre la población joven y los colectivos más vulnerables. Las estadísticas también señalan un repunte en la población mayor. Este grupo a menudo también tiene la dificultad añadida de enfrentarse al aislamiento social y a la soledad.
Las autoridades sanitarias de las islas han implementado varios programas para atender y prevenir trastornos mentales, pero la situación actual y los múltiples factores precipitantes de esta situación requieren un enfoque integral que involucre a toda la comunidad. Es imperativo seguir trabajando para mejorar la accesibilidad a los recursos de salud mental y establecer sinergias con los diferentes estamentos, instituciones y entidades para fomentar un abordaje más integral y holístico de esta lacra social. Necesitamos que las campañas de concienciación sigan derribando el estigma por razones de salud mental.
El Día Mundial de la Lucha contra la Depresión es una oportunidad para recordar que la depresión no es una debilidad sino una enfermedad tratable. Es fundamental que todos, desde los profesionales de la salud hasta la sociedad en general, trabajemos unidos para ofrecer apoyo, comprensión y recursos a quienes lo necesitan.
Éste también es un día para recordar que, en momentos de incertidumbre y estrés, la prevención es clave. Fomentar la salud emocional a través de programas educativos y reforzar las redes de apoyo y el acceso a los tratamientos psicológicos y psiquiátricos puede marcar una diferencia significativa en la vida de muchas personas.