La consejera de Salud y Consumo, Rocío Hernández, ha presentado en el Pleno del Parlamento de Andalucía las novedades del Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores de la Fiebre del Nilo Occidental (FNO) para este año, entre las que se incluye una simplificación de la clasificación del riesgo a principios de temporada en tres niveles (bajo, medio y alto), para todos los municipios, en tanto que «ningún municipio andaluz está exento del riesgo de circulación del virus del Nilo occidental (VNO) a corto, medio o largo plazo».
Hernández ha explicado que el objetivo de esta actualización del Programa es «aumentar la asistencia a los ayuntamientos y diputaciones a prepararse para el control de vectores, identificar precozmente la llegada del virus, movilizar a otros actores de la salud y comunicar y acompañar mejor a la población en caso de situación de alerta».
La consejera de Salud y Consumo ha destacado que la simplificación de la clasificación del riesgo a principio de la temporada en tres niveles «se traducirá en una vigilancia y un control más exigentes a medida que el riesgo sea mayor». Además, ha subrayado, «se introduce la noción de ‘área en alerta‘, de carácter temporal, en los casos de evidencia del la cercanía del virus a núcleos de población, a menos de 1,5 kilómetros de distancia, durante la temporada en curso», en la que se desarrollará una intensificación de las medidas de intervención, vigilancia y sensibilización . Igualmente, se incrementan los municipios que estarán en riesgo medio y alto, en los que se acentuarán las medidas de vigilancia y control. «La comunicación del nivel de riesgo a los municipios se está realizando desde principios de marzo», ha añadido.
Además, el programa optimiza el modelo predictivo para valorar el riesgo de circulación del VNO, integrando el diseñado por el CSIC-Doñana y los datos propios de la Consejería. Así, se han incluido nuevas variables como el uso del suelo, las aves infectadas o la presencia de vectores, entre otros.
Otra de las novedades es que el programa tendrá una duración anual, con una evaluación de la temporada en otoño, la preparación de la temporada de invierno, la realización de los primeros tratamientos larvarios, la puesta de trampas de invierno a primavera y el refuerzo de la vigilancia desde finales de primavera y durante todo el verano. Del mismo modo, se amplía la vigilancia entomológica, basada en el trampeo de mosquitos y la búsqueda de virus mediante PCR, tanto en número de trampas como en territorio cubierto y en tiempo. De esta forma, el número de trampas aumenta de 27 a 120, se incluyen todas las provincias andaluzas y se comienza en mayo, un mes antes que el año pasado y dos meses antes que en 2023. También se amplía la vigilancia humana para la búsqueda de casos leves, con formas no neuroinvasivas, en las zonas de riesgo alto.
Asismismo, se llevará a cabo la movilización de todos los actores de la promoción de la salud y la prevención de la Consejería (enfermeras de Familia y Comunitaria, RELAS -Red Local de Acción en Salud- y farmacias) en los municipios de riesgo alto y se creará un segundo laboratorio de referencia en Andalucía, en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, que se suma al del Hospital Universitario Virgen de las Nieves: «Ésto permitirá una mayor capacidad y rapidez en la respuesta diagnóstica». Además, se refuerza la coordinación con las otras administraciones a través de mesas de trabajo de preparación de la temporada desde el invierno, y el apoyo a los ayuntamientos con más visitas de los agentes de salud pública desde marzo a los municipios afectados. Igualmente, se mejora el plan de comunicación a la población, para que sea una parte activa de la vigilancia y del control de vectores.
Hernández ha señalado que la Consejería de Salud y Consumo ha movilizado 1,2 millones de euros para la ampliación de la vigilancia y control de vectores, a lo que «hay que añadir otras partidas presupuestarias destinadas a la creación del segundo laboratorio, la movilización de agentes de salud pública o de profesionales sanitarios y no sanitarios».
Actualización del Programa FNO
La distribución y abundancia de las especies de mosquitos es consecuencia de las condiciones ambientales y, por tanto, se ven afectadas por las variaciones climáticas y meteorológicas. La incidencia y distribución de enfermedades transmitidas por vectores está creciendo debido a las modificaciones de las condiciones ambientales motivadas por el cambio climático.
En Andalucía concurren varias circunstancias que la hacen más sensible a la proliferación y mantenimiento de varios géneros de mosquitos, entre ellos el género culex, transmisor del VNO, como la existencia de humedades naturales y marismas, paso obligado para millones de aves migratorias, la presencia de grandes láminas de agua antropogénicas temporales (arrozales), un clima templado con inviernos cada vez más suaves, y la presencia de especies de mosquitos del género culex tanto en zonas húmedas como en zonas urbanas.
Desde su detección por primera vez en humanos en 2010, el virus del Nilo occidental (VNO) se considera ya un virus endémico en la zona occidental de Andalucía con una expansión al resto de la Comunidad a través de aves autóctonas.
Situación epidemiológica en 2024
La situación epidemiológica del VNO en Andalucía ha ido cambiando a lo largo de los años. El número de casos en humanos en los años 2020 y el 2024 es el más elevado de la serie histórica. El año pasado se notificaron 107 casos confirmados, principalmente entre los meses de julio y octubre, y se diagnosticaron casos en todas las provincias andaluzas, excepto en Granada y Almería. Al igual que ocurriera en 2020, Sevilla, con 93 casos, sigue siendo la provincia más afectada. De esos 93 casos, 68 se concentran en cuatro municipios: 28 en Coria del Río, 21 en Dos Hermanas, 10 en La Puebla del Río y nueve en Los Palacios y Villafranca.
Durante el pasado año se realizaron distintas acciones entre las que destacaron las más de mil intervenciones de verificación realizadas por los Agentes de Salud Pública en las localidades para asesorar, vigilar y colaborar con las actuaciones municipales, las reuniones con las Diputaciones Provinciales, la realización de visitas semanales a los ayuntamientos de los municipios más afectados por parte de los técnicos de la Consejería de Salud y Consumo para valorar los diferentes escenarios y proponer actuaciones de mejora de la situación epidemiológica, o la revisión, al final de la temporada, de las medidas aplicadas para identificar las áreas de mejora en la que han participado todas las partes implicadas: diputaciones, municipios, empresas de servicios biocidas, agentes de salud pública u otras administraciones y expertos entomólogos.
La actualización del Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores de la Fiebre del Nilo Occidental (FNO) para la temporada 2025, así como la clasificación de partida de cada municipio se puede consultar en este enlace.