Referentes de partidos liberales de Uruguay acuerdan las bases para unirse

El 17 de enero de 2025, Uruguay fue testigo de un evento político significativo que podría moldear el futuro del liberalismo en el país.

En el podcast «Hasta el Hueso», dirigido por Sergio Grozstejn, vicepresidente del Partido Libertario del Uruguay (PLU), se reunieron públicamente Federico Leicht, fundador del Partido Plataforma Por La Libertad (PPL), y Nahuel Speranza, presidente de la directiva del PLU.

En el programa, se discutieron varios aspectos del armado político y la organización de ambos partidos.

Federico Leicht, representante de la PPL, detalló que el partido que integra, con apenas un mes de existencia, ya cuenta con más de 400 afiliados distribuidos por departamentos, organizados en cinco equipos multidisciplinarios que trabajan en áreas clave como finanzas, logística, comunicación y política.

Fuentes cercanas a la plataforma de Fernando Doti Tori y Stephanie Magliano confirmaron que el número de afiliados podría superar los 500, lo que sugiere un rápido ascenso en la escena política uruguaya.

Afiliados

“Leicht se quedo corto en el programa, no tenemos mas de 400 afiliados, tenemos mas de 500”, mencionaron a La Derecha Diario fuentes dentro del armado de la Plataforma.

Leicht también explicó que la PPL busca integrar a sectores de la sociedad que no necesariamente se identifican como liberales de academia pero que están afectados negativamente por las intervenciones del Estado, abogando por una mayor libertad.

Este enfoque inclusivo se extiende incluso a sectores más conservadores, algunos de los cuales ya están activos dentro del PPL.

Stephanie Magliano, una dirigente del PPL con una impronta más conservadora y ex dirigente del Partido Nacional, expresó su satisfacción con la acogida que ha recibido como mujer conservadora dentro de la plataforma, resaltando que su postura no ha sido un obstáculo para apoyar el libre mercado y la reducción del tamaño del Estado como bases y valores de la PPL.

La opinión de Leicht

La conversación también abordó errores pasados del PLU, particularmente en la última elección donde no lograron superar la barrera mínima de votos. Leicht, exmiembro del PLU, criticó la falta de competencia interna y la mala organización, puntos que fueron aceptados por Grozstejn y Speranza.

Leicht propuso en su momento que existiera competencia interna de cara a las elecciones de 2024, pero desde la directiva del PLU rechazaron esas propuestas.

En su momento no querían competir y nombraron al abogado penalista Nelson Petkovich como su único candidato, un individuo desconocido para la mayoría y que carecía de cualquier presencia relevante en la esfera pública, fue catapultado a la candidatura presidencial gracias a la decisión de la directiva del PLU, que no quería competencia interna.

Sin embargo, lo que parecía ser una oportunidad inigualable para dejar su marca en la historia política del país, se convirtió en un espectáculo de fracaso monumental.

Petkovich, se ganó la reputación de haberla «cagado estrepitosamente», dejando una huella de decepción en su paso por la política y dejando pegadas a las ideas liberales-libertarias, que debido al paupérrimo trabajo del candidato en la elección, quedaron en ridículo ante la sociedad.

Revelaciones internas indican que Grozstejn financió personalmente las hojas de votación, un esfuerzo muy noble que no fue reconocido por el candidato Petkovich.

A pesar de estas críticas, Grozstejn y Speranza mostraron apertura hacia la unión con la PPL, con Leicht expresando deseos de trabajar juntos para marzo en la conformación de las estructuras partidarias.

Sin embargo, no todos en el PLU están de acuerdo con esta unión; una minoría ha expresado reticencias por razones ideológicas o personales, con comentarios como los de una fuente anónima que prefiere no unirse debido a la presencia de elementos de derecha en la PPL. «En la PPL son muy de derecha y yo soy un zurdito de alma».

También se registraron algunos ataques mínimos hacia la PPL de parte de algunos miembros del PLU, que contradicen a la mayoría de su partido y a sus dirigentes, que por ejemplo mencionaban que «el futuro es liberal pero no de derecha».

Este acuerdo entre los referentes de los partidos liberales podría ser un paso significativo hacia una coalición más fuerte que defienda los principios de la libertad en Uruguay, aunque no sin desafíos internos que superar.

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