Profesores e investigadores abordan el desafío de integrar la IA en el ámbito académico de una manera ética

El Servicio de Formación Continua del Vicerrectorado de Profesorado ha organizado la I Jornada de Innovación Docente, dirigida a profesores e investigadores de la Universidad Católica de Valencia (UCV) para abordar el impacto de la inteligencia artificial y el desafío de integrarla en el ámbito académico de una manera ética.

El primero en tomar la palabra ha sido el vicerrector de Profesorado, Javier Sancho Pelluz, que ha incidido en el potencial de la IA para “optimizar procesos, personalizar el aprendizaje y abrir nuevas posibilidades para la docencia y la gestión universitaria”, subrayando que su uso “debe estar guiado por una sólida reflexión ética”.

En este sentido, Sancho Pelluz ha advertido de que, “en estos días de ansiedad tecnológica, corremos el riesgo -con la excusa de no quedarnos atrás- de aplicar la última tecnología a toda costa. Sólo hay que recordar cómo hace unos años se implantaron todo tipo de dispositivos en las aulas de los colegios con la idea de que nuestros hijos aprenderían mejor y hoy nadie discute que fue una decisión errónea tomada bajo los efectos de la fiebre del oro de las nuevas tecnologías”.

No obstante, el vicerrector ha afirmado que “es indiscutible que las nuevas tecnologías han llegado para quedarse y somos nosotros, los profesores universitarios, quienes tenemos que separar el grano de la paja y estudiar qué hacemos con ella para sacar todo lo bueno que nos pueden dar”.

Enrique Estellés: “La IA no es tanto que sea inteligente, como que simula un comportamiento inteligente”

El siguiente en intervenir ha sido Enrique Estellés, profesor de la UCV e investigador en esta tecnología, quien ha alertado de “la gran presión mediática que hay por la IA”, lo cual ha contribuido a las “enormes inversiones que han hecho las grandes empresas del sector”. El ponente también ha querido dejar claro que “la IA no es tanto que sea inteligente, como que simula un comportamiento inteligente, con lo que no deja de ser una simulación” para advertir del peligro de la “antropomorfización”.

En su conferencia, Estellés ha diferenciado dos vías de investigación en IA: la ingenieril «busca replicar comportamientos inteligentes» y la cognitiva «quiere replicar un cerebro que sea capaz de realizar esos comportamientos inteligentes». Esta segunda rama, «que habla de la superinteligencia y de que se va a alcanzar un punto a partir de la cual los humanos seremos inferiores, se queda en lo que ha sido la ciencia ficción porque no ha tenido nunca resultados”, ha asegurado.

Este experto también se ha referido a los principios que han de guiar la implementación ética de la inteligencia artificial en la universidad, como son la benevolencia, la no maleficencia, la autonomía, la justicia y la explicabilidad. En este punto, ha hecho hincapié en algunos peligros que la irrupción de esta tecnología en las aulas lleva consigo, como “evitar que se formen los circuitos neuronales necesarios para el aprendizaje, acrecentar la brecha digital o acentuar la discriminación, ya que no es neutra y tiene una serie de sesgos e intenciones que nunca debemos pasar por alto”.

En la jornada también ha participado Valery Naranjo, catedrática del departamento de Comunicaciones de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y directora del grupo de investigación CVBLAB, vinculado al Human-Centered Technology Institute (HUMAN-tech), centrado en la aplicación de la visión artificial en la ingeniería biomédica y la biomedicina.

Naranjo, que tiene una larga trayectoria en investigación en inteligencia artificial, ha hecho hincapié en la necesidad de “perder el miedo a la IA y cambiar el chip para conocer cómo funciona esta tecnología por dentro”. Así, se ha referido al ejemplo del ChatGPT pues, “si lo usas bien, es como un Google mejorado que nos puede ayudar muchísimo, sobre todo, como punto de partida. Además, cada vez es más fiable y hay mucho negocio y grandes empresas alrededor de él, con lo que le auguro un gran futuro”.

La sesión ha incluido cuatro talleres sobre el uso de la IA en la docencia en diferentes áreas de conocimiento: en educación ha sido impartido por María Laura Angelini, en humanidades por María José Salar; en salud por David Fernández; y en legislación y economía por Borja Sánchez.