El cineasta Pedro Solís ha sido el pregonero del Carnaval de Guadalajara acompañado por una amplia representación de botargas y mascaritas, llegadas desde todos los rincones de la provincia, que han recorrido las calles de Guadalajara, hasta la Plaza Mayor, haciendo sonar sus cencerros y cascabeles, junto a la música de las dulzainas
La alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, daba la bienvenida a los 42 grupos de botargas que este año han marcado récord de participación en el Carnaval en Guadalajara y su enhorabuena a las cinco nuevas botargas recuperadas, que por primera vez se incorporaban a este desfile, que se viene celebrando desde 1998 y está declarado Fiesta de Interés Turístico provincial.
“Sois los guardianes de nuestras tradiciones y la memoria de la fiesta”, ha señalado la alcaldesa, “y vuestras máscaras encarnan el espíritu de nuestras raíces, igual que vuestras danzas, cantos y energía son el puente que une generaciones. Gracias por mantener viva la llama de nuestra identidad”.
Ana Guarinos también agradeció su trabajo al grupo de Mascarones de Guadalajara como anfitriones de este desfile inaugural “que ha hecho de Guadalajara la capital de las botargas”.
Tras entregar la estatuilla de la botarga de Guadalajara que representa todos los premios del Carnaval a las cinco nuevas formaciones, la botarga de Iriépal con su máscara de abubilla; la botarga infantil de Málaga del Fresno; los Ojojó de Miedes de Atienza; la botarga de Valdepeñas de la Sierra, con su oso blanco y la botarga de Valdesotos; con la presentación de todas las formaciones sobre el escenario, se dio paso al pregonero, Pedro Solis.
El pregonero, todavía anónimo y oculto tras la máscara, hizo un canto a la vida y a todo lo que supone celebrarla a través de referencias a todas y cada una de sus películas, invitando a dejar volar la imaginación también en Carnaval y que todas las máscaras descubran una sonrisa.
“A bailar, a reír y a disfrutar, vamos a llenar nuestras calles de risas, de disfraces locos y de la magia que sólo el Carnaval de Guadalajara puede ofrecer. Celebremos nuestras raíces, nuestra historia y a nuestros seres de la pantalla y de fuera de la pantalla. Feliz Carnaval 2025 y a disfrutarlo”, concluía el cineasta, dejando caer ya su máscara y desvelando su identidad.
La alcaldesa de Guadalajara entregaba a Pedro Solis, “un pregonero de excepción, gran amigo y mejor persona”, la placa de recuerdo como pregonero del Carnaval, mientras en la plaza crecía el bullicio de las botargas, vaquillones, diablos, mascaritas, mojigangas, y danzantes.
Allí estaban las botargas de Alarilla, Albalate de Zorita, Aleas, Almiruete, Arbancón, Beleña del Sorbe, Cabanillas del Campo, Fuencemillán, Gajanejos, Hita, Humanes, Iriépal, Luzaga, Luzón, Majaelrayo, Málaga del Fresno (dos botargas), Mazuecos, Membrillera, Miedes de Atienza, Mohernando, Montarrón, Muduex, Peñalver, Razbona, Retiendas, Riba de Saelices, Ribarredonda, Robledillo de Mohernando (tres botargas), Romanones, Salmerón, Taracena, Tórtola de Henares, Valdenuño Fernández, Valdepeñas de la Sierra, Valdesotos, Villares de Jadraque, Yélamos de Abajo y por supuesto, la botarga de Guadalajara.
Un total de 42 representaciones de las 47 botargas con que cuenta ahora mismo la provincia, en una tradición que se sigue recuperando en nuestros pueblos y que son Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Bien Inmaterial.
Con la canción del Aliguí, y las botargas de Guadalajara, retando a las autoridades a pescar al vuelo, “con la mano no con la boca sí”, el higo del Manda, se ponía fin al pregón del Carnaval que congregó a numeroso público en la Plaza Mayor de Guadalajara.