Uno de los considerados padres de la robótica participa en el simposio anual del Comité Español de Automática, que este año acoge la Universidad de Almería, ofreciendo una conferencia sobre su robot humanoide capaz de explorar el océano profundo y dando un mensaje optimista: “Todo lo que queramos imaginar es posible con la tecnología actual”.
La UAL continúa recibiendo a científicos del más alto nivel internacional, ya que tras la sucesión de premios nobel de fFísica de hace escasas fechas, ha contado con la presencia de Oussama Khatib, considerado como una máxima autoridad mundial en robótica. Ha sido posible gracias al Simposio CEA de Robótica, Bioingeniería, Visión Artificial y Automática Marina, el RBVM’25, que se está desarrollando en el campus hasta este viernes con el patrocinio del Comité Español de Automática y con el apoyo de los vicerrectorados de Política Científica y de Transformación Digital e Infraestructuras de la UAL. Su participación ha levantado una gran expectación tanto por su trayectoria como por sus importantes logros al frente del Laboratorio de Robótica de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos.
Le ha dado la bienvenida a la Universidad de Almería Antonio Giménez, director de la OTRI/OTC, poniendo de relieve el calado de una personalidad tan destacada: “Es una gran alegría tener aquí al profesor Khatib, que es uno de los fundadores de los estudios de investigación en robótica, de los creadores, con una trayectoria muy larga, desde los años 70 trabajando en este campo y siendo una de las grandes referencias”. Lo ha definido también como “un orgullo” y una gran oportunidad, toda vez que el posicionamiento de la UAL es excelente gracias sobre todo a las aportaciones del Grupo de Investigación de ‘Automática, Robótica y Mecatrónica’, ARM y a las colaboraciones con otras universidades extranjeras. Resulta muy importante este contacto con Stanford, “un laboratorio que históricamente ha realizado proyectos de gran envergadura y que ha abierto nuevos caminos para otros investigadores”.
Khatib ha explicado la evolución desde su trabajo aplicado a la investigación del espacio exterior hasta focalizar sus avances en un mayor conocimiento de los océanos, precisando que “la tecnología está afectando a todos los aspectos de la vida”, por lo que sus esfuerzos se están centrando “en muchas aplicaciones relacionadas con los humanos, desde aplicaciones médicas hasta el medio ambiente, porque el océano es nuestra vida, y quizás sepamos más sobre Marte que sobre el océano”, de modo textual. Así, “estamos desarrollando tecnologías para ayudar a salvar los mares y para que los humanos puedan llegar más allá de sus posibilidades”, ha añadido, recordando que “los humanos pueden bucear 60 metros, pero la profundidad del océano es enorme”.
En el sur de Francia realizaron “una expedición increíble que nos llevó a 1.000 metros, y no solo para ver, sino también para hacer; es decir, para sentir lo que el robot toca”, ha narrado, detallando que lograron recuperar “muchos tesoros de una embarcación romana de 2.000 años de antigüedad, hermosas lámparas de aceite y copas”. Sobre todo, fue “el comienzo de muchas exploraciones de los océanos”. Sobre ella ha hablado en una conferencia que ha levantado gran expectación, ya que ha repasado un proyecto muy mediático y de enorme impacto como es ‘OceanOneK’, un hito en la exploración subacuática mediante sistemas robóticos avanzados. No en vano, permite que el humano que lo controla pueda sentir que está realmente manipulando un objeto en el fondo del mar.
El prestigioso científico ha reflexionado sobre el pasado de la automatización y el futuro de los robots, en todo momento con un tono constructivo y de confianza. Sobre lo anterior, “se sabe que un ser humano siempre ha buscado maneras de recrearse a sí mismo, y si pensamos en robots, se remontan incluso a la época egipcia: la primera automatización se hizo en el jardín de Alejandría, época de Alejandro Magno”. Evidentemente, “no había motores ni computadoras, así que se utilizaron mecanismos; en los siglos XIX y XX ya sí se empezó a tener primero motores y luego computadoras, y eso lo transformó todo». En el presente, “las computadoras controlan el robot para que haga lo que queramos, y todo lo que se quiera imaginar, es posible con las tecnologías actuales”.
Eso sí, “hay muchos aspectos de la robótica”, ha reseñado, puntualizando sobre la robótica social: “Usamos la robótica con niños para que puedan comunicarse más fácilmente o que tienen dificultades sociales, o con las personas mayores…, en el contexto social los podemos usar, pero también en el entorno cotidiano para servicios médicos”. Contra la distopía, “mucha gente piensa que la robótica será autónoma y dominará el mundo, pero la realidad es que se está acercando cada vez más a los humanos para ayudar a los humanos a trabajar con humanos, y los robots también nos necesitan”. De este modo, “en la industria manufacturera los robots se diseñaron para operar sin intervención humana, pero, debido a que estructuramos el entorno, instalamos accesorios y plantillas, la robótica se acerca cada vez más a la intervención humana y los robots la necesitan mucho más que antes”.
Por lo tanto, “los robots pueden proporcionar lo que llamamos autonomía funcional, pero la autonomía cognitiva sigue estando en el ser humano, y por eso necesitamos la experiencia humana”. Ha dejado claro que “con la intuición humana, junto con la capacidad del robot, eliminamos el trabajo duro del ser humano y elevamos la intervención humana a un nivel mucho más alto”. Precisamente, por realizarse en la provincia de Almería, el simposio ha prestado una especial atención a la robotización en la producción agrícola, ante lo que Oussama Khatib ha mostrado su admiración: “Estoy muy impresionado con el desarrollo de Almería y con el área de Agronomía de la UAL, especialmente considerando todo el ciclo de producción, la sostenibilidad, el medio ambiente y el uso de la energía; esto es realmente notable”. Por supuesto, “la robótica y la agricultura son dos áreas muy importantes” y ha adelantado el futuro: “Tenemos proyectos para desarrollar agricultura vertical dentro de la ciudad, porque no tenemos espacio horizontal”.