Estudiantes de Nutrición de la Universidad Loyola colaboran con jóvenes del IES Siglo XXI para mejorar sus hábitos alimentarios a través de talleres participativos en Torreblanca. La iniciativa conecta el aprendizaje académico y educativo con la acción y el impacto social, fortaleciendo los lazos entre universidad, comunidad y territorio, como un puente que transforma.
En el IES Siglo XXI, ubicado en el barrio sevillano de Torreblanca, una experiencia educativa ha marcado un antes y un después tanto para el alumnado de secundaria como para los futuros profesionales de la salud. Estudiantes del Grado en Nutrición Humana y Dietética de la Universidad Loyola, dentro de la asignatura de Nutrición II, han llevado a cabo un proyecto de intervención alimentaria con jóvenes de 1º a 4º de ESO, combinando ciencia, empatía y compromiso social.
La actividad se enmarca en la metodología de aprendizaje-servicio (ApS), que integra el aprendizaje académico con la acción social. En este caso, el objetivo fue claro: comprender los hábitos alimentarios del alumnado del instituto y ofrecer herramientas para mejorarlos, desde una perspectiva cercana y participativa.
Diagnóstico, diseño y acción
El proceso comenzó con un diagnóstico inicial mediante encuestas elaboradas por los propios estudiantes universitarios, seguido de una visita al centro para conocer el entorno y establecer vínculos. A partir de los resultados, se diseñaron talleres dinámicos y adaptados a la realidad del alumnado, abordando temas como:
- La pirámide de la alimentación y su aplicación práctica.
- Cómo planificar menús semanales equilibrados.
- El impacto del consumo de ultraprocesados.
- Mitos alimentarios comunes entre adolescentes.
Los talleres se desarrollaron a través de juegos, debates, ejemplos cotidianos y materiales visuales, fomentando la participación activa del alumnado.
Una experiencia que deja huella
“Como experiencia por parte del alumnado, el camino estuvo lleno de incertidumbre, debido a la falta de experiencia en el ámbito docente, no sabíamos cómo abordar la visita al instituto, pero con ayuda de los profesores se pudo lograr de una forma positiva y eficaz. A la llegada del instituto IES S.XXI, fuimos recibidos con los brazos abiertos por parte del alumnado y cuerpo docente, las actividades pensadas por nosotros se realizaron sin problema ninguno, dejando como conclusión una buena aceptación de los alumnos. Me voy con muy buen sabor de boca habiendo sido esta una experiencia muy positiva la cual me ha ayudado a tener diferentes puntos de vista sobre la nutrición teniendo en cuenta las distintas situaciones sociales existentes», ha compartido unos de los estudiantes del Grado Nutrición Humana y Dietética.
Desde el IES Siglo XXI, el profesorado valoró muy positivamente la iniciativa: “Ha sido una oportunidad para que nuestro alumnado reflexione sobre su alimentación desde una mirada cercana, sin juicios, y con propuestas realistas. Además, ver a universitarios implicados les ha motivado mucho a los jóvenes”, señaló una docente del centro.
Torreblanca es un barrio con una fuerte identidad comunitaria, pero también con importantes retos sociales. Iniciativas como esta permiten acercar la universidad a los territorios, generando vínculos que enriquecen a ambas partes. Para muchos estudiantes universitarios, fue su primer contacto con una realidad social distinta a la suya, lo que les permitió desarrollar no solo competencias técnicas, sino también humanas.
Compromiso universitario
La actividad fue impulsada por el área de Nutrición en colaboración con la Unidad de Formación e Innovación Docente, que brindó apoyo metodológico y facilitó el contacto con el centro. Esta acción se suma a otras experiencias previas de ApS en el IES Siglo XXI, como las desarrolladas desde el área de Informática.
Este tipo de proyectos responden a la misión de una universidad jesuita: formar profesionales competentes, conscientes, compasivos y comprometidos, capaces de transformar su entorno desde el conocimiento y la empatía.
El impacto del proyecto ha sido doble: por un lado, el alumnado del instituto ha adquirido herramientas para mejorar su alimentación; por otro, los estudiantes universitarios han vivido una experiencia formativa profunda, enfrentándose a sus miedos y saliendo fortalecidos.