No Hit: La experiencia de superar al videojuego

El profesor de la Universidad Loyola experto en videojuegos Antonio Campos, ha presentado durante el Mangafest celebrado recientemente en Sevilla una ponencia sobre su artículo «La perfección en la partida: la ruta no hit como forma de resignificación jugable.” 

El investigador de la Universidad Loyola, Antonio Campos, profesor en el Grado en Creación de Videojuegos y Animación Digital ha publicado recientemente un artículo en la revista Hipertext titulado “La perfección en la partida: la ruta no hit como forma de resignificación jugable”, un análisis sobre las reglas del juego y la evolución actual sobre formas de jugar e interacción del jugador con el videojuego. Con motivo de la celebración en Sevilla de Mangafest, un evento de cultura, ficción, fantasía, literatura y arte, el profesor ha presentado su investigación en este entorno.  

Nuevas maneras de interacción, más allá de jugar 

Las formas de jugar videojuegos han evolucionado significativamente a lo largo del tiempo, enriqueciendo y diversificando la experiencia. Los videojuegos no han parado de expandir sus posibilidades, especialmente gracias a la aparición de plataformas de entretenimiento en línea, como transmisiones en directo y diferido, que han ampliado su público y permitido nuevas maneras de interacción, más allá del simple acto de jugar. 

Entre las formas de juego más destacadas se encuentran los speedruns y las rutas “no hit”. Los speedruns implican completar un videojuego en el menor tiempo posible, lo que exige un profundo conocimiento del juego y una habilidad para manipular sus sistemas. Por otro lado, las llamadas rutas “no hit” se centran en superar un videojuego sin recibir daño, llevando la experiencia a un nivel de maestría y perfección, lo cual requiere un entendimiento completo de las mecánicas del juego. 

Ambas prácticas han ganado popularidad y han establecido sus propias reglas y comunidades, creando nuevas formas de entender y disfrutar los videojuegos. El artículo del profesor Antonio Francisco Campos Méndez ha explorado en su artículo y presentación el fenómeno de las rutas «no hit» en videojuegos y su impacto en la experiencia de juego.  

Las reglas del juego y la reinterpretación por parte del jugador 

El autor ha destacado en su artículo la importancia de las reglas del juego como estructuradoras de la experiencia «no hit». Las reglas definen los límites del juego y los jugadores las reinterpretan para crear nuevas formas de jugar. En el caso del «no hit», se establecen reglas específicas que van más allá de las del juego original, como la prohibición de recibir daño o la limitación en el uso de ciertas mecánicas. 

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Una comunidad para construir la forma de jugar 

El profesor Antonio Campos mencionó a Team Hitless como un ejemplo de comunidad «no hit» que coordina reglas comunes para una variedad de videojuegos. Un grupo que no solo establece las normas para la realización de las rutas, sino que también fomenta la colaboración entre jugadores y la creación de nuevas estrategias. 

El investigador ha analizado los objetivos de los jugadores que se embarcan en el  «no hit», que principalmente es completar el juego sin recibir daño, lo que implica una serie de objetivos a corto plazo, como la memorización de la ruta y el dominio de los patrones de los enemigos. 

El autor también ha explorado las diferentes motivaciones y perfiles de los jugadores que practican el «no hit», siendo principalmente un perfil de jugador activo que busca nuevas formas de interactuar con el juego. 

Se trata principalmente de resignificar la experiencia de juego, ya que se basa en una reinterpretación de las reglas y objetivos originales. Un fenómeno que no es solo un desafío individual, sino que también se nutre de una comunidad que colabora en la búsqueda de la perfección. 

Se trata de una visión de este fenómeno y de su impacto en la forma en que se juega y se experimenta con los videojuegos. Señala la importancia de las reglas, los objetivos y la comunidad en la construcción de esta nueva forma de jugar, y abre la puerta a futuras investigaciones sobre la tipología de jugador específica del «no hit».