José Miguel Martínez Zapater, exdirector del Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV) y profesor de investigación de Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha cerrado este martes las jornadas ‘Tendencias en Vino y Agroalimentación en el Siglo XXI’ con la charla ‘Cambio climático y variedades de vid’ en la que ha defendido que el futuro del sector pasará por “variedades que sean más tolerantes con la subida de las temperaturas y más eficientes en el uso del agua”.
Eso no implica, o no necesariamente, un borrón y cuenta nueva con las variedades actualmente presentes en la DO Rioja, aunque sí la inclusión de otras nuevas. “Hay variedades que tenemos incluso amparadas dentro de la Denominación y que cumplen estas características”, ha dicho Martínez Zapater que ha recordado que hay otras “variedades comerciales que tienen también estas características, aunque ahora mismo no estén amparadas” y que en un futuro podrían pasar a formar parte de la DO Rioja.
“También podemos mejorar las propias variedades mediante el aprovechamiento de la variación intravarietal que presentan e incluso desarrollar nuevas variedades. Por supuesto, luego todo hay un área de investigación muy importante que es el de los portainjertos que, con el tema del agua es muy importante”, ha explicado Zapater a los medios de comunicación instantes antes de su ponencia.
«No vamos a ver cambios drásticos en los próximos años”, asegura Martínez Zapater
¿Y cuáles son esas variedades? Martínez Zapater ha recordado que en la DO Rioja hay una gama de variedades muy interesantes y ha sido cauto en cuanto a los plazos del recambio varietal. “No vamos a ver cambios drásticos en los próximos años”, ha asegurado, antes de puntualizar que habrá señales de dicho recambio. “Hay variedades como Garnacha, Graciano, Mazuelo que son más tolerantes que el Tempranillo, cuya superficie se ha ido reduciendo en las últimas décadas, y cuya presencia va a cambiar”.
El exdirector del ICVV ha reconocido que en Rioja se verá el aumento de la superficie de “otras variedades que se han incluido de forma relativamente reciente” y ha destacado las investigaciones en marcha para poder tener “variantes” de variedades como el Tempranillo que se adapten mejor a la nueva realidad climática.