Naranjas amargas y abanicos: la propuesta de los estudiantes del Grado en Diseño de Producto de UDIT llega al MoMA de Nueva York 

El equipo de estudiantes del Grado en Diseño de Producto de UDIT, integrado por Pablo Pesqueira, Javier Villasevil, Marta Poy, Aaron Truzman, Carmen Carranza y Diego Rodríguez, ha culminado su participación en la final del Biodesign Challenge (BDC) celebrada los días 12 y 13 de junio en la Parsons School of Design y el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York. 

Este equipo fue seleccionado como representante de UDIT tras resultar ganador en la semifinal celebrada el pasado 26 de mayo en el Innovation Hub del Campus de Tecnología, Innovación y Ciencias Aplicadas. Su propuesta parte de una problemática medioambiental arraigada en la ciudad de Sevilla: el desperdicio masivo de naranjas amargas urbanas. 

A partir de esta materia prima infrautilizada, desarrollaron un polímero biodegradable que emplearon en la fabricación de abanicos tradicionales, reivindicando así el diseño como herramienta para la regeneración local, cultural y ecológica. 

Una experiencia única en la cuna del diseño 

Durante su paso por Nueva York, los estudiantes de UDIT tuvieron la oportunidad de presentar su propuesta en el auditorio de Parsons, donde respondieron a las preguntas del jurado y compartieron espacio con equipos procedentes de más de 30 países.  

Posteriormente, participaron en el Gallery Show, un evento en el que cada universidad contaba con un espacio propio para mostrar sus diseños y se convirtió en una ocasión inmejorable para hacer networking y conocer de primera mano las tendencias emergentes en el ámbito del biodesign. 

Durante la jornada del 13 de junio, celebrada en el MoMA, los asistentes tuvieron la oportunidad de disfrutaron de ponencias de expertos internacionales y del anuncio de los ocho proyectos seleccionados para competir por el Glass Microbe, el galardón oficial del Biodesign Challenge.  

Aunque el equipo de UDIT no fue uno de los premiados finales, su proyecto recibió un feedback muy positivo por parte de un jurado que reconoció su enfoque local y su capacidad para transformar un residuo urbano en un objeto cultural de valor simbólico. 

Además de una competición global, el Biodesign Challenge es un programa formativo que apoya al profesorado de las instituciones que deciden sumarse a esta iniciativa, con recursos pedagógicos, asesorías y acceso a expertos.  

En muchos casos, los miembros de BDC también se comprometen a seguir apoyando a los proyectos más interesantes de cada edición, especialmente si estos acaban por desarrollarse como startups, o en obras de arte que puedan exhibirse en museos o galerías. Hasta el momento, los alumni que han pasado por esta competición han conseguido levantar más de 30 millones de dólares en inversión para sus proyectos y han conseguido patentar muchos de ellos. 

La participación de UDIT en la décima edición del Biodesign Challenge refuerza el compromiso de la universidad con la innovación y la sostenibilidad, poniendo de relieve el potencial transformador del diseño.