Nace MALFUVI, una iniciativa para luchar contra enfermedades de la viña

Las viñas de todo el mundo se enfrentan a una amenaza silenciosa pero devastadora: las enfermedades de la madera de la viña causadas por hongos patógenos, que debilitan las plantas hasta provocar su muerte. Estas infecciones reducen la producción de uvas —y de vino— y generan pérdidas económicas millonarias, con una estimación global de cerca de 1.500 millones de euros anuales en sustitución de plantas.

Hasta ahora, el control de estas enfermedades se ha basado principalmente en el uso intensivo de productos fitosanitarios químicos, cuyo impacto ambiental —contaminación del suelo y de las aguas, eliminación de insectos beneficiosos, y resistencia de los patógenos— ha hecho saltar todas las alarmas. Con el cambio climático como agravante, el futuro de la viña requiere soluciones sostenibles e innovadoras.

En este contexto nace MALFUVI, un proyecto en el que participa la Unidad de Micología y Microbiología Ambiental de la Universidad Rovira i Virgili y que apuesta por una alternativa natural a los fitosanitarios químicos: utilizar microorganismos autóctonos. Se trata de bacterias, levaduras y hongos filamentosos que pueden luchar contra los hongos patógenos de forma selectiva y respetuosa con el medio ambiente. La ventaja de utilizar microbiota propia del territorio radica en que está adaptada a las condiciones de cultivo y no implica los riesgos de introducir agentes de otros ecosistemas. Así, se han iniciado prospecciones de suelo y raíces en viñas ecológicas catalanas, tanto sanas como afectadas, para analizar su microbiota e identificar posibles aliados microbianos.

La idea consiste en crear una colección de microorganismos beneficiosos y otra con los hongos responsables de las infecciones. Una vez sean completas, se llevarán a cabo ensayos para detectar interacciones antagonistas entre ellos, es decir, encontrar a los candidatos más prometedores para desarrollar biopesticidas naturales y, a largo plazo, contribuir a una viticultura más sostenible.

En este sentido, la primera campaña de muestreo se desarrolló el pasado mes de abril. En esta fase se recogieron muestras de tierra, rizosfera —parte del suelo inmediata a las raíces— y raíces en diez parcelas de viña con y sin afectación por enfermedades de la madera. Después de proceder a la extracción de ADN de muestras y de secuenciar ciertos marcadores filogenéticos —que aportan información sobre la historia evolutiva de la planta— a partir de muestras de tierra, el equipo queda a la espera de conocer la identidad de las bacterias y hongos aislados de la rizosfera y de las raíces de la viña sana. A finales de mayo, realizaron un muestreo de viña afectada por enfermedades de la madera con el fin de aislar e identificar los hongos que son responsables, que se repetirá en julio. El proyecto prevé ejecutar la segunda campaña de recogida de muestras en octubre.

Algunas de las personas implicadas en el proyecto. De izquierda a derecha, Laira Ferrer (ADV San Martín Sarroca), Alberto Miguel Stchigel Glikman y José Francisco Cano Lira y Marc Balanzá García (Unidad de Micología y Microbiología Ambiental, URV).

MALFUVI está liderado por la empresa vitivinícola Gramona SA, y colaboran el clúster INNOVI, la ADV Sant Martí Sarroca, el Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino (CSIC-ICVV) y la Unidad de Micología y Microbiología Ambiental de la Universidad Rovira i Virgili, que participa en el proyecto a través de la Fundación URV (FURV). El proyecto se encuadra en las ayudas para la ejecución de proyectos de grupos operativos de la Asociación Europea para la Innovación en materia de productividad y sostenibilidad agrícolas (AEI-Agri), en el marco del Plan estratégico de la PAC 2023-2027.

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