Madrid, 20 de enero de 2025.- La ministra de
Sanidad, Mónica García, ha intervenido en la
reunión para la creación del grupo de trabajo
‘Anestesia Verde’, cuyo objetivo es seguir avanzando en la
sostenibilidad del sistema sanitario y la elaboración de un
documento de buenas prácticas y soluciones para lograr
“una anestesia mejor para los pacientes y para el
planeta”.
“Nuestra prioridad ha sido poner al Sistema Nacional de
Salud en hora con el siglo XXI. Uno de los retos principales que
este siglo está suponiendo para los sistemas públicos
de salud es el de la sostenibilidad medioambiental y la
adaptación a la crisis climática”, ha
recalcado. Por esa razón, el compromiso es que el SNS
contamine lo menos “y no contribuya a empeorar la salud de
las personas que cuidamos y curamos”.
Se calcula que las emisiones de la anestesia suponen el 2% de la
huella de carbono del Sistema Nacional de Salud y, en promedio, un
10% de las emisiones directas de los centros sanitarios.
Este grupo de trabajo impulsado por el responsable de Salud y
Clima del Ministerio de Sanidad, Héctor Tejero, y ha
contado, en esta primera reunión, con la
participación de los responsables de la Sociedad
Española de Anestesiología, Reanimación y
Terapéutica del Dolor (SEDAR), de la European Society of
Anaesthesiology and Intensive Care (ESAIC); del Ministerio para la
Transición Ecológica y el Reto Demográfico
(MiTEco) y distintos profesionales expertos del ámbito de la
salud, que han contado diversas experiencias hospitalarias en la
materia.
La ministra ha recordado que ha dedicado los últimos 20
años ser anestesista en la sanidad pública y por eso
ha querido reafirmar su “convicción de que es posible
reducir el impacto ambiental de la anestesia sin que eso afecte a
la calidad asistencial, la salud del paciente o el trabajo de los
profesionales. Este es el objetivo con el que convocamos este grupo
de trabajo”.
En este sentido, ha recordado, en numerosos hospitales y
servicios de anestesiología se están tomando medidas
para lograr una anestesia más sostenible, por lo que
“no hace falta reinventar la rueda sino partir de las
prácticas que ya están en marcha, que ya sabemos que
funcionan: usar bajos flujos, limitar el uso de los
anestésicos más contaminantes, o implementar
mecanismos de captura realmente sostenibles”.
“Nuestra labor desde el Ministerio de Sanidad será
precisamente recopilarlas, priorizarlas, darlas a conocer e
impulsar su implantación, asegurando que cumplen ese doble
estándar que nos imponemos: reducir el impacto ambiental sin
afectar o incluso aumentando la calidad asistencial y nuestra labor
profesional”.