Más de 400 docentes se forman en Igualdad gracias al programa ‘Claustros que coeducan’ de la Dirección Provincial de Educación

24/06/2025

• Treviño recuerda que “la educación en igualdad salva vidas” y defiende que la coeducación debe impregnar todas las áreas del centro

• Segura considera clave construir una escuela coeducativa “donde niños y niñas crezcan sin estereotipos de género y se eduquen de forma libre”

Más de 400 docentes de la ciudad se están formando desde hoy, en el IES ‘Leopoldo Queipo’ en la actividad ‘Claustros que coeducan’, organizado por la Dirección Provincial del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes (MEFPyD).

Tal y como ha explicado la Directora Provincial de Educación en Melilla, Elena Fernández Treviño, se trata de un proyecto que, por primera vez, implica al conjunto del profesorado de los centros educativos en la formación en coeducación y ha recordado que la formación en igualdad ya se venía desarrollando desde 2018 con el programa Escuelas por la Igualdad, centrado en los responsables de igualdad de los centros, pero ahora se ha querido “ser más ambiciosos y extender la formación al 100% del profesorado”.

Fernández Treviño, que ha hecho hincapié en la importancia de esta iniciativa promovida desde la Unidad de Programas Educativos (UPE Formación) y en coordinación con la Unidad de Coordinación contra la Violencia sobre la Mujer de la Delegación del Gobierno, ha señalado que la desigualdad sigue siendo una realidad palpable, con cifras que evidencian la precariedad laboral femenina, la escasa representación en cargos directivos o la falta de medidas de conciliación.

“La educación en igualdad salva vidas”, ha afirmado, defendiendo que el trabajo en coeducación debe impregnar todas las áreas del centro educativo: desde las materias hasta la acción tutorial o el uso del lenguaje no sexista.

Durante esta semana, la formación se desarrollará en sesiones de cuatro horas impartidas por Laura Segura Sarompas, responsable de Igualdad de la Delegación del Gobierno, y por el experto Miguel Lorente Acosta. En septiembre se completará con una segunda parte a cargo del grupo Cadiwoman y la formación suma un total de ocho horas y se ha organizado en varios turnos para facilitar la asistencia de todo el profesorado.

Hacer partícipes a los claustros completos

La Jefa de la Unidad de Coordinación contra la Violencia sobre la Mujer, Laura Segura, que ha sido la encargada de impartir la formación en el día de hoy, ha señalado que esta formación responde a una convicción profunda sobre la necesidad de abordar la igualdad y la prevención de la violencia de género desde el ámbito educativo.

“Desde la Unidad de Coordinación llevamos años trabajando en prevención en todos los ámbitos, pero creemos que la educación es un pilar fundamental para acabar con las desigualdades y, en concreto, con la más extrema: la violencia sobre las mujeres”, ha señalado.

Segura ha explicado que hasta ahora el trabajo se había centrado en los responsables de igualdad de los centros, pero que era necesario “ir más allá” y hacer partícipes a los claustros completos. “No se trata solo de buena disposición. El profesorado debe estar preparado, saber cómo afrontar la desigualdad, percibirla y contar con herramientas para combatirla”, ha afirmado.

Durante la jornada, Segura ha abordado contenidos centrados en la igualdad, la prevención de la violencia de género y la detección temprana de señales de violencia, explicando cómo actuar desde el centro educativo. “Sabemos que en cada clase puede haber alumnado que esté viviendo situaciones de violencia, ya sea directamente o en el entorno familiar. Por eso, es esencial que los docentes sepan detectar, actuar, acompañar y hacer seguimiento”, ha apuntado.

La Jefa de la Unidad ha destacado la buena acogida del profesorado: “La respuesta ha sido muy positiva. En la mayoría de los centros se ha votado en claustro y casi todos se han sumado. Aquellos que no han podido participar por cuestiones de aforo lo harán en próximas sesiones”.

Laura Segura ha incidido en que la ley obliga a los centros a trabajar en igualdad y prevención de la violencia, pero “no siempre se aplica”. Por eso, considera clave que el profesorado esté formado y preparado para construir una escuela coeducativa “donde niños y niñas crezcan sin estereotipos de género y se eduquen de forma libre”.

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