Durante seis años, la investigadora del Departamento de Ingeniería Química de la URV coliderará un proyecto pionero que estudiará cómo varían estos circuitos en diversas especies de mosca para entender cómo influye en el comportamiento
La doctora Marta Sales-Pardo, investigadora del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad Rovira i Virgili (URV), ha obtenido un ERC Synergy Grant, una de las financiaciones más prestigiosas que existen a nivel internacional. Esta ayuda, que otorga el Consejo Europeo de Investigación (ERC), busca promover la colaboración entre equipos de investigación punteros para abordar retos científicos complejos. Sales-Pardo coliderará el proyecto “CircuitEvolution” con dos equipos investigadores del Laboratorio de Biología Molecular de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y de la Universidad Rockefeller (Estados Unidos). Con un presupuesto global de doce millones de euros, el equipo investigador descifrará cómo cambian los circuitos neuronales con el comportamiento y qué aspectos de estos circuitos se conservan entre las distintas especies.
El proyecto durará seis años y se focalizará en la conectómica de diversas especies de mosca. La conectómica es un campo de la investigación que estudia y mapea las conexiones neuronales dentro de un cerebro para crear una representación detallada del “connectoma”, es decir: el conjunto de conexiones sinápticas entre las neuronas. Este mapa permite analizar cómo las redes neuronales están estructuradas y cuál es su funcionamiento, algo esencial para comprender los mecanismos que permiten el procesamiento de la información, el aprendizaje y los comportamientos complejos.
“Hasta ahora lo máximo que se ha hecho es estudiar el connectoma de un especimen de mosca de la fruta a partir de una tecnología desarrollada en la última década, que consiste en cortar el cerebro en secciones muy finas para realizar una reconstrucción completa en tres dimensiones del cerebro de la mosca e identificar a cada neurona y su conectividad”, explica la investigadora.
En el proyecto que ahora comienza se quiere aplicar esta misma tecnología a cinco especies de mosca similares a la de la fruta, pero que presentan comportamientos claramente diferenciables en lo que se refiere, por ejemplo, a las frutas por las que tienen afinidad o a los rituales de apareamiento. El objetivo final es conseguir mapear sus circuitos neuronales y observar que variaciones se producen en el cerebro de cada animal. Las muestras serán procesadas en la Universidad de Cambridge, mientras que Marta Sales-Pardo y su equipo serán los responsables de desarrollar los algoritmos que permitirán, en primer lugar, ayudar en la labor de reconstrucción de los conectores y, en última instancia, comparar los conectores y relacionar las diferencias en conexiones con variaciones de comportamiento que se puedan testear in vivo en la Rockefeller University.
“Este proyecto proporcionará datos muy valiosos para la comunidad científica”, subraya la investigadora, quien destaca que “todo el trabajo que haremos permitirá obtener recursos inéditos hasta ahora que pondremos al alcance de la investigación en neurociencia y también para otros campos, como el de la biología evolutiva o las redes complejas, ya que se generarán unas bases de datos que actualmente no tenemos”. Todo esto tendrá implicaciones directas en el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial inspirados en estos circuitos neuronales.