El acto de investidura pone en valor su equilibrio entre ciencia y empatía en la investigación del bienestar y la importancia de las colaboraciones en investigación, como la que mantiene desde hace años con la Cátedra de Dolor Infantil de la URV
La Universitat Rovira i Virgili ya tiene un nuevo doctor honoris causa. Mark Philip Jensen, referente mundial en evaluación y tratamiento del dolor crónico, ha sido investido este viernes en un acto en que, sobre todo, se han puesto en valor dos características básicas, y con una importante dimensión humana, de la investigación. Por un lado, las colaboraciones entre investigadores, como la que desde hace años, de manera intensa y fructífera, mantiene Jensen con la Cátedra de Dolor Infantil-Fundación Grünenthal y el grupo de investigación en dolor Algos de la URV. Y, por otro lado, el equilibrio escrupuloso entre ciencia y empatía que, según su padrino en la ceremonia, Jordi Miró, director de la Cátedra, explican el éxito de una trayectoria encaminada a conseguir el bienestar de la humanidad.
“Es el reconocimiento más importante de mi carrera.” La frase, expresada por un “líder” en el estudio del dolor crónico tal y como lo ha definido Miró, con una carrera llena de premios prestigiosos, publicaciones trascendentes y grandes responsabilidades, deja claro que el nombramiento es, para Jensen, un gran colofón. Catedrático y vicepresidente de Investigación del Departamento de Medicina de la Rehabilitación de la Universidad de Washington, ha publicado más de 700 artículos, 12 libros y 46 capítulos de libro sobre el dolor y su tratamiento, creando, según Miró, una base de conocimiento que ha redefinido la manera como se tratan las personas con dolor crónico.
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Jensen ha sido miembro del consejo editorial de varias revistas de prestigio y del 2010 al 2022 fue editor en jefe de la revista Journal of Pain. Además, ha recibido numerosos premios y reconocimientos por sus artículos y aportaciones científicas, entre otros por parte de la Society of Clinical and Experimental Hypnosis (2004), de la American Society of Clinical Hypnosis (2009), de la Society of Clinical and Experimental Hypnosis (mejor libro sobre hipnosis el 2011), de la American Psychological Association por las contribuciones a la hipnosis científica (2012), de la American Pain Society (2014), de la American Psycholigical Association (2018) y de la International Association for the Study of Pain (2020).
Una relación larga y muy fructífera
Dentro de este dilatado currículum, Mark P. Jensen, que antes de la ceremonia ha firmado el libro de honor de la URV, guarda un espacio destacado para la colaboración con su gente de Tarragona, que prácticamente ya empezó el 1992 con la primera visita de Miró en la Universidad de Washington, que define como “muy satisfactoria y exitosa” y que ha estado clave, según asegura, en muchos adelantos. Uno de ellos, la constatación que el dolor crónico no es un problema biomédico, sino biopsicosocial. “Como que el cerebro es el generador de dolor, para ser efectivos, los tratamientos del dolor crónico tienen que provocar cambios en la manera como el cerebro responde a los estímulos sensoriales. Tenemos que apuntar al músculo que tenemos entre las orejas”, ha resumido Jensen, que ha recordado que el dolor crónico afecta un 20% de la población y que en Tarragona el 5% de jóvenes y niños, según los estudios de la Cátedra, sufren dolor crónico de alto impacto.
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Esta colaboración con la URV, concretada hasta ahora en 82 artículos científicos -y unos cuántos más pendientes de publicar-, se canaliza a través de cuatro objetivos: la evaluación del dolor, la comprensión de los factores psicológicos que contribuyen, la comprensión de la naturaleza y el alcance de los problemas de dolor en los niños y jóvenes, y el potencial de tratamientos nuevos e innovadores. Y, entre los frutos de esta colaboración, el nuevo doctor honoris causa por la URV ha destacado la validación de la escala numérica del dolor para medirlo entre niños y jóvenes, la demostración de la importancia del apoyo emocional constante e incondicional de los padres, el descubrimiento de la contribución de un estilo de vida sedentario y el uso excesivo de pantallas en la creciente prevalencia de dolor crónico entre los jóvenes y, finalmente, la confirmación de la eficacia de la hipnosis clínica, el entrenamiento en meditación y la estimulación cerebral no invasiva.
De esta “larga, continuada y productiva relación”, Jordi Miró ha recordado el papel clave de Jensen en el proceso de creación del programa de tratamiento de dolor crónico infantil que desde el 2007 se lleva a la práctica en el Hospital Universitario San Juan de Reus, único por sus características en el estado. Según Miró, la importancia de Jensen en el progreso del conocimiento es indudable, sobre todo en cuanto a la evaluación: “El dolor es una experiencia subjetiva, difícil de mesurar con precisión. Por lo tanto, disponer de herramientas válidas, fiables y sensibles al cambio es imprescindible para valorar el efecto de los tratamientos y desarrollar de nuevos más eficaces.” El director de la Cátedra de Dolor Infantil de la URV también ha destacado la contribución de Jensen en la eficacia de los tratamientos no farmacológicos, como por ejemplo la hipnosis clínica -hay que apuntar que del 2021 al 2024 presidió la Sociedad Internacional de Hipnosis- y el neurofeedback.
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Humanidad e impacto global
De todos modos, Jordi Miró ha reiterado que lo que mejor define Jensen es su humanidad: “Él no solo investiga el dolor; se interesa por las personas que sufren por culpa del dolor guiado por este deseo de ayudar. Siempre dispuesto a escuchar y a ayudar, es un ejemplo de como la ciencia y la empatía pueden coincidir y trabajar plegadas para transformar vidas. Su capacidad para mantener una sonrisa, incluso ante los retos más difíciles, es una lección para todo el mundo. El doctor Jensen nos enseña que la vida es un equilibrio: entre la ciencia y la empatía, entre el rigor y la creatividad.”
Por su parte, Josep Poblet, presidente del Consejo Social de la URV, ha agradecido a Mark Jensen la contribución a la humanidad con sus investigaciones y ha recurrido a los clásicos para poner en valor la importancia del arte y la palabra, de la comunicación entre médico y paciente. En este sentido, Pueblo ha recordado que una de las virtudes del trabajo de Jensen es la capacidad, clave en el mundo clínico, de adaptar las técnicas a las necesidades de cada paciente.
El rector, Josep Pallarès, ha cerrado el acto recordando que la anterior persona investida honoris causa por la URV fue la escritora tarraconense Olga Xirinacs en una ceremonia en que se hacía hincapié en la identidad territorial. “Hoy, en cambio, en un acto prácticamente idéntico celebramos otra característica esencial de la URV: su vocación internacional. Lejos de ser aspectos contradictorios, la conexión local y la apertura global son dos caras de una misma moneda que configuran una universidad moderna, arraigada y capaz de tener impacto en el mundo”, ha dicho Pallarès, que ha afirmado que Jensen es “un magnífico ejemplo de este impacto global, con una carrera dilatada y una capacidad extraordinaria para establecer colaboraciones con personas que hacen investigación en los cinco continentes”. “Nos enorgullece especialmente saber que es con nuestra universidad con quien ha desarrollado una actividad más intensa y fructífero. Esta tarea conjunta ha permitido desarrollar recursos innovadores que, sin duda, cambiarán la manera como se aborda el dolor crónico en niños y jóvenes”, ha concluido el rector de la URV.