Retrocediendo un poco en el tiempo, en el GP de Tailandia 2024, escenario de la ronda inaugural de la temporada 2025, se le preguntó a Marc Márquez si lamentaba no haber dejado Honda antes. Esto ocurrió pocos días después de haber ganado su tercera carrera de la temporada en Australia. Su respuesta fue inmediata y contundente: «No, no».

El ’93’ es actualmente el piloto más laureado de la parrilla con ocho títulos mundiales, seis de ellos en MotoGP™, todos conseguidos con Honda. Una alianza que cautivó al mundo y dominó MotoGP™ hasta 2020.

Pero entonces llegó aquella fatídica caída en Jerez. Ni Márquez, ni Honda, ni nadie podía prever el impacto de esa fractura en el húmero derecho en los años venideros. Tras cuatro cirugías —la última en 2022—, Márquez finalmente volvió a sentirse cómodo en la moto. Sin embargo, para entonces, la RC213V de Honda se había convertido en una máquina cada vez más difícil de dominar. Incluso para un campeón con ocho títulos, controlar esa bestia japonesa era una tarea titánica. El punto de quiebre llegó en el GP de Alemania 2023.

El indiscutible Rey del Sachsenring sufrió cinco caídas en un solo fin de semana. La última lo dejó fuera de la carrera del domingo y del siguiente GP en Assen. Fue en ese momento cuando Márquez se encontró en un cruce de caminos que definiría su carrera. Como sabemos ahora, retirarse fue una opción real.

«Con Honda logramos mucho, y me siento parte de Honda. Sin embargo, ahora piloto una Ducati, y el próximo año seré piloto oficial de Ducati. Por supuesto, intentaré defender los colores de Ducati. Pero Honda ha sido y será una parte muy importante de mi carrera, o quizás la más importante. Nunca se sabe», confesó el español. 

Marc continuó reflexionando sobre sus años en con la fábrica del ala dorada: «Cuando estaba en Honda, a veces la gente decía: ‘Honda es Honda, y él gana gracias a Honda’. Pero había otras Honda. Si eres un buen piloto y vas a Honda diciendo: ‘No me importa el dinero, solo quiero la mejor moto’, te darán la mejor moto, si eres bueno. En mi caso, hice lo contrario. Fui a Ducati y dije: ‘No me importa nada, solo quiero pilotar la mejor moto’. Ahora, cuando me retire, estaré en paz conmigo mismo porque lo intenté todo».

Cuando se confirmó que Marc Márquez se uniría al equipo independiente Gresini Racing en 2024, pilotando una Ducati de un año de antigüedad tras dejar el equipo oficial de Honda, millones de aficionados necesitaron tiempo para asimilarlo. Sin embargo, era un paso que Márquez necesitaba dar. Como él mismo expresó, estará «en paz» sabiendo que hizo todo lo posible para prolongar su carrera, que estuvo cerca de terminar prematuramente: «Por supuesto, cuando haces un movimiento así, te pones mucha presión, y puede haber comentarios negativos si no logras lo que buscas. Pero yo ya logré lo que quería: alargar mi carrera y volver a ser competitivo. Si gano otro título, será un extra. Pero mi principal objetivo ya está cumplido.»

Y competitivo es exactamente lo que ha sido Márquez desde que dio aquel giro tan impactante. La temporada 2024 fue exitosa para el ’93’, con tres victorias, siete podios adicionales y un tercer lugar en el Campeonato, un balance más que positivo en su debut con Ducati.

Sin embargo, 2025 será un capítulo diferente. Márquez compartirá el box del equipo oficial Ducati con el bicampeón de MotoGP™ Francesco Bagnaia. Ahora ambos tendrán las mismas herramientas y condiciones para luchar. Si bien en 2024 peleó regularmente por victorias y podios, su meta para 2025 será clara: conquistar su esquiva novena corona.

El objetivo inicial de Márquez —ser competitivo— ya está cumplido. Pero, al iniciar la nueva temporada, se reavivará la llama de la ambición. Una llama con forma de número nueve que arderá con fuerza en su interior. Y todos estamos ansiosos por ver cómo se desarrolla esta historia. ¡No te la pierdas!