Maíllo afirma que “estamos absolutamente vigilantes para que se cumpla el acuerdo de eliminar cualquier transacción comercial de material bélico entre España e Israel”

El coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, ha asegurado hoy desde Barcelona que “vamos a estar en actitud absolutamente vigilante respecto al cumplimiento de un acuerdo que supone la eliminación de cualquier transacción comercial de material bélico entre España e Israel”.

Maíllo ha señalado en respuesta a los periodistas durante la rueda de prensa junto al coordinador nacional de Esquerra Unida de Catalunya, Eduard Navarro, que “estamos contentos de cómo hemos resuelto en el grupo parlamentario, y yo hablo como Izquierda Unida, de las diferentes posiciones que se han producido ante hechos relevantes como fue la crisis derivada de la compra de balas por Interior”.

El coordinador federal indicó que “nadie se lleva a engaño porque la posición de IU es muy previsible y vamos a seguir con ella”, como se demostró con esa “exigencia que tuvimos en la cancelación del contrato de 15 millones de balas por 6 millones de euros a Israel, que se había prometido cancelar y se canceló”. Reiteró que “lo que parecía un día que no se podía cancelar, al día siguiente se canceló” y durante todo el proceso “la reacción del grupo parlamentario, de toda esta parte del Gobierno, estuvo muy cohesionada y hay un gran nivel de coincidencia”.

Antonio Maíllo ha aprovechado su jornada de trabajo en Barcelona para reunirse, junto a Eduard Navarro y miembros de la dirección federal de IU como el diputado Manu Pineda, con representantes de varios colectivos y asociaciones, entre ellas Tica Font, responsable del Centre Delàs d’Estudis per la Pau.

Al tiempo, dejó claro ante los medios que IU defiende un planteamiento político que va mucho más allá de posicionarse sobre casos concretos y por eso ha decidido abrir un “debate estratégico” que persigue “definir qué carril va a tomar España en políticas de defensa y seguridad”.

Respecto al aumento del gasto militar en nuestro país indicó que “no se trata solo de rechazar el rearme masivo que exige la OTAN con la subida de los porcentajes de gastos del PIB o de denunciar la hipocresía y doble moral de una Europa y una OTAN que miran para otro lado mientras que Israel comete el genocidio sobre la población palestina, se trata de poner una alternativa real que tenga una ONU reformada en clave democrática y que Naciones Unidas se convierta en el modelo de gobernanza mundial”, expuso Maíllo con mucho más detalle.

Responder a la «falta de un proyecto europeo de seguridad»

Recordó también el contenido del documento ‘Hacia un sistema alternativo de paz y seguridad’ de IU que él mismo hizo público el pasado viernes para indicar que “ahora a lo que vamos es a una fase de convencimiento de que nuestra propuesta debe abrirse paso. Esa es nuestra posición y cuando veamos qué ocurre, pues entonces ya podremos responder a esa pregunta de cuál es la posición en el Gobierno. Nosotros reivindicamos que en el Gobierno no somos parte prestada”.

Antonio Maíllo expuso con naturalidad que, como integrantes del Gobierno de coalición, “exponemos legítimamente una posición que es diferente”, entre otras razones porque “se tienen que normalizar las discrepancias”.

Incidió en que su “aspiración” es que “nuestra propuesta se abra paso o que no sea una propuesta de una sola parte del Gobierno”. Para ello “vamos a disponer de unos meses de debate” en los que “vamos a hablar con todas las partes que forman el Gobierno y también con otros grupos con representación parlamentaria como parte de esa explicación”.ó que “no obviamos el debate de defensa” y destacó que “lo que no compartimos es que la mejor forma de dar seguridad a Europa sea con rearme y con una espiral bélica. No solo no lo compartimos, sino que garantizamos que da inseguridad, incertidumbre, normaliza el lenguaje bélico y amenaza de que la guerra se incorpore y vuelva al suelo europeo de una manera más extensa de la que ahora mismo se produce en suelo ucraniano”.

Denunció que “no hay proyecto europeo de seguridad”, ni de “actor de garantía de defensa a nivel mundial”. De ahí que “planteamos un concepto de seguridad humana y democrática, de paz justa y de cooperación global”, que se construya a partir de un “modelo de seguridad compartido, no basado en la lógica de bloques ni en la acumulación de armas, sino en la cooperación internacional, la soberanía de los pueblos, los derechos humanos y la justicia social”.