Ripense de los de toda la vida, un día fue al cine de Covibar animado por dos amigos a ver ‘Los renglones torcidos de dios’, cinta basada en la novela de Torcuato Luca de Tena ambientada en un sanatorio mental. Al salir, un hombre le miró y confirmó sus sospechas: “Eres tú el de la película, ¿no?”. Así fue la primera vez que reconocieron por su trabajo a Luis Sacristán (1995), actor diplomado y cuyo nombre ya figura al lado de un puñado de elencos cinematográficos reconocidos que sigue en aumento. Además, el pasado mes, prestó su imagen de forma altruista al diseño de la campaña municipal por la Semana de la Discapacidad.
Vecino de Covibar, estudió en el colegio El Parque y en el instituto Las Lagunas. Después, cursó el bachillerato de Artes en Hipatia, ya convencido que encaminaría sus pasos hacia la interpretación, una vocación que se le despertó durante un trabajo escolar. “En clase de música nos mandaron grabar un pequeño spot. Nos lo pasamos muy bien grabándolo y luego gustó mucho a la gente”, explica sobre el germen de su carrera.
Al poco, presentó con su amigo dos cortos a la sección local del Festival de Cine de Rivas, y participó en CineLab, el laboratorio cinematográfico ripense. “Empecé a sentir mucha atracción por la interpretación”. Ese impulso que había comenzado a agitarse en las aulas acabó de definirse. Había nacido un actor.
Para brindar consistencia a su vocación, tocaba formarse, y Luis dirigió sus pasos hacia el Instituto de Cine Madrid. Allí cursó la diplomatura en interpretación. Después siguió preparándose en el ‘gimnasio’ de intérpretes de una de sus profesoras e ingresó en una agencia que le ofreció su primera actuación: participar en un sketch en ‘Leit Motiv’, de Andreu Buenafuente. “Hacía de Berto en el programa de su despedida”, concreta. Apenas unos segundos y una única palabra –mientras caminaba tenía que exclamar sin parar ‘zasca’- pero ahí ensayó conocimientos en un entorno laboral. Unas prácticas anticipo de las grandes ligas en las que Luis, que también juega a fútbol 7 con el equipo de Fundar, estaba a punto de estrenarse.
“Gracias a un compañero de clase que me recomendó, me cogieron en un proyecto de serie B, la película ‘Torcidos’, donde coincidí con Jesús Vidal que, para cuando acabamos de rodar, ya le habían dado el Goya”. Se refiere a uno de los protagonistas de la película ‘Campeones (Javier Fesser, 2018), una mirada distinta y en positivo hacia el mundo de las personas con discapacidad, situación que interpela al protagonistas de este reportaje. Luis nació con displasia diastrófica, una afección que limita el crecimiento normal de huesos y cartílagos. Se diferencia de la acondroplasia, la más común de todas las displasias esqueléticas, en algunos aspectos de movilidad o dolor articular. “Yo tengo algunos problemas físicos como dolor en las rodillas por la forma de pisar, que tiendo a ir de puntillas, cargando en los dedos todo el peso y esa zona se me carga mucho. Algunas personas que tienen lo mismo me han hablado de dolor en las caderas, pero espero que eso llegue lo más tarde posible”, detalla. Por estas dolencias acude al fisioterapeuta de Aspadir dos veces por semana, “a mover las articulaciones y a descargar músculos”. Este fisio fue, precisamente, el amigo que le animó a ir a ver ‘Los renglones torcidos de dios’ a Covibar.
DANIEL GUZMÁN O ELEJALDE
Luis cuenta en su filmografía con otros largometrajes como ‘Canallas’, donde compartió set de rodaje con Luis Tosar o Daniel Guzmán. De este último rescata algún recuerdo especial: “Crecí viendo ‘Aquí no hay quien viva’, me encantaba esa serie, y poder trabajar con él fue maravilloso. Me dijo que estaba muy contento con mi trabajo”. En la comedia ‘Reyes contra Santa’ coincidió con Karra Elejalde, de quien también destaca un trato excelente. “Trabajar con ellos, ver como entran a escena, etc, todo es aprender”, reconoce. Hasta la fecha, completan su currículo la cinta ‘Contando ovejas’ y su primera serie: un trabajo que se estrena este 2025 en una conocida plataforma de streaming.
En 2024, además de involucrarse desde el activismo en la Semana de la Discapacidad en Rivas, también colaboró en un spot para la Asociación de personas con Acondroplasia y Otras Displasias Esqueléticas con Enanismo (ADEE). Esta entidad lucha, entre otros asuntos, por la transformación del lenguaje referido a la gente como Luis, para quienes propone esta denominación: personas con ADEE, en lugar de personas ‘con talla baja’ o ‘pequeñas’, que les reduce únicamente a su estatura. “Fue una experiencia muy buena por lo que se grabó, por el mensaje y por conocer a gente como yo, ya que hasta este año no había sabido de nadie con displasia diastrófica. Y seguimos en contacto”, asegura. El spot de ADEE en el que sale Luis se puede ver en Youtube bajo el título ‘Los bufones de Velázquez’, y provoca un necesario golpe de realidad y conocimiento.
Poco a poco, Luis va ganando minutos en el celuloide, sobre todo en su género favorito, la comedia, en el que mira a referentes como Andy Samberg, actor y cómico estadounidense, y a Peter Dinklage, intérprete con ADEE mundialmente conocido por su papel de Tyrion Lannister en ‘Juego de tronos’.
En Rivas, su ciudad, transcurre su día a día fuera de rodaje entre lecturas, visionado de series y pelis, su fútbol siete y, sobre todo, su perro Ronny, un shiba inu –raza originaria de Japón- con el que se le puede ver paseando por el parque de Asturias o el de Montarco mientras se prepara para lo que esté por llegar, nuevos papeles que le vayan consolidando como una estrella de esas que cuando salen llenan toda la pantalla.