Texto: Alberto Martín, Fotografía: Francisco Rivas – 20 may 2025 14:12 CET
Los rectores de las seis universidades públicas de Madrid han participado este 20 de mayo en una nueva edición de los “Desayunos Alcalá”, celebrada en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Los rectores han hablado sobre el presente y, sobre todo, el futuro de la educación superior, con constantes referencias a la futura ley madrileña de universidades. El rector complutense, Joaquín Goyache, ha defendido que las universidades deben “ser ajenas al debate partidista”, y ha solicitado que el sistema universitario madrileño sea cuidado “no sólo con dinero, que por supuesto que sí, sino con políticas activas y grandes consensos. Por lo tanto, si queremos que la democracia siga, si queremos que esta comunidad sea tan pujante, cuidemos por supuesto lo privado, pero cuidemos lo público, y lo público necesita apoyo político y financiero. En esto estamos. Es el momento y no podemos dar ni un paso atrás.”
Al acto asistió el consejero de Educación, Ciencia y Universidades de la Comunidad de Madrid, Emilio Viciana, acompañado por otros dos consejeros del gobierno de la Comunidad de Madrid, los de Vivienda, Jorge Rodrigo, y Cultura, Mariano de Paco, así como el secretario general de Universidades del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, Francisco García. Todos ellos fueron escuchando las complementarias intervenciones de los seis rectores y las del Defensor del Pueblo -y antiguo rector de la Universidad Autónoma-, Ángel Gabilondo, y del presidente del Consejo Social de la Universidad de Alcalá -y antiguo consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Carlos Mayor Oreja, quienes les precedieron en el uso de la palabra.
Entre los ocho intervinientes fueron trazando un esbozo de cómo debe ser la universidad del futuro. Para Gabilondo, calidad, impacto social, eficiencia o rendición de cuentas, no deben faltar, pero ante todo “autonomía y autogobierno frente al creciente dirigismo”. Para todo ello es necesario una suficiente financiación, que, “por supuesto”, puede ser por objetivos, “pero liberada de quedar supeditada al poder político. Hay que legislar menos sobre la organización de las universidades y respetar más su autonomía”, concluyó.
Carlos Mayor Oreja, por su parte, aún partiendo de que son “las universidades públicas las que deben seguir liderando el éxito del entramado universitario de Madrid”, considera que hay ciertos cambios que son necesarios para dar mayor agilidad y posibilidades de competir a las 6 universidades públicas en un entorno en el que hay otras 14 universidades privadas. Así, mencionó aspectos como la flexibilización del régimen de incompatibilidades del profesorado, la intervención económica a posteriori o la pertinencia o no de los centros adscritos, como elementos hacia un modelo de universidad defendido, por ejemplo, por Gregorio Peces Barba, quien en su época de rector de la Carlos III presumía de que su universidad era “la más privada de las públicas”.
El primer rector en intervenir fue precisamente el actual máximo mandatario de la Carlos III, Ángel Arias, quien se refirió al papel fundamental que han tenido las universidades en la transformación social y económica de la región y del país en su conjunto en las últimas décadas. Mencionó su papel esencial en la formación de las nuevas generaciones de españoles, en la investigación e innovación, así como su reflejo en áreas clave como la sanidad. Todo este bagaje, incluyendo el ascensor social que propicia la universidad, hace que, a su juicio, sea hoy más necesario que nunca un pacto de Estado por la educación superior. “Lo que está en juego no es el futuro a corto o medio plazo, sino el de la España de 2050. Desde aquí lancemos un pacto de Estado. ¿Qué titular me gustaría a mí que hubiera? El del presidente del Gobierno y la presidenta de la Comunidad de Madrid llevando a cabo un pacto de Estado sobre las universidades públicas, sobre las universidades públicas de Madrid”.
El rector electo de la Universidad Rey Juan Carlos, Abraham Duarte, se refirió a la percepción social de la universidad. Destacó la visión positiva que desprende cuando se habla de la formación que ofrece, pero no así tanto la que reconoce la trascendencia de su investigación y transferencia, “algo que tenemos que visibilizar” cuanto antes para que la ciudadanía no considere que las universidades gastan en estas áreas de manera injustificada.
Al rector Goyache le correspondió hablar sobre las crecientes movilizaciones sociales que se están produciendo en defensa de la universidad pública. Considera que es lógico que los ciudadanos “expresen su preocupación cuando el sistema está en claro peligro”, y que siempre que sean “pacíficas y constructivas”, no solo “no tenemos nada que objetar, sino todo lo contrario”. Lamentó, no obstante, que en los debates electorales la educación nunca ocupe un lugar.
Amaya Mendikoetxea, rectora en funciones de la Universidad Autónoma, habló sobre la financiación de las universidades, el gran tema que rodea la futura ley madrileña de universidades, y recordó que en la actualidad la Comunidad de Madrid es la que menos dinero invierte en España por estudiante, unos 5.000 € anuales, y la que menor porcentaje del PIB destina, con apenas un 0,4 por ciento. Es por ello, por lo que ahora existe una oportunidad para alcanzar un modelo de financiación que asegure eficiencia, equidad y rendición de cuentas. Apuesta por un modelo de financiación estable, plurianual, con una parte basal y otra por objetivos, que “deben ser diferentes para cada universidad atendiendo a sus características y necesidades, y consensuado”.
De la convivencia entre universidades públicas y privadas habló Óscar García, desde hace apenas cuatro meses rector de la Universidad Politécnica de Madrid. “No hay conflicto”, aseguró, solo preocupación porque el crecimiento del número de privadas no venga acompañado de una reducción de la calidad del sistema universitario madrileño, así como por una competencia desigual, sobre todo en lo que se refiere a agilidad.
Esta segunda edición de “Desayunos Alcalá” en la que se han reunido los seis rectores madrileños -el pasado año se celebró otro debate similar- la cerró el rector de la universidad organizadora y actual presidente de la CRUMA -Conferencia de Rectores de las Universidades de Madrid-, José Vicente Saz. Al rector de Alcalá le correspondió hablar de reformas concretas de cara al futuro, que aseguren que las universidades continúen ofreciendo “un servicio público” de calidad y que se adapten a los cambios demográficos -se prevé un descenso del 25% de estudiantes en edad universitaria- y tecnológicos -con la inevitable presencia de la IA-. La respuesta debe ser una oferta académica dominada por grados generalistas que aporten competencias transversales duras y blandas; másteres especializantes y flexibles, y un considerable incremento de la formación permanente que de cabida a nuevos unos tipos de estudiantes. “A la universidad se puede venir desde los 17 años hasta que el individuo quiera”, concluyó.