
El Ayuntamiento de Almería, a través de la Comisión Ejecutiva de la Gerencia Municipal de Urbanismo, ha aprobado el proyecto de restauración de los quioscos históricos diseñados en las salidas de los Refugios de la Guerra Civil, ubicados en la Plazas Urrutia y Marqués de Heredia, unas obras que ahora se van a licitar con un presupuesto base de 71.790 euros y un plazo de ejecución de ocho meses. El proyecto aprobado ha sido redactado el estudio profesional almerienses ‘Palera Arquitectos’.
La rehabilitación de estos elementos, incluidos dentro del Catálogo de Edificios y Espacios Protegidos del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), responde al compromiso municipal por la recuperación y puesta en valor de recursos patrimoniales y culturales de la ciudad, sumando estos elementos a la relación de inmuebles y espacios rehabilitados o en proceso de rehabilitación, entre otros, las Casas Consistoriales, el antiguo cuartel de la Policía Local (hoy Biblioteca Central), el antiguo cine Katiuska (para convertirse en Centro Cultural), el Cerro de San Cristóbal, el edificio de Protección Civil (hoy Centro de la Mujer), el Colegio Virgen del Socorro, el chalet de La Marina o el Preventorio (actualmente en obras para su ampliación como Museo).
Proyectados por el arquitecto almeriense Guillermo Langle Rubio durante la Guerra Civil Española como acceso a los refugios antiaéreos que sirvieron como protección a la población durante la contienda, actualmente se conservan tres pequeños pabellones, reconvertidos en su día en quioscos.
Serán ahora dos de estos quioscos, los situados en Plaza Urrutia y Plaza Marqués de Heredia, objeto de esta rehabilitación promovida a nivel municipal al encontrarse actualmente en desuso. El tercero de estos elementos, ubicado en la Plaza Virgen del Mar, sí que está en uso y dedicado a hostelería. El objetivo del Ayuntamiento de Almería con este actuación es el de recuperar los valores históricos y arquitectónicos inherentes a estos elementos así como su funcionalidad, en este caso como espacios turísticos y/o expositivos no accesibles, permitiendo ser observados desde el exterior.
Ambos quioscos fueron construidos en el periodo comprendido entre 1937 y 1939, reconociendo en ellos, como se recoge en la ficha incorporada al Catálogo, “el gran interés en el empleo del lenguaje racionalistas en esta pieza urbana tan pequeña y a la vez tan significativa”.
Características
El quiosco ubicado en la Plaza Marqués de Heredia cuenta con una superficie construida de 8,70 m², cuya geometría en planta es rectangular, con uno de los laterales cortos rematado en forma semicírculo. Este lado curvo construye un banco corrido hacia el resto de la plaza.
El quiosco ubicado en la Plaza Urrutia cuenta con una superficie construida de 6,40 m², cuya en geometría en planta es similar al anterior, pero no cuenta con la peculiaridad del banco en el lateral curvo. En este lateral la forma orgánica asume la función de prolongar la zona de repisa.
Quiosco Plaza Marqués de Heredia
La intervención se centra en la recuperación del estado original a partir de la interpretación del croquis redactado por parte del arquitecto Guillermo Langle. En este documento, firmado por el autor en noviembre de 1939, se describe el quiosco a partir de unos dibujos de planta, alzados y perspectiva.
Los principales trabajos a ejecutar a partir de este proyecto de rehabilitación tienen por objeto eliminar los revestimientos sobre los pilares de ladrillo, para recuperar el acabado visto de estos. Por otro lado, se reinterpreta el acabado del zócalo mediante un revestimiento cerámico en formado reducido 15×15 cm. A partir de la documentación original no se puede deducir ni el tipo de material, ni el color, de las piezas que componen el zócalo. Teniendo en cuenta el periodo histórico en el que se desarrollan las obras, inicio de la posguerra, los materiales empleados deberían de ser económicos. Partiendo de ese supuesto, para esta intervención se elige un material cerámico y no una piedra natural. La elección del color se basa en un criterio de posicionamiento neutral, un tono limpio y uniforme en sintonía con el acabado del revestimiento del resto del volumen del quiosco.
Quiosco Plaza Urrutia
Como en el quiosco de Plaza Marques de Heredia, el proyecto de restauración se basa también en la documentación redactada por el arquitecto Guillermo Langle. En este caso se trata de una estructura ligeramente modificada en la cual no existe el banco del lateral curvo. La fachada sur está simplificada sin las mochetas laterales de transición hacia la zona curva. El resto de actuaciones siguen el mismo criterio de intervención: recuperación del zócalo, reinterpretación de las carpinterías de los huecos y restauración de los revestimientos generales de los paramentos.
Intervenciones
De acuerdo al proyecto redactado no se intervendrá en la sustentación de los quioscos. Tampoco sobre su sistema estructural. Únicamente, en el quiosco ubicado en Plaza Marqués de Heredia se actuará sobre el forjado para recuperar la visión de la escalera desde el exterior. Para ello, el actual forjado será demolido para su posterior sustitución por un forjado resuelto con perfiles metálicos y paños de vidrio estructural transparente.
En lo que respecta a la envolvente de los quioscos, se procederá a la demolición de revestimientos existentes sobre las pilastras de ladrillo, para recuperar su acabado visto. Sobre las cubiertas, se sanearán las capas de acabado existentes hasta el soporte, rehaciendo la capa de formación de pendiente.
Respecto de los pavimentos, el suelo del quiosco de la Plaza Marqués de Heredia quedará compuesto por el propio paño de vidrio estructural transparente que ciega el hueco abierto, para devolver la visibilidad de la escalera desde el exterior. En el caso del quiosco de la Plaza Urrutia el proyecto resuelve el suelo con un pavimento de linóleo, de 2,5 mm de espesor, con tratamiento antiestático y acabado liso.
Serán reparados igualmente revestimientos y acabados sobre fachada y zócalos aplicando, en el caso de las fachadas, capas de mortero a base de cemento hidráulico, tixotrópico y modificado con polímeros, y piezas de azulejo y acabado vidriado, en el caso de los zócalos.
La intervención incluye también actuaciones sobre los alfeizares, rematados de igual modo que el resto de las fachadas. El edificio original establecía una continuidad de acabados en todos los paramentos exteriores, solamente alternando el zócalo y las pilastras de ladrillo visto. Los alfeizares generan una repisa lineal que envuelve al quiosco en tres de sus fachadas. En el caso del quiosco de Plaza Marqués de Heredia, el lateral sur se convierte en banco.
Los quioscos dispondrán también de tomas de corriente para dispositivos eléctricos externos, conexiones de telecomunicaciones, y sistema de iluminación versátil en la zona de techo y pavimento para poder adaptar la necesidad expositiva.