Los auditores examinan la candente cuestión de los incendios forestales

Los incendios forestales son una de las diversas catástrofes naturales que se han intensificado debido al cambio climático, alimentando un círculo vicioso. Puesto que los incendios forestales liberan CO2 a la atmósfera, esto contribuye al cambio climático, lo que aumenta aún más el riesgo de incendios forestales en toda Europa. Pero los incendios forestales no son solo un desastre para la naturaleza: causan importantes víctimas humanas y pérdidas económicas estimadas en unos 2 000 millones de euros al año. Un próximo informe del Tribunal de Cuentas Europeo evalúa cómo se utiliza el dinero de la UE para hacer frente a los incendios forestales en los países europeos.

Los bosques y los terrenos arbolados de la UE cubren alrededor de 160 millones de hectáreas, casi el 40 % de la superficie total de la UE. Cada año, el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales registra más de mil incendios forestales que superan las 30 hectáreas, lo que asciende a una media de más de 350 000 hectáreas en toda la UE. Y la situación no está mejorando. Las estimaciones provisionales para 2024 se sitúan en más de 1 500 incendios forestales, con una superficie quemada de casi 385 000 hectáreas de tierra, y aún no se dispone de datos para todos los Estados miembros.

La mayoría de las zonas quemadas se encuentran en los Estados miembros meridionales, en particular en Portugal, España, Italia y Grecia. Entre 2013 y 2022, la media anual de superficie quemada en estos países fue de unas 125 000, 100 000, 65 000 y casi 30 000 hectáreas, respectivamente. Sin embargo, los incendios forestales se producen en casi todos los países de la UE, incluidos los más septentrionales y orientales, como Suecia y Polonia.

El riesgo de incendio forestal viene determinado por una combinación de factores externos (la gestión de la tierra, las condiciones meteorológicas, la acción humana) y factores relacionados con los bosques (la estructura y el estado de los bosques, características geográficas, la carga de material combustible). El cambio climático también ha aumentado el riesgo de incendios forestales en toda Europa. No obstante, la resiliencia frente a los incendios puede mejorarse, por ejemplo, mediante una gobernanza apropiada de los riesgos, una gestión forestal adecuada y la planificación paisajística. Del 50 % de los incendios forestales de origen conocido, solo el 4 % se debe a causas naturales como los rayos. El resto (96 %) se debe a acciones humanas, deliberadamente o por negligencia.

Si bien la política forestal es principalmente competencia de los Estados miembros, la UE apoya las actividades nacionales mediante la asignación de fondos a la lucha contra los incendios forestales. La Comisión Europea se ha propuesto garantizar que «la UE esté suficientemente equipada para prevenir los grandes incendios forestales, que pueden causar daños significativos a la biodiversidad forestal».

El informe de auditoría del Tribunal, disponible el 11 de junio, evalúa la eficacia con la que la Comisión Europea y los Estados miembros utilizan la financiación de la UE para la prevención, preparación y recuperación frente a los incendios forestales. La auditoría se centra, en particular, en Grecia, España, Polonia y Portugal. En 2023, la superficie quemada en Grecia fue más del triple de la media anual de 20062022, y en la última década España ha registrado una media anual de más de 230 incendios forestales por encima de las 30 hectáreas. Polonia tiene el bosque primigenio más antiguo y extenso de Europa, mientras que Portugal es el país de la UE proporcionalmente más afectado por los incendios forestales.

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