Las ‘tecnochicas’ de Rivas, a la semifinal mundial con su app sobre la lufa

A la semifinal mundial. El grupo de investigación de tres estudiantes ripenses Stellar Girls ha conseguido clasificarse para la siguiente fase del concurso internacional Techovation Girls, un certamen que inspira a niñas y jóvenes de 8 a 18 años de todo el mundo para que se acerquen con naturalidad a las tecnologías digitales, según las entidades organizadoras. El desafío que plantea a sus participantes implica diseñar una aplicación (app) o inteligencia artificial (IA) que mejore un problema detectado en el entorno donde viven. En 2024 participaron cerca de 30.000 chicas de 120 países.

María Hernán Lanza (del colegio José Saramago), Vega Quirós (colegio Victoria Kent) y Paula Santos García de Marina (colegio Jarama), todas estudiantes de 5º de primaria y que ya concurrieron en 2024, han diseñado esta vez una app para difundir la plantación y uso de la lufa, una planta trepadora de la familia de las calabazas y los calabacines que puede sustituir como esponja ecológica en las cocinas de casas y establecimientos hosteleros al estropajo convencional sintético.

La lufa tiene una capacidad biodegradable mucho más acelerada: entre tres y seis meses, por entre 20 y 400 años el estropajo, según el vídeo promocional de las Stellar Girls. El uso generalizado de lufa evitaría el daño medioambiental que provoca el estropajo convencional, confeccionado con plásticos contaminantes.

“La idea es unir al proyecto a cuantas más organizaciones y personas para conseguir un reto: que el 25% de las casas de Rivas planten lufa y sustituyan sus estropajos por lufa natural. Así se ahorrarían 7 toneladas de residuos de estropajos”, cuentan. Según sus cálculos, las ciudades de 100.000 habitantes como Rivas pueden generar casi “30 toneladas de residuos en estropajos”.

Las Stellar Girls son uno de los 24 equipos clasificados en una de las zonas en las que se divide España:  Madrid se incluye en el mismo bloque territorial (embajada) que Andalucía, Extremadura, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Asturias, Cantabria y Galicia. Las ripenses compiten en categoría ‘beginners’ (principiantes), de 8 a 12 años; le siguen las categorías júnior (13 a 15 años) y sénior (16 a 18 años).

El uso generalizado de lufa evitaría el daño medioambiental que provoca el estropajo convencional, confeccionado con plásticos contaminantes.

María, Vega y Paula presentaron su proyecto el pasado 24 de mayo en la Universidad Carlos III de Leganés, donde cientos de equipos concurrieron ante el jurado con sus exposiciones.

Otro jurado internacional debe ahora evaluar los proyectos semifinalistas de todo el mundo: examinando el vídeo de 3 minutos realizado por cada equipo y su proyecto explicativo. Las deliberaciones concluirán el 23 de junio. Y solo 15 equipos por categoría avanzarán a la final mundial, que se celebrará en septiembre. Esta vez, y a diferencia de 2024, puede que ya no sea de forma presencial, tras retirar el Gobierno estadounidense de Donald Trump la ayuda pública al programa, con el que se financiaba, por ejemplo, el viaje de los equipos finalistas a EEUU, según explica la organización en su web.

En 2024, un equipo español ganó la final en la categoría beginner (8-12 años): Go Code, con su proyecto ‘Book A book’. Y otros dos más llegaron a la final.

TRABAJO DE CAMPO

Technovation Girls exige a sus participantes programar y realizar trabajo de campo, junto con un plan de marketing y de negocio para asegurar la viabilidad de la idea (investigación + emprendimiento). Por eso cada grupo cuenta con la ayuda de mentores adultos especializados en la materia, que acompañan y asesoran. Para lanzar su proyecto han contado con el apoyo de Eva Carrasco, voluntaria de la ONG Power to Code. Y ha sido fundamental la colaboración de la asociación ripense Luna Decreciente, integrada por familias de la localidad que cuidan plantones de hasta dos años de edad en sus casas para luego plantarlos en acciones colectivas. Entre esos plantones, figura la lufa.

Si en 2024 crearon la app ‘DiverAyuda’, pensada para facilitar la vida a las personas mayores, ahora se han centrado en un tema ecológico, con el eslogan  ‘Planta lufa, cosecha impacto. La revolución verde empieza en tu cocina’. La frase final con la que cerraron su exposición ante el jurado el pasado 24 de mayo fue: “Si plantas lufa, no solo crece una planta: crece una comunidad, una conciencia y una revolución verde que empieza… en tu cocina”.

“La idea es unir al proyecto a cuantas más organizaciones y personas para conseguir un reto: que el 25% de las casas de Rivas planten lufa y sustituyan sus estropajos por lufa natural. Así se ahorrarían siete toneladas de residuos de estropajos”

En el documento que han elaborado para el concurso y en el que detallen el aprendizaje, las Stellar Girls dicen: “Este proyecto ha sido todo un reto, pero también una experiencia súper divertida. Lo más importante que hemos aprendido ha sido a trabajar en equipo. No siempre estábamos de acuerdo, pero aprendimos a escucharnos, a ceder unas por otras y a resolver los conflictos con respeto”.

Y prosiguen: “En la parte técnica, nuestro mayor descubrimiento fue MIT AppInventor, que se convirtió en nuestro recurso favorito. Gracias a él pudimos desarrollar la app y conectar una IA al chatbot usando un modelo tipo Claude de Anthropic, a través de AWS Bedrock. También entrenamos un modelo de machine learning para reconocer imágenes de la lufa con Teachable Machine de Google. Además, usamos herramientas como ChatGPT, Copilot, Miro, Excalidraw, Canva, Meet y Clipchamp para organizarnos, diseñar, crear materiales y resolver dudas. La inteligencia artificial nos ayudó mucho: desde generar logos hasta buscar información o tomar decisiones.

EL OTRO GRUPO DE 2024

En 2024 también participó en el concurso otro equipo ripense, las Chaconeras Girls (el nombre evocaba su centro educativo, el colegio Dulce Chacón): desarrollaron una app real, a la que llamaron Combi, que informa de la temperatura a la que debería enfriar el frigorífico (el electrodoméstico más usado del mundo) en función del porcentaje de ocupación y de la frecuencia de aperturas (momentos en los que pierde frío). “No la usamos con la misma frecuencia si nos vamos un fin de semana de casa que si celebramos una fiesta”, ejemplificaba una de las mentoras, Sara de la Fuente, madre además de una de las niñas.