Las margaritas: jardín, brasas y vinos por copas. Su terraza se convierte en el epicentro de su actividad estos meses, con el vino como gran protagonista: una selección de vinos por copas en rotación semanal que recorre distintos perfiles, desde pequeños productores y casas señeras hasta espumosos y otras propuestas singulares
Además, esta temporada la terraza acoge las catas didácticas del Club del Vino y Radio Margaritas, un programa musical en directo que da voz a artistas de la escena independiente madrileña; ‘Las Margas’, como ya lo conocen sus clientes habituales, ofrece así una forma distinta de acercarse al vino desde el placer del descubrimiento
A tan sólo 10 minutos de Madrid, esta casa de comidas ofrece una cocina tradicional que gira en torno a la parrilla, en la que brillan pescados y carnes de primera calidad; su bodega, en constante crecimiento, reúne cerca de 200 etiquetas clásicas con otras de pequeños proyectos, con la mirada puesta en productores nacionales
Madrid, mayo de 2025.– Las margaritas: jardín, brasas y vinos por copas. Las Margaritas inaugura la temporada de verano. Esta singular casa de comidas ubicada en la zona de El Plantío-Aravaca convierte su espectacular terraza ajardinada en el corazón de su propuesta estacional, con
el vino como hilo conductor. Para empezar, propone una oferta de vinos por copas única diseñada por el joven Javier Garralda, un apasionado del vino que ha convertido la bodega de Las Margaritas en su campo de juego favorito: una selección viva de etiquetas de distintos perfiles —desde pequeños productores y casas señeras hasta espumosos y otras propuestas singulares— a precios muy competitivos. En su bodega, creada en diálogo con el extenso catálogo de En Copa de Balón, conviven cerca de 200 etiquetas clásicas con otras curiosas y menos conocidas, que recorren lo mejor del territorio nacional y se abren a otras latitudes como Italia, Francia o Chile.
También en la terraza tiene lugar el Club del Vino, unas catas didácticas pensadas para explorar el vino en todas sus expresiones —sus uvas, sus regiones y las historias que encierra cada copa— desde la intimidad del porche acristalado de la terraza de Las Margaritas. ‘Las Margas’—como ya lo conocen sus clientes habituales— ofrece así una forma distinta de acercarse al vino: copa a copa, en un entorno privilegiado, con una selección singular y variada a precios que abren la puerta a la curiosidad y al placer de probar.
Con un Solete de la Guía Repsol y mención a mejor restaurante por debajo de 40 € (Metrópoli), Las Margaritas encarna ese punto de encuentro de confianza; con una completa oferta social y de entretenimiento, es el destino perfecto para disfrutar de la cocina tradicional de su hogareño restaurante durante el día, o compartir unas raciones entre amigos por la noche en su terraza —un espacio decorado por Estudio Mariana Bernar en el que conviven varios ambientes: zona de barra, mesas altas y bajas y una cristalera cubierta—, acompañadas de uno de sus vinos, y charlar tranquilamente al son de Radio Margaritas. Se trata de un programa musical en directo por cuyo escenario ya han pasado decenas de artistas como Miqui Brightside, Vera Noor y grupos como The Deltaz, Club del Río o Astrid Canales & Band. Una experiencia donde se cruzan música selecta, producto de calidad, una interesantísima bodega y buen ambiente; la excusa perfecta para que pasen cosas.
LOS SABORES DE SIEMPRE
Al frente de los fogones está Lucas Rodelas, un chef con experiencia en cocinas reconocidas de Madrid, como Marcano o La Montería. En ‘Las Margas’, Rodelas firma una cocina sencilla, sabrosa y variada de comida rica y tradicional, centrada en la mejor materia prima. Su propuesta —que va cambiando en función de la temporada— cuenta con un apartado de picoteo, ideal para un aperitivo de domingo, con clásicos revisitados como las zamburiñas estilo tigre vieja escuela, las perfeccionadas croquetas de caldero de Guijuelo o la ensaladilla rota sobre regañá —que ya se ha convertido en una de las raciones más demandadas; está coronada con un huevo frito que se rompe y mezcla en mesa, en un curioso contraste de sabores y texturas—. También hay un espacio dedicado a las verduras de la huerta de Aranjuez y a los arroces: melosos y secos, de verduras, de carabineros, de solomillo y verduras, de boletus y foie. Sin embargo, la parrilla se erige como la gran protagonista de la oferta gastronómica de Las Margaritas: pescados frescos traídos desde Mercamadrid cada día —como el pixin, el pargo, el rodaballo o el gallo de San Pedro— que pueden servirse enteros, según mercado, o en elaboraciones fijas en carta como la parpatana de atún con vinagreta de piparras o la lubina sobre ragú de calabaza. Por las brasas de ‘Las Margas’ también pasan piezas de carne de excepcional calidad, como la chuleta de vaca vieja.
Los postres están a cargo de Amber Grimbergen. Percusionista de vocación y con un pasado ligado a los escenarios, Amber encontró en la repostería un nuevo terreno de juego en el que dar rienda suelta a su particular sensibilidad estética. Su propuesta es un repertorio en evolución donde brillan creaciones como la tarta de almendra con crema de mascarpone o una mousse de chocolate con crumble, chantilly, AOVE y sal.
Al frente del día a día del restaurante está Víctor Barrio, director del proyecto. Formado en Le Cordon Bleu, su trayectoria le ha llevado por proyectos nacionales y mesas reconocidas de Madrid —como Arzábal, Abarra, A’nómalo o Álbora—. Hoy, en Las Margaritas, aporta criterio, experiencia y una visión en plena sintonía con la filosofía del proyecto.
UNA VISIÓN PERSONAL HECHA REALIDAD
Lo más probable, si uno se sienta a comer en Las Margaritas, es que acabe cruzándose con Bosco Blanco. Economista de profesión y tercera generación de familia hostelera (Nebraska, En Copa de Balón), Bosco identificó las posibilidades de este local cuando cogió las riendas de esta antigua casa de comidas y la reconvirtió en un espacio versátil y lleno de vida. Con este proyecto, el joven de 33 años ha recuperado esa esencia de los restaurantes españoles de toda la vida, caracterizados por la cercanía con el consumidor, la sencillez y el cariño de sus recetas y el producto como principal protagonista. Ha hecho de ‘Las Margas’ un lugar vivo que se mantiene al margen de toda tendencia y moda pasajera; una apuesta firme y auténtica por el ocio y la gastronomía de calidad en el largo plazo.